PARÍS, Francia (CNN) – François Hollande, ganador de la elección presidencial en Francia, le agradeció a sus seguidores en su discurso de victoria y prometió ser un presidente para toda Francia.

“Hoy no hay dos Francias. Sölo hay una Francia, una sola nación unida con un mismo destino”, dijo Hollande.

El presidente electo le agradeció al actual mandatario Nicolas Sarkozy, que antes admitió su derrota cuando se divulgaron los resultados de los sondeos y el conteo oficial de la segunda vuelta.

“Muchas personas han estado esperando este momento por muchos años. Otros, más jóvenes, no conocieron esa época. Estoy orgulloso de ser capaz de traer esperanza de nuevo”, le dijo Hollande a una multitud de seguidores.

Sarkozy aceptó su derrota desde la sede de su campaña en París. “Asumo la responsabilidad por la derrota”, dijo, mientras sus seguidores gritaban “¡No!”.

“Estoy listo para volverme una persona francesa en medio del pueblo francés, y más que nunca tengo el amor de mi país profundamente arraigado en mi corazón”, dijo Sarkozy.

Con más del 80% de los votos contados, Hollande lidera con 51.2% frente a 48.8% de Sarkozy, dijo el Ministerio del Interior. Alrededor de 73% de los votantes asistió a las urnas.

El presidente de Francia Nicolas Sarkozy luchaba por mantenerse en el poder en medio de una ola de descontento por su incapacidad de controlar el desempleo.

Hollande será el primer presidente de izquierda desde que François Mitterrand terminó su mandato en 1995.

Sarkozy defendió su desempeño económico a pesar del bajo crecimiento y de la tasa de desempleo de 10%, asegurando que el impacto de la crisis de deuda en Europa habría podido ser mucho peor.

Francia tiene un papel clave en los planes de la eurozona para salir de la crisis, lo que hace que esta elección fuera vital para la región.

Sarkozy es el más reciente –y más importante- de al menos media docena de líderes europeos que salen del poder durante la crisis económica de la eurozona, incluyendo los primeros ministros de Italia y Grecia.

Las preocupaciones por la economía, el desempleo y la inmigración fueron los temas centrales de la elección en Francia. En su último pronunciamiento el viernes, Sarkozy, del partido de centro-derecha UMP, se refirió al debate de la inmigración mientras pedía el apoyo nacional.

“Siempre he dicho que Francia necesita seguir siendo un país abierto y profundamente humanista, pero la realidad es que hemos recibido más gente en Francia de la que podemos manejar”, dijo.

“No le estoy hablando a la derecha, a la izquierda o al centro, esto es una elección presidencial. Soy el presidente de Francia. Debo hablarles a los franceses, sin importar quiénes sean”.

Hollande, del Partido Socialista de centro-izquierda, también pidió unidad en su pronunciamiento final en Périgueux, al sudoeste de Francia.

“Si tantos de ustedes han venido hoy, es porque saben que el domingo tomarán una decisión importante para nuestro futuro. Si hay tantos de ustedes, es porque saben expresar su preocupación, y la han expresado en múltiples formas en la primera vuelta”, dijo.

Los dos rivales intercambiaron insultos la semana pasada en el único debate televisado de la campaña. Sarkozy calificó a Hollande de mentiroso y “pequeño calumniador”, mientras que Hollande acusó al presidente de subestimar sus responsabilidades, de nepotismo y de favorecer a los privilegiados sobre los pobres.

Ambos candidatos se dirigieron a los votantes indecisos. En la primera vuelta del 22 de abril, fueron los dos candidatos con mayor votación.

El centrista François Bayrou, que se llevó el 9% de los votos, le dio un impulso a la campaña de Hollande el jueves al decir que votaría por el socialista y al pedirle a sus seguidores que votaran según su criterio.

La elección francesa se lleva a cabo el mismo día de la elección parlamentaria de Grecia, en donde se vive una fuerte crisis en medio de severas políticas de austeridad.