Los Ángeles y Londres (CNN) — ¿Puede el techo de tu casa ayudarte a respirar mejor al reducir la cantidad de contaminantes dañinos del aire en las ciudades?
“Sí” asegura John Renowden, vicepresidente de tecnología de Boral Roofing, una compañía de Estados Unidos que ha introducido una línea de tejas para el techo que dicen que tienen propiedades que repelen la contaminación.
Con sede cerca de Los Ángeles, la ciudad más contaminada con ozono de los Estados Unidos, de acuerdo a la clasificación de la Asociación Americana de Salud Pulmonar (LUNG, por sus siglas en inglés), la compañía dice que sus “tejas tragadoras de smog” mejoran la calidad del aire al neutralizar el óxido nitrógeno que forma el smog liberado por la mayoría de los vehículos.
Las tejas están recubiertas con dióxido de titanio, un fotocatalizador que puede oxidar los contaminantes del aire dañinos emitidos en la quema de los combustibles fósiles. Cuando se expone a la luz natural, el dióxido de titanio separa los óxidos de nitrógeno del aire y los convierte en un inofensivo nitrato de calcio.
“El Nitrato de calcio limpia tu techo con lluvia normal y es un fertilizante regular de jardín”, dijo Renowden. En promedio, las tejas tienen un costo promedio de entre 600 a 1.000 dólares en un techo promedio.
Boral Roofing asegura ser la primera constructora en los Estados Unidos en introducir recubrimientos de dióxido de titanio a los productos para techos.
La tecnología se origina en Japón y ha sido adoptada en Europa por varias industrias. En los últimos años, ha sido utilizado en la producción de varios productos, incluyendo cemento amigable con el ambiente, paneles arquitectónicos y pinturas.
Las propiedades anticontaminantes del dióxido de titanio, un componente utilizado como pigmento blanco en pinturas y plásticos, fueron probados en un proyecto apoyado por la Comisión Europea en el 2005.
“Las pruebas en escenarios urbanos determinaron que algunos contaminantes, como los óxidos de nitrógeno, que son el mayor contaminante contenido en gases de los escapes, podrían ser reducidos en un 20% o 70%”, de acuerdo con el Plan de Acción de Tecnologías Ambientales de la Comisión Europea.
La contaminación del aire, externo e interno, se estima que causa más de dos millones de muertes al año alrededor del mundo, de acuerdo con María Neira, directora de salud y medio ambiente en la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“Es definitivamente uno de los retos de salud más grandes al que nos enfrentamos hoy en día”, dijo. La exposición a los contaminantes del aire urbano puedeaumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares y cáncer igual que puede detonar ataques de asma, añadió.
Un estudio reciente sobre la calidad del aire en el Reino Unido, realizado por Steve Yim y Steven Barret, expertos en contaminación del Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT), estableció que la contaminación del tráfico está matando a más gente cada año que los accidentes en carretera, causando 13.000 muertes prematuras anualmente.
Un pequeño aumento en la contaminación del aire del tráfico puede ser suficiente para incrementar el riesgo de infarto a corto plazo de una persona, descubrió otro reporte en febrero de este año.
Cuatro de cada diez personas en EU viven en condados con niveles peligrosos de ozono o de contaminación de partículas, de acuerdo con los reportes de LUNG.
El reporte establece que la organización encontró que California es el hogar de muchas de las ciudades más contaminadas del país, siendo que Los Ángeles ocupa el primer puesto en la lista de ciudades más contaminadas gracias al tráfico de sus caminos y sus puertos comerciales.
Renowden dice que se necesitan más soluciones sustentables en la lucha en contra de la contaminación del aire.
“Debemos ir más allá de nuestra dependencia por el petróleo, pero no va a pasar de la noche a la mañana”, dijo.
Janice Nolen, consejero de política nacional del LUNG, dice que en lugar de lidiar con los efectos dañinos de la contaminación del aire, el enfoque debería de ser en terminar con el problema de raíz.
“Lo que hemos descubierto históricamente en cualquier tipo de contaminación es que la mejor manera de atacar el problema es limpiar las fuentes”, dijo, “en lugar de tratar de limpiarlo cuando ya esté en el aire”.
“Si puedes hacer que esos ingredientes crudos que forman el ozono no salgan de los tubos de escape y las chimeneas, entonces no tendrías que preocuparte tanto acerca de limpiarlo después”, añade Nolen.