Tres hermanos mexicanos, un ciudadano de Singapur y otro de Malasia, acusados del delito de narcotráfico de metanfetaminas, fueron condenados a morir en la horca por un tribunal de justicia en Kuala Lumpur este jueves, informó el diario malayo New Straits Times.
El juez Mohamed Zawawi, del Alto Tribunal malasio dijo: “Se les condena a colgar hasta que mueran, esta es la sentencia del pueblo de Malasia” tras determinar la culpabilidad de los hombres, informó el diario Milenio.com.
La legislación de Malasia establece la pena capital por ahorcamiento —que también se aplica a los extranjeros— por posesión o tráfico de más de 15 gramos de heroína o cocaína o 200 gramos de cannabis.
El juicio en contra de los mexicanos Luis Alfonso, de 44 años, José Regino, de 33 años, Simón González Villarreal, de 37 años, el ciudadano de Singapur Lim Hung Wang, de 56 años y del ciudadano de Malasia, Lee Bon Siah, de 48 años, duró un año y dos meses.
La defensa de los mexicanos apelará la sentencia ante un Tribunal de apelaciones, donde se podrían demorar años, y de no tener éxito el último recurso sería solicitar el indulto de piedad por parte del jefe del estado.
El embajador de México en Malasia, Jorge Alberto Lozaya, dijo a CNN en Español que su embajada ha ofrecido asistencia judicial a sus ciudadanos, e interpretes que hablan español, ingles y bahasa, desde marzo de 2008 cuando fueron detenidos en una redada en un almacén de la ciudad de Johor Baru, ciudad portuaria del sur del país y próxima a la frontera con Singapur, que al igual que Malasia impone la pena capital a las personas declaradas culpables de traficar o producir drogas.
Lozaya agregó “Vamos a seguir de cerca y apoyar en lo que sea necesario, a fin de que los derechos no vayan a ser vulnerados”, “La embajada y el gobierno han tomado nota de la sentencia. Los abogados se aprestan a someter la apelacion ante las autoridades competentes.”
Por otra parte, La familia siguió detenidamente a través de Internet este miércoles por la noche el procedimiento judicial en contra de los tres jóvenes, originarios de Culiacán, Sinaloa, en el noroeste de México.
Alejandrina González Villarreal, hermana de los mexicanos, dijo a CNN en Español, desde Sinaloa en México, que se sienten “un poco triste, pero no hemos perdido la fe. Existe la corte de apelaciones y esto sigue para adelante, no se queda aquí”
Agregó que “seguimos teniendo las esperanzas puesta en Dios, y claro que esto sigue para adelante y la fe no la hemos perdido todavía, estamos un poco tristes, pero la fe sigue en nosotros”
Al finalizar la sentencia, los acusados fueron trasladados bajo un fuerte resguardo a una sala conocida como “último cuarto”, según informó el diario milenio.com.