(CNN) — Las autoridades de salud brasileñas han tomado el liderazgo en la lucha contra la fiebre de dengue, no con vacunas sino con mosquitos. A principios de este mes abrieron una granja de mosquitos en Bahía, un estado del noreste.
Estos son un ejército de mosquitos macho modificados genéticamente, utilizados para combatir la enfermedad en lugar de propagarla. En el laboratorio, los mosquitos macho son modificados genéticamente para transportar un gen letal contra el virus del dengue. Posteriormente son liberados a la selva para aparearse con mosquitos hembra (que en realidad son las que muerden a los humanos, debido a que necesitan la sangre para sus huevos) y una vez que el gen letal es transmitido a la descendencia, mueren en la etapa de larvas y nunca llegan a la etapa adulta.
El objetivo es acabar con la fiebre de dengue, para la cual actualmente no hay vacuna y la prevención ha fallado en gran medida.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) clasifica al dengue como una infección viral transmitida por mosquitos que causa una enfermedad grave parecida a la gripe y a veces una complicación potencialmente letal llamada dengue hemorrágico. Según la OMS, la incidencia de dengue ha incrementado 30 veces durante los últimos 50 años.
Según las últimas estadísticas de la OMS, anualmente ocurren entre 50 millones y 100 millones de infecciones en más de 100 países endémicos, poniendo en riesgo a casi la mitad de la población mundial. Sólo en este año en Brasil, el Ministerio de Salud registró 431.194 infecciones, con Río de Janeiro presentando el mayor número de casos.
En México, en 2011, hubo 2.765 probables casos de fiebre por dengue, según el Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica (Sinave).
Aunque el gobierno de Brasil ha intentado muchas otras campañas contra los mosquitos, el ministro de Salud de Brasil, Alexandre Padilha, insiste en que este nuevo esfuerzo podría ser la respuesta para controlar la epidemia de dengue en el país.
La granja en Bahía es una asociación entre el gobierno brasileño y Moscamed, una agencia que se especializa en la producción de insectos transgénicos para el control biológico de plagas. Utiliza investigación y métodos desarrollados por varias universidades brasileñas, así como por la empresa británica Oxitec. Producirá, a su máxima capacidad, alrededor de cuatro millones semanales de mosquitos macho estériles de la especie que transmite el dengue, el aedes aegyptis.
La hoja de datos de Moscamed sobre el proyecto afirma que desde su comienzo en febrero de 2011 ha lanzado más de 10 millones de transgénicos macho. Este mes más del 95% de las larvas encontradas en los dos vecindarios que sirvieron como comunidades de prueba ya son transgénicas, o genéticamente modificadas para que no lleguen a la etapa adulta, afirma la agencia.
En Brasil, donde el dengue es un hecho muy conocido, Moscamed sostuvo pláticas con los lugareños antes de que la prueba comenzara. La agencia también imprimió folletos que explicaban el proceso y mandó representantes a las escuelas para hablar con los niños. Las redes sociales, televisión, pláticas diarias y otros son dominados por consignas antidengue y campañas lanzadas por el gobierno.
Los científicos en Brasil están en gran medida supervisados por múltiples ministerios del gobierno y comités y, según los medios locales, los residentes en las áreas donde las pruebas son llevadas a cabo están acostumbrados a los exámenes. La mayor parte del interés viene de científicos e investigadores en todo el mundo que acuden a Moscamed para aprender sobre los beneficios del programa.
Según un comunicado del estado de Bahía, el proyecto, financiado con fondos públicos estatales y federales, cuesta aproximadamente 1.6 millones de dólares, y pretende controlar la trasmisión de la enfermedad. También gastaron millones de dólares anualmente en campañas para educar a los habitantes y reducir la procreación de mosquitos. Los investigadores brasileños también trabajan con el Instituto Pasteur de Francia en el desarrollo y pruebas de una vacuna contra el virus.
“Recuerden que todavía estamos en la etapa de investigación y no se está utilizando rutinariamente la técnica”, dijo el secretario de Salud del estado, Jorge Solla, en un comunicado de prensa anunciando la nueva instalación. Después de la fase de pruebas, Solla dice que el proyecto será expandido.
Oxitec también está realizando pruebas en otros países. Su cadena del mosquito OX513A tiene aprobaciones regulatorias para la importación y pruebas contenidas (en laboratorios) en Brasil, las Islas Caimán, Francia, India, Malasia, Singapur, Tailandia, Estados Unidos y Vietnam. Algunas pruebas a pequeña escala en campo abierto han tenido lugar en Gran Caimán y Malasia.
Aunque todo esto podría parecer una escena salida de una película de ciencia ficción, estos mosquitos modificados genéticamente ofrecen una esperanza para millones de personas. El ministro de Salud brasileño, Alexandre Padilha, dijo durante la inauguración de la nueva instalación que el gobierno brasileño mantendrá una estrecha vigilancia en este proyecto, así como la continuación de la investigación en otras vías, y podría ser utilizada como un arma más en la lucha contra la enfermedad.