(CNN) - El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, dijo que a los guerrilleros de las FARC se les debe permitir participar en el proceso político.
Los miembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, conocidas como FARC, tienen programado reunirse con representantes del gobierno para retomar las conversaciones de paz de Oslo, Noruega, el próximo mes.
Las dos partes han estado en guerra desde 1960, lo que hace a las FARC la más antigua insurgencia en América Latina.
En entrevista con Christiane Amanpour de CNN, Santos dijo que “no se le puede pedir a la FARC que se arrodillen, se rindan y entreguen las armas. No lo harán. Debe existir una salida, y esta salida debe permitirte participar en la arena política. Esta es una manera en la que se resuelve un conflicto, no solo el conflicto colombiano”, dijo Santos en Nueva York.
El presidente destacó que no habría ningún alto el fuego, mientras que las dos partes estén en conversaciones, a pesar de que los rebeldes han dicho que pedirán una tregua.
“Le he dicho que habrá cese al fuego y vamos a suspender cualquier operación militar cuando se llegue a un acuerdo final”, indicó Santos. “Y si veo que no hay progreso, que simplemente están tratando de ganar tiempo, voy a ponerme de pie y seguir trabajando como de costumbre. Y es por eso que no hay alto el fuego, sin disminución de nuestras operaciones militares, y mi agenda de gobierno continua como estaba hasta entonces”.
Sin embargo, Santos dijo que es optimista sobre las perspectivas de paz. Las partes son capaces de negociar una agenda “corta” y “pragmática”, informó el mandatario.
“Este fue un gran avance, ya que hasta ahora, ellos habían insistido en la negociación de las causas del conflicto, como la inversión extranjera, la política social, las relaciones internacionales. Entonces le dije que ‘eso podría ser discutido en el Congreso cuando ganen una elección, pero no en la mesa de negociaciones’”.
Las conversaciones de paz entre los rebeldes y el gobierno se han producido esporádicamente desde 1980. El último intento ocurrió en 2002. El entonces presidente Andrés Pastrana cedió un área del tamaño de Suiza a la guerrilla, pero terminó las negociaciones después de que rebeldes lanzaron una serie de ataques en todo el país en un aparente intento por fortalecer su posición.
Las FARC continúan llevando a cabo secuestros a pesar que sus fuerzas se han debilitado en años recientes, gracias en parte al apoyo militar de Estados Unidos a las autoridades colombianas.
“Sabía que si no les pega duro, nunca los llevaría a una mesa de negociaciones. Modestia aparte, en 50 años, nadie ha llegado a ellos tanto como yo. Hacer la guerra es mucho más fácil que hacer la paz”, enfatizó Santos.
Cuando se le preguntó si pensaba que el grupo estaba “marcha atrás”, el mandatario respondió que “esto es un hecho”.
“Militarmente, no pueden tomar ciudades o bases militares. Ellos sólo pueden hacer terrorismo, que es una muestra de debilidad. Pero en cada lucha, en cada conflicto como éste, tienes que tratar de encontrar una salida negociada y por eso creo que las condiciones son adecuadas para encontrar la salida negociada”.
Santos añadió que actualmente la participación internacional, de países como Noruega, Cuba y Venezuela, ayuda a las negociaciones, además del hecho que los rebeldes se están dando cuenta de que sus objetivos no pueden lograrse a través de la violencia.
Santos dijo que había estado pensando en la posibilidad de la paz desde que el jefe militar de las FARC fue asesinado en 2010.
El gobernante se defendió de sus críticos, entre los que destacan el ex presidente Álvaro Uribe, con quien se desempeñó como ministro de Defensa.
Los dos son ahora rivales, y Uribe ha acusado a Santos de descuidar la seguridad de la nación a favor de negociar con los terroristas.
“Algunas personas piensan que la paz puede lograrse matando al último miembro de las FARC, y eso no es posible”, dijo Santos.
Las conversaciones entre el gobierno y los rebeldes están programadass para comenzar en Oslo el 8 de octubre.