Apoyarse en Facebook es sólo una de las muchas formas que usan los oficiales.

Por Heather Kelly

(CNN) — Como huellas digitales, dejamos pequeñas pistas acerca de nuestras vidas a través de todo internet.

El presunto miembro de una pandilla neoyorkina Melvin Colon, quien enfrenta cargos por asesinato, posesión de armas y delitos relacionados con estupefacientes, publicó fotos en Facebook haciendo gestos referentes a pandillas, e hizo privadas unas publicaciones mucho más incriminatorias, incluyendo referencias a crímenes violentos del pasado y amenazas.

Por desgracia para Colon, uno de sus amigos de Facebook aceptó dar acceso a la policía a su información “privada”, y el 10 de agosto un juez federal dictaminó que Colon perdió todos los beneficios de privacidad cuando compartió los detalles con sus amigos.

“Las legitimas expectativas que Colon tenía sobre su privacidad terminaron cuando difundió los mensajes entre sus amigos, ya que esos amigos eran libres de utilizar la información como quisieran, incluido poder compartirla con el gobierno”, escribió el juez.

Apoyarse en Facebook es sólo una de las muchas formas que usan los oficiales para recolectar evidencia desde las redes sociales, para resolver un crimen.

La policía busca entre la información que es considerada pública y, a veces, crea identidades falsas en línea para acercarse a los sospechosos y solicitar acceso a sus perfiles. Las autoridades también pueden solicitar directamente los datos privados a los administradores de las redes sociales a través de órdenes y citatorios, o presentar una solicitud para tener acceso a la información de los usuarios de forma urgente si creen que hay una amenaza de peligro inminente.

En Estados Unidos, estas técnicas están implementándose en todo el país. De acuerdo con una encuesta reciente realizada entre 1,221 miembros de la policía federal, estatal y local que utilizan las redes sociales, cuatro de cada cinco funcionarios utilizan estos medios sociales para reunir información durante las investigaciones. La mitad dijo que revisan las redes sociales al menos una vez a la semana, y la mayoría dijo que las redes sociales les han ayudado a resolver los crímenes más rápido. La encuesta en línea fue realizada por LexiNexis Risk Solutions, y su margen de error es del 2.8%.

La encuesta mostró que Facebook es la red social más fructífera para la policía, seguida por YouTube.

Recolectando datos públicos

La pionera dentro de esta naciente tendencia es la ciudad de Cincinnati, donde la policía desmanteló una pandilla callejera y arrestó a 71 personas en 2008, después de una exhaustiva investigación con duración de nueve meses, que utilizó redes sociales para identificar a los miembros clave.

Colaborando con el Instituto de Ciencias del Delito de la Universidad de Cincinnati, la policía creó bases de datos a partir de la información obtenida de las redes sociales, de los antecedentes policiacos existentes y registros telefónicos, para después utilizar un software para analizar los datos y establecer vínculos entre los sospechosos.

Al principio, los esfuerzos de la policía de Cincinnati en las redes sociales eran pequeños, con unos cuantos oficiales revisando los perfiles en línea durante su tiempo libre. Después la policía se unió a la universidad y recibió entrenamiento sobre redes sociales de parte de expertos.

“Una chica de 22 años de edad, quien sabía más acerca de Facebook que el mismo Mark Zuckerberg, nos enseñó cómo utilizar Facebook para obtener información”, dijo el capitán Daniel Gerard, quien trabaja en el departamento.

Pronto descubrieron que los delincuentes utilizaban las redes sociales para alardear sobre los crímenes que estaban tramando, cerrar tratos sobre tráfico de drogas, jactarse de fechorías e incluso subir videos comprometedores.

Mucha de la información pública requiere de pocas maniobras para poder encontrarla. Los usuarios pueden usar las opciones de privacidad más avanzadas de Facebook, pero sus amigos o familiares pueden no ser tan cuidadosos, y permiten a la policía recabar información al dejarles ver lo que algún sospechoso publica en su perfil.

La policía incluso ha estado utilizando Facebook como una manera de ayudar a las víctimas a identificar a los sospechosos.

Ir de encubierto en Facebook

Un enfoque mucho más controversial para obtener información de las redes sociales es usar perfiles falsos para solicitar la amistad de los sospechosos.

“Tenemos algunas cuentas secretas sobre objetivos específicos”, dijo Gerard de Cincinnati.

A Facebook, donde se cree que casi el 9% de las cuentas son falsas o duplicadas, no le gusta esta práctica. “Si dejamos que la gente utilice las cuentas falsas (…) solo socava la integridad de nuestro servicio por completo”, dijo Joe Sullivan, director de seguridad de Facebook, en una entrevista con CNN el mes pasado.

La creación de un perfil falso va en contra de los términos de servicio de Facebook, incluso cuando se crea para hacer cumplir la ley. Sullivan dijo que no existe contexto en el que Facebook permita a las identidades falsas, y que tiene un “gran compromiso” para encontrar y desactivar dichas cuentas.

Si bien estas cuentas falsas pueden violar las reglas de una red social, no son ilegales. Y la evidencia recolectada a través de esas cuentas aún es valida en los tribunales.

“En otras circunstancias no digitales, este tipo de prácticas se han llevado a cabo”, escribió en un correo electrónico Hanni Fakhoury, abogado de la Electronic Frontier Foundation, una organización en internet sobre libertades civiles. “Por ejemplo, la policía a menudo se hace pasar por jovencitas para capturar a las personas que buscan enganchar a las menores en actividades sexuales .O por compradores potenciales de droga con el fin de detener a personas involucradas en crímenes de drogas”.

Usar los canales adecuados

Facebook dijo a CNN que no hay una puerta trasera que dé acceso a su red para ninguna agencia o fuerza legal, ni siquiera para los investigadores federales. Si la policía intenta obtener información privada de Facebook, tendrá que buscarla a través de los canales oficiales.

Cada red social ha establecido una política sobre la forma en la que proveerá información cuando le sea solicitada. La mayoría requiere de un citatorio o una orden judicial dependiendo del tipo de información que se solicite y el tiempo que lleva alojada en el sitio.

Cuando la policía sospechaba que un hombre de Minnesota, Darrin Anderson, estaba haciendo uso de una página falsa de Facebook para hablar con niñas menores de edad en el año 2006, los detectives tuvieron que obtener una orden de registro para tener acceso al perfil. Facebook entregó más de 2 años y medio de datos sobre el perfil del hombre de entonces 31 años de edad, incluyendo más de 800 conversaciones de chat, principalmente con niñas menores de 18 años.

El perfil de Facebook fue utilizado como prueba en los tribunales, y Anderson se declaró culpable de navegar con la intención de participar en conductas sexuales ilícitas y fue sentenciado el año pasado a 12 años de prisión.

Otras redes sociales intentarán notificar a los usuarios que su información ha sido solicitada, mientras que otras podrían refutar las peticiones ante la corte.

Twitter ha sido el más renuente a entregar información de los usuarios. La compañía fue noticia este año cuando se negó a entregar los tuits y la información de localización de un presunto manifestante de Occupy Wall Street al fiscal de distrito de Manhattan cuando se le solicitó oficialmente. La batalla legal aún está en curso.

“Los usuarios de Twitter son dueños de sus tuits. Tienen derecho a estar en contra de solicitudes del gobierno que sean consideradas inválidas, y continuamos a su lado en esta lucha”, escribió el líder del litigio Benjamin Lee en Twitter.

En caso de una emergencia

Si hay una emergencia, como una amenaza de violencia creíble, las autoridades pueden intentar obtener acceso inmediato a los datos de alguien dentro de la red social al presentar una solicitud de emergencia.

Si bien no están legalmente obligados a cumplir con estas peticiones, muchas empresas, incluyendo Facebook y MySpace, tienen un centro de atención que funciona las 24 horas para atender emergencias. Facebook dice que su línea es atendida por un equipo de asistentes legales que revisan todas las solicitudes. Los oficiales de policía deben llenar un formulario explicando la situación de emergencia y la información que se necesita.

Sin embargo, no hay estadísticas disponibles para público sobre el número de solicitudes de emergencia que Facebook cumple o rechaza.

El mundo en línea es como el real en muchos aspectos: tus amigos pueden dar información de ti a policías y los detectives pueden ir de incógnito capturarte en el acto.

Pero algunos grupos como la Electronic Frontier Foundation, quieren cuestionar la idea de que la gente no tiene derecho a la privacidad de la información almacenada en línea, especialmente cuando se trata de datos de ubicación. (Incluso cuando un mensaje o foto no incluye información sobre la ubicación del público, la red social puede rastrear su ubicación al ver la dirección IP desde la que se comparte).

A la Electronic Frontier Foundation también le gustaría ver que más redes sociales luchen por sus usuarios cuando la policía solicita su información. La fundación está tratando de educar al público sobre cómo la información puede ser vista y obtenida.

“La gente publica sin darse cuenta de las consecuencias, y cualquier cambio para preservar la privacidad tiene que empezar con una mayor conciencia de parte de los usuarios”, dijo Fakhoury.