Los Espinosa siguen el curriculum escolar de Florida, el estado en donde residen.

Por Adriana Hauser, CNN

Miami (CNNEspañol.com) – Noemí Espinosa tiene solo cuatro años y sabe perfectamente donde se ubica Mongolia en un globo terráqueo. Su hermanito Tobi, tiene interés por el piano y Domenick, el mayor de todos, siente fascinación por el cuerpo humano.

Estos son algunos de los temas que su madre Anaís les enseña como parte de un programa de educación escolar en su hogar en Davie, Florida. “Lo hago porque creo que es lo mejor para mi familia”, explica esta joven madre de cuatro pequeñitos.

Su esposo Daniel, es policía, y dice que ambos son egresados de escuelas públicas y aunque aprecian la educación que recibieron, querían algo que se ajustara mejor a sus valores como familia y a sus expectativas académicas. “No empezamos con eso en mente. No es algo que desde el principio sabíamos hacer. Se va aprendiendo paso a paso”, dice Daniel Espinosa.

Agrega Anaís Espinosa que no está en contra de la educación tradicional y que cada padre sabe lo que más le conviene a sus hijos. “Yo no lo voy a hacer para tenerlos amarrados a la casa. Si ellos lo están disfrutando, yo quiero seguir así”, agregó.

Los Espinosa siguen el curriculum escolar de Florida, el estado en donde residen. Aseguran que sus hijos están al día e incluso superan las expectativas.

“Es increíble lo rápido que aprenden”, dice orgulloso Daniel Espinosa mientras relata que su hijo Dominick, de 6 años, mostró interés en la anatomía muy temprano en su educación y por ello sus padres se tomaron el tiempo de incluir esta asignatura entre sus estudios.

Esta pareja está entre un creciente número de padres que opta por esta alternativa académica. De acuerdo al “National Home Education Research Institute”, en 2010 2 millones de niños en Estados Unidos fueron educados en sus casas. El Centro Nacional de Estadísticas Escolares indica que la cifra aumentó 75% desde 1999 hasta 2007.

Las principales razones que citan los padres que optan por educar académicamente a sus hijos en casa son sus creencias religiosas, necesidades especiales de los niños y descontento con el ambiente escolar y/o el sistema educativo. Algunos estudios incluso sugieren que los niños educados en el hogar pueden llegar a superar académicamente a sus compañeros en la universidad.

Anaís Espinosa reconoce que la socialización es un aspecto importante de la educación de sus hijos e incluye en su rutina actividades en grupo que permitan la interacción con otros niños y otros adultos. Considera que “la vida real no es un salón de clases en donde todos tienen la misma edad o nivel económico”. Agrega, que sus hijos “van al mercado, hablan con la cajera, van al parque y hacen kung fu. También vamos a la iglesia”.

El costo de la educación en casa es otro atractivo para muchas familias. Los Espinosa dicen que pagan entre $300 y $600 dólares al año en la instrucción escolar en lugar de los miles de dólares que puede llegar a costar un colegio privado. “¡Y este es un colegio privado!” dice Anaís.

Pero lo más gratificante para Daniel Espinosa es el tiempo que pasa en familia, “es un tiempo que pasa rápido y nosotros queremos aprovechar y no lamentar”.