BEIJING (CNN) — El presidente chino Hu Jintao, quien se prepara para delegar el poder a su sucesor, advirtió este jueves que las fallas para lidiar con la corrupción podrían derribar el control del Partido Comunista en China.
Hu habló en el inicio del décimo octavo Congreso Nacional en Beijing, una reunión clave de los máximos funcionarios que derivará en un nuevo grupo de líderes de la nación más poblada del mundo. Después de una década en el poder, se espera que Hu delegue su prominencia en el partido al vicepresidente Xi Jinping.
“Si fallamos en manejar bien este asunto, podría ser fatal para el partido, e incluso causar el colapso el partido y la caída del Estado”, dijo Hu sobre la corrupción durante su discurso en el primer día del congreso en el Gran Salón de la Gente, en el corazón de la capital china.
Sus comentarios ante un auditorio repleto de delegados ocurrieron a la luz del escándalo político que sacudió este año al partido. La controversia involucró al hasta entonces encumbrado político Bo Xilai, quien ahora se encuentra bajo investigación criminal tras ser expulsado de sus cargos y del partido mismo.
Bo está acusado de corrupción, abuso de poder y relaciones sexuales impropias; reportes oficiales señalan que cometió “errores severos” vinculados con el homicidio de un empresario británico —un crimen por el que su esposa fue enviada a prisión— y un incidente diplomático que involucra a su antiguo jefe de policía en la localidad de Chongqing.
Más de 2.200 delegados de todo el país se reúnen en el congreso, y se disponen a seleccionar a 200 miembros del Comité Central del partido, el cual nombra al Politburó y en último término al todo poderoso Comité Permanente Politburó, que toma las decisiones en el país.
Sin embargo, la mayoría (si no es que todos) los resultados están predeterminados, luego de un largo periodo de negociaciones secretas entre los agentes de poder del partido.
El congreso en sí mismo ocurre cada cinco años. Está diseñado para asesorar el progreso del país y establecer nuevas direcciones. Cada 10 años, selecciona un nuevo liderazgo.
Este año, el trabajo de Hu en los últimos años está bajo análisis. Bajo Hu y el premier Wen Jiabao, la economía china ha continuado su crecimiento, sacando a decenas de millones de personas de la pobreza.
China es ahora la segunda mayor economía mundial y se acerca rápidamente a Estados Unidos. Pero ha habido decepciones y descontento en el trayecto, y la aclamada por Hu como una “sociedad armoniosa” está dando signos de fragmentarse.
Los líderes chinos han soportado un año tumultuoso. El velo de secrecía alrededor del partido fue develado, con reportes de divisiones y luchas internas. La caída de Bo llevó a China a su más grande escándalo político en décadas.
Bo, una vez jefe de la populosa metrópoli de Chongqing, se encuentra ahora en desgracia y a la espera de un juicio. Su esposa, Gu Kailai, está en prisión condenada por asesinar a un socio británico.
Los máximos líderes del partido han tenido que lidiar con un escrutinio inusual de sus asuntos, con las organizaciones noticiosas de Occidente publicando investigaciones sobre la riqueza acumulada de las familias de Xi y Wen.
Las autoridades chinas respondieron a los reportes bloqueando sitios en internet de las organizaciones involucradas: Bloomberg News y The New York Times. Pero el aparato de censura chino está luchando también con el rápido crecimiento de las plataformas de medios sociales, en las que la información se mueve y cambia a un ritmo vertiginoso.
China lidia en varias líneas de fallas: una creciente brecha entre ricos y pobres, un descontento creciente por asuntos como contaminación y expropiaciones agrarias, y una economía en desaceleración que necesita reformas profundas según expertos.
Hu mencionó algunos de estos asuntos este jueves junto con varios otros temas espinosos, como la seguridad alimentaria, la cobertura médica y la aplicación de la ley, reconociendo que “hay muchas dificultades y problemas en nuestro camino hacia adelante”.
Otro tema con el que el gobierno de Hu ha lidiado durante esta década es el descontento y disturbios entre los tibetanos que viven bajo el gobierno chino.
Las autoridades chinas recibieron el miércoles un recordatorio de la desilusión y desesperación de muchos tibetanos en regiones occidentales del país cuando cuatro personas se prendieron fuego para protestar por el dominio chino.
Un monje tibetano adolescente murió y otros dos resultaron heridos después de las inmolaciones ocurridas en la región con fuerte presencia tibetana de Sichuan, aseguró Penpa Tsering, vocero del parlamento tibetano en el exilio en Dharamsala, India. Una mujer tibetana de 23 años murió en un incidente distinto en la provincia de Qinghai, dijo Tsering, citando a testigos en esas áreas tibetanas.
Reportes indican que docenas de tibetanos han sido reportados en inmolaciones parecidas durante los últimos 18 meses para expresar su infelicidad bajo el gobierno chino.
En su discurso de este jueves, Hu también hizo un llamado a fortalecer la presencia china en sus zonas marítimas y costeras. China ha quedado involucrada en una disputa territorial con países como Japón, Filipinas y Vietnam por áreas que se piensa contienen grandes reservas de recursos naturales bajo su lecho marino.
El liderazgo debería “construir un poderío marítimo de China”, dijo Hu, citando la necesidad de explotar los recursos marinos y “salvaguardar resueltamente los derechos e intereses marítimos de China”.