Por Ivan Watson
(CNN) – Miembros de la oposición Siria acusaron a las fuerzas del gobierno de bombardear un hospital en la ciudad de Aleppo este miércoles, acción que causó al menos 40 personas muertas.
Ralib al-Omar, uno de los líderes del grupo opositor Yusif al-Asma, señaló que el ataque estuvo dirigido al hospital Dar al-Shifa y reportaron que entre los muertos hay dos enfermeras.
Los Comités Locales de Coordinación de Siria, una red de activistas de la oposición, informaron que un doctor también murió en el ataque.
Dar al-Shifa es una de las fuentes principales de ayuda médica para la gente de la ciudad. En un video difundido por los activistas de la oposición se observa que el ataque cayó sobre el lobby que usualmente se encuentra lleno.
Aleppo ha sido el escenario de algunos de los enfrentamientos más fuertes en el conflicto sirio que lleva 20 meses.
Las protestas contra el presidente Bachar al Asad comenzaron en marzo de 2011. El mandatario usó a la policía y el ejército para disolver las manifestaciones en su contra, lo que derivó en una guerra civil que hasta el momento ha dejado más de 37,000 muertos, según el Centro de Documentación de Violaciones en Siria, organismo de la oposición.
La mayoría de los fallecidos son civiles, mientras que cerca de 3,000 pertenecen a las fuerzas militares del gobierno, reportó el centro la semana pasada.
CNN no puede confirmar las denuncias de la oposición por las restricciones del gobierno de Siria que previenen a los periodistas reportar desde el país.
El martes, el gobierno turco solicitó a la OTAN la instalación de baterías de misiles en su frontera con Siria ante la repetida caída de proyectiles sirios en su territorio y el aumento de los combates entre los opositores y tropas sirias en la frontera con Turquía.
El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen señaló en Twitter que la propuesta de Turquía será tomada en consideración.
Un equipo de la OTAN visitará Turquía la siguiente semana para analizar los lugares donde podrían colocarse las baterías de misiles, señaló Rasmussen en un comunicado.
El presidente turco Abdullh Gul dijo a reporteros el 8 de noviembre que descartan una guerra con Siria pero que para su país es necesario tomar precauciones contra los misiles lanzados desde ese país.
El mes pasado, artillería de Siria cayó en la ciudad fronteriza de Akcakale, matando a cinco ciudadanos turcos.
Turquía ha recibido a más de 111,000 refugiados sirios, pero el gobierno turco ha señalado que miles de refugiados no oficiales viven en ciudades de su país, cerca de la frontera con Siria.