(CNN) – Siempre hemos escuchado acerca de las ventajas de la lactancia materna y la idea de que reduce el riesgo de obesidad del niño ha estado dando vueltas por décadas.
Pero un nuevo estudio publicado en la revista de la Asociación Médica Estadounidense parece refutar esta teoría. Si bien el informe sugiere que amamantar al niño tiene muchas ventajas, descarta que reduzca las chances de que el niño sufra problemas de sobrepeso.
Participantes
El estudio se realizó en Bielorrusia en hospitales de maternidad y en las clínicas afiliadas a estos. Los investigadores observaron los datos de más de 17 mil pares de madres e infantes que eran amamantados. De ellos, unos 14 mil participaron en el posterior período, entre 2008 y 2010. Para entonces, los niños tenían aproximadamente once años de edad.
El estudio solo incluyó a bebés saludables, que no tuvieran mellizos y que hubieran pesado por lo menos 2,5 kg al nacer. Sus madres los habían amamantado y no tenían ninguna condición que impidiera la lactancia.
Métodos
Se trató de un ensayo controlado aleatorio, por lo que es poco probable que factores más allá de la lactancia hayan influido en los resultados, según Richard M. Martin, jefe de la investigación de la Universidad de Bristol.
Dieciséis de las clínicas fueron seleccionadas al azar para recibir la intervención de la Iniciativa Hospital Amigo del Niño, un proyecto conjunto entre la Organización Mundial de la Salud y la ONU. La iniciativa promueve que las madres empiecen a amamantar poco de después del parto y explica su importancia a aquellas mujeres que son madres por primera vez.
Las otras quince clínicas no recibieron la intervención y continuaron con sus prácticas habituales. “Las madres no fueron estimuladas a amamantar desde el principio”, dijo Martin.
Resultados
Aquellos que recibieron la intervención tenían más probabilidades de lactancias prolongadas, en comparación con aquellos que no fueron expuestos a la iniciativa. A los tres meses, los bebés cuyas madres participaron de la iniciativa tenían siete veces más chances de ser exclusivamente amamantados.
Cuando los niños crecieron, los investigadores no encontraron diferencias significativas en el peso entre unos y otros.
Conclusiones
Aunque la intervención promovió la lactancia de los participantes, no pareció reducir el predominio de niños con obesidad o sobrepeso. Vale aclarar que Bielorrusia tiene menores índices de obesidad que los Estados Unidos.
Estudios previos publicados por Martin y colegas suyos basados en las mismas muestras documentaron varios beneficios de la lactancia. Concluyeron que en el primer año de vida, los niños que habían sido amamantados padecían menos infecciones gastrointestinales y eccemas. A los seis años, tendían a obtener mejores resultados en pruebas de coeficiente intelectual que los menos amamantados.
“Los esfuerzos para promover, proteger y apoyar la lactancia deben continuar”, señaló Martin.
Sin embargo, los impulsores de políticas públicas que buscan reducir los niveles de obesidad quizá deban concentrarse en otras alternativas.