US Secretary of State John Kerry speaks to the press prior to talks with Filipino Secretary of Foreign Affairs Albert Del Rosario at the State Department in Washington,DC on April 2, 2013.
La respuesta de Obama
01:48 - Fuente: CNN

(CNN) - Estados Unidos no aceptará que Corea del Norte se convierta en Estado nuclear, advirtió este martes el secretario de Estado de ese país, John Kerry, solo horas después de que Pyongyang anunció sus planes de reactivar una planta nuclear que cerró hace cinco años.

La decisión de Corea del Norte ocurre mientras la tensión en la Península de Corea aumenta a causa de las amenazas de Kim Jong Un de realizar un ataque contra Estados Unidos y Corea del Sur.

“La conclusión es simplemente que lo que Kim Jong Un elige hacer es provocar. Es peligroso, temerario. Estados Unidos no aceptará que el DPRK (La República Democrática del Pueblo de Corea) sea un Estado nuclear”, dijo Kerry durante una reunión en Washington con el ministro del Extranjero de Corea del Sur, Yun Byung-se.

“Reitero de nuevo que Estados Unidos hará lo que sea necesario para defenderse y defender a sus aliados, Corea y Japón. Estamos completamente preparados y somos capaces de hacerlo, y creo que la DPRK lo entiende”.

La declaración de Corea del Norte en el sentido de que reabrirá la planta nuclear demuestra el compromiso de Kim con el programa de desarrollo de armas que la comunidad internacional ha tratado sin éxito de que abandone.

“La crisis actual ha ido demasiado lejos”, dijo en un comunicado emitido desde Andorra el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon. “Las amenazas nucleares no son un juego. La retórica agresiva y las posturas militares solo resultan en contra-acciones y aumentan el temor y la inestabilidad”.

“Las cosas deben comenzar a calmarse; la situación empeorada por la falta de comunicación podría llevar a un camino que nadie quiere seguir”.

Ban insistió en que el diálogo y la negociación son el único camino para resolver la actual crisis.

La tensión en la Península de Corea ha llevado a Pyongyang a reformar su línea militar con Seúl y a poner fin al armisticio de 1953 que acabó con la guerra entre ambos países.

Estados Unidos ha hecho una muestra de su poderío militar al realizar los ejercicio anuales en Corea del Sur con vuelos de bombarderos B-2 capaces de llevar armas convencionales y nucleares.

El lunes, Corea del Sur advirtió que cualquier movimiento de provocación de parte de Corea del Norte sería respondido “sin ninguna consideración política”.

La motivación detrás del anuncio de Corea del Norte el martes sobre la reactivación de la instalación nuclear no está claro, de acuerdo con Ramesh Thakur, director del Centro de No proliferación Nuclear y Desarme en la Universidad Nacional de Canberra, en Australia.

Corea del Norte tiene entre cuatro y 10 armas nucleares, añadió Thakur. Es posible que Corea del Norte quiera usar el anuncio como moneda de cambio en futuras negociaciones o podría ser un intento del joven líder del país para reforzar el apoyo internacional, según el especialista.

“El riesgo que es que podríamos malinterpretar a uno y otro y acabar en un conflicto que nadie quiere”.

La más reciente amenaza de Corea del Norte sigue a varias que ha lanzado en semanas recientes, incluida la amenaza de un ataque nuclear a Estados Unidos y Corea del Sur.

Pyongyang está molesto por los recientes ejercicios militares de Estados Unidos en Corea del Sur, así como las sanciones impuestas por las Naciones Unidas a su reciente prueba nuclear realizada en febrero.

Mucha de la retórica belicista, dicen los analistas, no corresponde con la capacidad militar del país.

Aún así, la Marina de Estados Unidos comenzó a trasladar un barco de guerra y un radar ubicado en una plataforma marina cerca de las costas de Corea del Norte a fin de monitorear los movimientos de ese país, incluido el posible lanzamiento de un misil, informó el Departamento de Defensa el lunes.

En junio del 2008, el usualmente reservado gobierno de Corea del Norte hizo una demostración pública de la destrucción de una torre de enfriamiento del reactor de Youngbyon para mostrar que cumplía con un acuerdo para desmantelar sus instalaciones nucleares.

Dos meses más tarde, el entonces líder, Kim Jong II, se resistió a cumplir las demandas de Estados Unidos de permitir inspecciones del cierre de sus instalaciones nucleares.

Kim dijo entonces que había suspendido la destrucción de sus instalaciones y que estaba considerando restaurarlas.