(CNN) — Más de 6.000 personas murieron durante el mes de marzo en Siria, lo que convierte a este mes en el más letal desde que comenzó el conflicto hace poco más de dos años, reportó este lunes el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.
El grupo dijo que registró 6.005 muertes, más que todas las ocurridas durante los primeros meses de la guerra.
“Esto se ha convertido en una normalidad y las cifras de muertos continuarán incrementándose”, afirmó Rami Abdel Rahman, el jefe del grupo.
“Si los combates continúan y no hay una solución política para la transición, Siria será el nuevo Somalia o Afganistán, y nunca lograremos la democracia en los próximos años”, aseguró.
La cifra no incluye a gente que está en centros de detención o que han sido secuestrada por rebeldes, y cuya suerte se desconoce.
Según Rahman, el incremento en las muertes se debe a la cada vez más intensa lucha.
“Hay muchos más enfrentamientos violentos y muchas operaciones militares realizadas por ambos bandos en este periodo de tiempo”, dijo. “Además hubo fuertes bombardeos en varias áreas y un ataque suicida en la capital que mató a docenas”.
En total, unas 62,554 personas han muerto durante el conflicto, según la organización, pero según la ONU, dicha cifra supera las 70.000 personas.
En marzo murieron 298 niños, 291 mujeres, 1.486 rebeldes y 1.464 soldados del gobierno.
“Hay muchos desaparecidos, muchos muertos en prisiones que no pueden ser contabilizados”, según Rahman. “Ambos bandos están ocultando las verdaderas cifras de muertos para mantener alta la moral”.
El derramamiento de sangre también ha ayudado a incrementar el hambre, al interrumpirse las entregas de ayuda alimentaria, según el Programa Mundial de Alimentos.
“Se ha convertido en un desafío transportar alimentos de un área a la otra con nuestros almacenes y camiones que quedan atrapados en el fuego cruzado”, dijo el portavoz del programa Muhannad Hadi. Los trabajadores humanitarios a menudo deben suspender las entregas a zonas que saben que son de extrema necesidad.