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(CNN) — El Departamento de Justicia recopiló en secreto durante dos meses los registros telefónicos de los periodistas y editores de The Associated Press, reveló este lunes el servicio de noticias, en una carta que envió el secretario de Justicia de Estados Unidos.

Los registros incluyen llamadas de varias oficinas de AP y las líneas telefónicas personales de varios integrantes del personal, escribió el presidente de AP, Gary Pruitt.

Pruitt consideró que el caso es una “intrusión masiva y sin precedentes”.

“Estos registros potencialmente revelan comunicaciones con fuentes confidenciales a través de todas las actividades de recopilación de noticias realizadas por la AP durante un periodo de dos meses, proporcionan una hoja de ruta para las operaciones de recopilación de noticias de AP y divulgan información acerca de las actividades y operaciones de AP que el gobierno no tiene derecho concebible a conocer”, escribió Pruitt, director general de la agencia de noticias.

AP informó que el gobierno no le había dicho por qué quería los registros, a los que tuvo acceso la agencia el viernes pasado, de acuerdo con Pruitt.

En total, los agentes federales recolectaron los registros de más de 20 líneas, incluyendo números de teléfono personales y teléfonos de AP en Nueva York, Hartford, Connecticut, y Washington, escribió.

“Consideramos esta acción del Departamento de Justicia como una grave violación de los derechos constitucionales de AP, para recopilar y reportar las noticias”, dijo el secretario de Justicia, Eric Holder.

Pruitt reclamó que el departamento devuelva todos los registros recabados y destruya todas las copias.

La oficina del secretario de Justicia en Washington respondió que los investigadores federales buscan los registros telefónicos de agencias de noticias solo después de realizar “todos los esfuerzos razonables para obtener información a través de medios alternativos”.

“Hay que notificar con antelación al medio de comunicación, a menos de que ello suponga una amenaza sustancial para la integridad de la investigación”, dijo.

“Porque valoramos la libertad de la prensa, somos siempre cuidadosos y deliberativos en la búsqueda de un equilibrio adecuado entre el interés público en el libre flujo de información y el interés público en la administración justa y eficaz de nuestras leyes penales”.

Los agentes federales han puesto en marcha varias investigaciones sobre las filtraciones de información clasificada en los últimos años.

Holder anunció en junio de 2012 que había asignado dos abogados estadounidenses para dirigir las investigaciones sobre la posible filtración de secretos de Estado, e integrantes del Congreso se han quejado de la divulgación de información sobre campañas de guerra electrónica contra Irán, y ataques de drones de Estados Unidos en el extranjero.

Pero Pruitt escribió que la mayor parte de los registros de la AP “no pueden tener conexión plausible con cualquier investigación en curso”. La Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) pidió al Departamento de Justicia que explique sus acciones.

“La obtención de una amplia gama de grabaciones telefónicas con el fin de descubrir a un filtrador gobierno es un abuso inaceptable de poder”, expresó Ben Wizner, de la ACLU.

“La libertad de prensa es uno de los pilares de nuestra democracia, y esa libertad depende con frecuencia de las comunicaciones confidenciales entre los periodistas y sus fuentes”.