Beckham dio entrevistas a revistas dirigidas a público homosexual y reconoció públicamente que le interesaba su imagen.

Por James Masters

(CNN) — A David Beckham siempre le gustó dar efecto al balón para que rodeara a la barrera, pero cuando se trató de la barrera de la homosexualidad en el fútbol, la atravesó directamente, justo en el centro.

El excapitán de la selección inglesa anunció su retiro del fútbol este jueves; fue la primera superestrella del fútbol en aceptar su estatus de “símbolo gay”, concedió entrevistas sin reparos a las revistas dirigidas a público homosexual y habló abiertamente de sus fans gay.

Esa actitud fue el catalizador de un cambio, según el escritor y periodista Chas Newkey-Burden. “Lo que Beckham hizo fue romper el prolongado silencio que rodea a la homosexualidad en el fútbol”, dijo Newkey-Burden a CNN.

“Antes de Beckham era básicamente un tabú, pero él cambió todo eso. Se relacionó abiertamente con su fans gay, dijo que le encantaba ser un símbolo gay y que estaba feliz de que su esposa lo difundiera”.

“Fue el primero que dio entrevistas a las revistas gay; antes, ningún futbolista lo habría hecho. También cambió la concepción que la gente tiene de los futbolistas. Él es naturalmente apuesto, pero lo que no tuvo precedentes fue la atención que prestaba a su apariencia”.

Durante una entrevista con la BBC en 2007, Beckham habló de que se sentía orgulloso de que lo identificaran como “símbolo gay”. “Tal vez es porque me cuido, me gusta verme elegante y presentable la mayor parte del tiempo”, dijo en ese entonces.

“Siempre me ha gustado verme bien, incluso cuando era niño. Una vez fui paje y me dieron la opción de usar un traje o unos pantalones cortos con calcetas largas y zapatos de ballet, así que elegí los zapatos de ballet y los pantalones cortos.

Una vez, Newkey-Burden pasó cinco meses tratando de organizar una entrevista con el centrocampista; el jugador accedió finalmente después de leer uno de los artículos que el periodista había escrito acerca del fútbol y la homosexualidad en la revista Four Four Two.

“David leyó el artículo que escribí acerca de los avances que ha habido en el fútbol respecto al combate contra la homofobia”, recordó Newkey-Burden.

“Sé que se sintió muy conmovido porque escribí que había abierto la puerta al cambio y eso fue lo que lo convenció de permitirme que lo entrevistara. Hay 92 clubes que juegan en alguna liga en Inglaterra y cada equipo tiene cerca de 20 jugadores, así que, estadísticamente, debe haber algunos jugadores gay”, agregó el periodista.

“Algún día, será algo común que los jugadores salgan del clóset y David Beckham habrá tenido algo que ver en eso. Abrió la puerta y quien abre la puerta es quien hace la diferencia”.

“Beckham le dijo al mundo: ‘Soy heterosexual, soy el capitán de la selección inglesa y creo que está bien que la gente sea gay’”.

A pesar de que Beckham aceptó su estatus de “símbolo gay”, el fútbol sigue luchando contra la homofobia.

(Lee la historia de un futbolista que renuncia a la canchas para poder reconocer su homosexualidad)

En febrero, la estrella estadounidense, Robbie Rogers, anunció que se retiraría del fútbol tras “salir del clóset”, por lo que el jugador sueco, Anton Hysen, es el único jugador abiertamente gay que queda en Europa.

Tal vez Rogers regrese, ya que ha estado entrenando con el Galaxy de Los Ángeles.

Beckham también jugó un rol importante para que los futbolistas se hicieran adeptos a la moda y llamaran la atención de los principales medios, según Newkey-Burden.

“Los fans gay del fútbol no quieren admirar a 11 jugadores pulcramente peinados y con manicura”, dijo el periodista y biógrafo de celebridades que ha escrito libros acerca de Adele, Brangelina, Michael Jackson y Paris Hilton. “Siendo honestos, se sienten más atraídos al jugador tradicional como Vinny Jones o Alan Shearer. Sin embargo, Beckham estaba orgulloso de ser un símbolo gay e hizo que fuera cool”.

“Tan solo observa la cantidad de metrosexuales que han surgido gracias a Beckham. Ahora no hay problema si los jugadores tienen una melena y se visten en la forma en que lo hacen. Él ocasionó eso”.

Los jugadores ahora tratan de imitar la imagen de Beckham más que su estilo de juego.

El exjugador del Manchester United, del Real Madrid, del Galaxy de Los Ángeles, del AC Milán y del Paris Saint-Germain nunca ha temido a experimentar: usó la ropa interior de su esposa y paseó vestido con un pareo.

Su esposa, la ex Spice Girl Victoria, se ha establecido como una importante diseñadora de modas, aunque Beckham es quien dirigió a los hombres hacia el siglo XXI gracias a su buen ojo para las tendencias más recientes.

Gracias a sus cortes de pelo escandalosos y a su gusto por cuidar su apariencia y humectarse, Beckham redefinió la noción del metrosexual y presentó su propia marca de lociones.

Ya sea modelando de manera provocadora vestido con ropa interior de Armani o desfilando ante la prensa con un traje exquisitamente cortado, Beckham puso el estándar muy en alto cuando se trata de verse atractivo.

“Beckham fue la antítesis de la atroz cultura de los muchachos de finales de los noventa”, dijo a CNN el editor de moda de GQ.co.uk, Nick Carvell.

“Al ser un futbolista que claramente se sentía motivado por las tendencias de la moda y a quien le fascina la ropa, dio un giro a lo que significa ser un deportista con estilo”.

“Desde luego que ha cometido errores en el proceso (trenzas), pero por eso impone tendencias: siempre dirige, nunca sigue. Ciertamente fue una de las primeras celebridades que quitaron el estigma que rodeaba a los cuidados que anteriormente se consideraban exclusivos para las chicas (su temprana afición a las luces viene a la mente)”.

“Muchas personas dirían que le ayuda tener un cuerpo de atleta, pero hay muchos deportistas que visten horriblemente. Creo que se debe a que está dispuesto a probar cosas nuevas y a que reconoce el trabajo de un buen sastre”.

“Tal vez cuando era más joven usó ocasionalmente algún atuendo desconcertante, pero el ajuste siempre fue perfecto”.

Ese infame pareo, con el que se le fotografió en 1988, ciertamente fue un “elemento desconcertante”, pero como explica Newkey-Burden, Beckham no se arrepiente.

“Cuando lo entrevisté en 2006, le pregunté si se arrepentía de haber usado ese ‘vestido’. Dijo: ‘No, ¡es una de las cosas que volvería a hacer!’”.