Por Peter Shadbolt
(CNN) — Apretados en pequeñas y estrechas canastas —a veces van 20 o más en una sola—, hasta 200.000 perros vivos son trasladados de contrabando desde el noreste de Tailandia hacia el río Mekong, destinados para restaurantes en Vietnam, según activistas por los derechos de los animales.
Deshidratados, estresados, incluso algunos moribundos por la sofocación del viaje, estos animales suelen ser apilados hasta en grupos de 1.000 por camión para viajes que duran varios días.
“Obviamente cuando los perros están apilados uno encima de otro empiezan a morderse entre ellos porque están incómodos. Cualquier movimiento y el perro junto al que está siendo aplastado va a devolver la mordida”, dijo Tuan Bendixsen, director de la Fundación Animals Asia de Vietnam, una organización social con base en Hanoi.
El sufrimiento no termina cuando llegan a Vietnam. Una creencia popular sostiene que las hormonas del estrés y del miedo pueden mejorar el sabor de la carne, así que los perros son colocados en cajas de estrés que restringen su movimiento.
Después, los animales son apaleados hasta la muerte o degollados en frente de otros que esperan el mismo destino. En algunos casos, son desollados vivos.
“Los perros son animales muy inteligentes, así que si matas a un perro y tienes toda una caja de perros junto al que está siendo asesinado, aquéllos junto saben qué está pasando”, dijo Bendixen.
Según el grupo de derechos de los animales, los contrabandistas de perros comercian desde mascotas hasta perros callejeros de las calles de Tailandia —conocidos como perros de soi— para venderlos en Vietnam e incluso en lugares tan lejanos como China, donde un perro con pedigrí puede alcanzar un precio superior.
John Dalley, de la Fundación Soi Dog basada en Phuket, estima que 98% de los perros están domesticados y que incluso algunos usan collares y han sido entrenados para responder órdenes.
“Puedes ver todos tipos de animales de pedigrí en estos cargamentos tailandeses capturados, algunos golden retrievers, terriers de pelo largo, el que quieras”, dijo Dalley. “Algunos son comprados. Otros tomados de las calles, templos e incluso jardines de la gente”.
En el pasado, los lotes de perros callejeros eran intercambiados por cubetas de plástico, pero en estos días con creciente demanda —especialmente en los meses de invierno cuando la carne de perro es apreciada como una comida cálida— un perro en Tailandia puede alcanzar los 10 dólares. Esta cifra se eleva a 60 cuando son servidos en restaurantes de Vietnam.
Dalley afirma que los perros mascota son más buscados porque son más amistosos y más fáciles de atrapar.
Los activistas por los derechos de los animales estiman que más de 1 millón de perros son comidos cada año en Vietnam. Para los traficantes de perros en el Mekong, el negocio está en expansión.
Mientras que el comercio es ilegal en Tailandia y las autoridades hacen cateos liberando a miles de perros, los comerciantes de perros sostienen que las leyes son poco claras e incluso han iniciado contrademandas contra los operativos.
Los contrabandistas son normalmente juzgados por leyes que prohíben el comercio y transporte ilegal de animales y, sin leyes contra la crueldad animal en Tailandia, los fiscales intentan acusar a los contrabandistas con crueldad bajo leyes del código penal.
La Fundación Soi Dog y la Sociedad Tailandesa para la Prevención de la Crueldad contra los Animales luchan para cambiar eso y actualmente trabajan con el Departamento de Desarrollo Ganadero para aprobar una iniciativa de Ley de Protección animal en el Parlamento tailandés.
La realidad, sin embargo, es que los contrabandistas reciben sentencias ligeras de solo algunos meses en cárcel. Los activistas animales afirman que miles de perros incautados —rescatados de contrabandistas— que acaban en centros de cuarentena algunas veces regresan a las calles, donde el círculo de contrabando inicia nuevamente.
“No se trata de si está bien o mal comer carne de perro”, dijo Dalley. “Se trata de un comercio ilegal que vale millones de dólares al año organizado por criminales. La manera en que estos perros son transportados y, si sobreviven, asesinados, es horrible”
“Algunos de los videos que recibimos son tan horribles que incluso es difícil para los medios reproducirlos. Es tan inhumano”.