Por Matthew Casey
Nota del editor: La serie semanal Summer in the Park visita a los guardabosques en los parques nacionales más populares de los Estados Unidos para obtener recomendaciones sobre las visitas.
(CNN) — Una cría de oso pardo salpica torpemente en el Río Brooks para recibir la primera lección de pesca de su madre.
Sus patas, demasiado grandes para su cuerpo, se perfeccionarán para atrapar salmones rojos, que comenzaron su viaje en el río a finales de junio.
Atestiguar la herencia de este antiguo conocimiento de una generación a otra es una oportunidad que se da una vez en la vida, al menos desde una distancia relativamente corta, porque la mamá oso es tan peligrosa y tan cruel como el resto de las creaciones de la madre naturaleza en Alaska.
Estos osos viven en la punta de la Península de Alaska, que representa la entrada a la cadena de Islas Aleutianas, formadas por antiguas erupciones volcánicas que constituyen la geografía que eventualmente hizo la región habitable para los humanos.
La erupción del volcán Novarupta en 1912 fue la más grande del siglo XX, y cuatro años después la National Geographic Society envió a Robert F. Griggs a explorar los lagos sin fondo, las elevadas montañas y los impenetrables bosques que se convertirían en el Parque Nacional y Reserva Katmai.
El premio de Grigg fue el Valle de las Diez Mil Fumarolas, un área de 40 millas cuadradas de ceniza volcánica que en ese momento todavía ardían. Katmai, monumento nacional desde 1918 y Parque Nacional desde 1980, ofrece a sus visitantes la oportunidad de observar la naturaleza como Griggs la vio, ver a los osos, alces, águilas y los salmones junto a la gran belleza floral en Alaska.
Estadísticas del parque: en gran parte, debido a que es tan remoto, los turistas no visitaban regularmente Katmai hasta la década de 1950. El parque de 4 millones de acres recibe un promedio de 39,000 visitantes al año desde 2008, de acuerdo con los reportes del parque. Cerca de 10,000 personas acuden en julio para observar a los osos en Brooks Camp, dice el guardabosques Roy Wood.
La ubicación: Katmai está en la península de Alaska y las oficinas centrales del parque están en King Salmon. Los visitantes pueden llegar al parque en avión o barco, pero no hay acceso por caminos. Hay vuelos comerciales diarios desde Anchorage hasta King Salmon. Los visitantes también pueden comprar vuelos o viajes en bote dentro del parque.
Lo más difícil es llegar Katmai, dice Roy. Pero la entrada al parque es libre. Sin embargo, hay una cuota por acampar en Brooks Camp y necesitará un permiso para realizar fotografía o cinematografía comercial.
Conozca a nuestro guardabosques: Roy Wood es el jefe de interpretación, educación y sociedades de Katmai.
Wood llegó al Parque Nacional y Reserva Katmai hace 10 años y se enamoró de los osos pardos.
“Llegué a un punto en el que podía reconocer a los osos”, dice el también productor del documental Katmai: Alaska’s Wild Peninsula. “Dejaron de ser animales salvajes y anónimos del bosque. Se convirtieron en individuos con comportamientos e identidades. Ha sido muy divertido observar a los osos que vi cuando eran oseznos, regresar con sus propias crías”.
Katmai es hogar de más de 2,100 osos pardos protegidos. Wood dice que durante julio, de 70 a 100 de estos animales se concentran en una área de una milla cuadrada en Brooks Camp. Los osos pueden observarse desde el camino o sobre plataformas protegidas.
Los visitantes a Brooks Camp deben venir preparados con ropa adecuada para terreno rugoso y clima cambiante impredecible, lo que normalmente ocasiona retrasos en el viaje.
Los exploradores experimentados pueden ir a cualquier lugar de la costa del Pacífico donde haya juncos, una planta parecida al pasto que comen los osos, por encima de la línea de la marea alta.
El límite norte de Katmai es mejor para observar la vida salvaje en agosto y a principios de septiembre, dice Roy, pero los nombres locales no existen en un mapa y solo los pilotos que vuelan ahí los conocen.
El parque es hogar de los osos pardos, que son de la misma especie del oso grizzly, pero tienen un comportamiento diferente, de acuerdo con el guardabosques.
La recomendación es mantener una distancia media, ya que muchas veces los visitantes tienden a subestimar a este animal pensando en que no corren o son sumisos. Cuando se sienten amenazados, los osos pardos atacan y escapar sería prácticamente imposible.