Por Dave Gilbert
Londres (CNN) — Te apuntaste para viajar a Marte y ansías valientemente ir al espacio, la última frontera, para explorar un extraño mundo nuevo.
Pero la misión del Curiosity de la NASA en el planeta rojo recopiló recientemente pruebas de que los astronautas se expondrían a altos niveles de radiación por los rayos cósmicos y las partículas de alta energía que el Sol libera durante las tormentas solares. La NASA señala que un viajero a Marte recibiría una dosis de radiación equivalente a 100 veces la exposición anual promedio en la Tierra.
Eddie Semones, experto en salud y radiación de la NASA, dijo a CNN que un escudo que bloqueara completamente la radiación tendría que medir “varios metros de espesor” y sería demasiado pesado para una nave espacial.
En contraste, con el estreno de la cinta Star Trek, en la oscuridad, los aficionados a la ciencia ficción escucharon de nuevo la facilidad con la que el capitán Kirk ordena “desplegar los escudos” para que la tripulación del Enterprise quede instantáneamente protegida de la hostilidad del espacio.
Un escudo como el de Star Trek podría dejar de ser cosa de ciencia ficción… al menos eso creen los científicos del Laboratorio Rutherford Appleton (RAL) en Reino Unido, que han estado probando un sistema ligero para proteger a los astronautas y los componentes de la nave espacial de la radiación dañina.
Los británicos trabajan con colegas en Estados Unidos para diseñar un prototipo de nave espacial llamada Discovery, que podría hacer vuelos tripulados a la Luna o a Marte.
“Star Trek tiene grandes ideas, pero simplemente no tienen la obligación de construirlas”, dijo Ruth Bamford, investigadora en jefe del proyecto de escudo deflector en el RAL.
“El problema de la radiación podría interrumpir la misión. Me preocupa mucho que el problema de la radiación no se está abordando públicamente y es absolutamente esencial”.
“Incluso si los astronautas enfermaran durante tres o cuatro días, la misión podría estar en riesgo porque afecta a toda la tripulación. Además, el vómito y la diarrea en el espacio no son cosa de juego. También podría provocar una falla orgánica”, dijo Bamford.
El plan del RAL es crear una “minimagnetósfera”: un ambiente alrededor de la nave que imite al campo magnético de la Tierra y recree la protección de la que disfrutamos en el planeta.
“En la Tierra, estamos protegidos en gran parte por la atmósfera, pero el campo magnético de la Tierra forma la primera línea de defensa para la vida”, explicó Bamford.
“Descubrimos que si colocas un campo magnético alrededor de un objeto que se encuentra en un flujo de plasma, los electrones, que son muy ligeros, seguirán al campo magnético que colocaste, pero los iones (átomos o moléculas que han ganado o perdido sus electrones originales), los iones realmente veloces, seguirán de largo… no seguirán las líneas del campo magnético”.
“Obtienes un campo eléctrico constante que puede ser suficiente para refractar o desviar la radiación para que no penetre en la cavidad magnética que creaste… lo suficientemente parecido a la Tierra como para que los astronautas puedan sobrevivir”.
Un equipo de una universidad en Washington, Estados Unidos, también propuso el concepto de la minimagnetósfera para aprovechar los vientos solares y crear un sistema de propulsión.
También se están explorando otras ideas para el escudo. La Fundación Inspiration Mars, dedicada a enviar a una tripulación a Marte, propuso recubrir las paredes de la nave con agua, alimentos e incluso desechos humanos para ayudar a proteger a los astronautas.
Los primeros resultados son “satisfactorios”
La revista New Scientist reportó recientemente que los “hidrocarburos que se encuentran en el excremento y los alimentos son buenos candidatos para un escudo contra la radiación”.
En el artículo se agrega: “El proyecto de Muros de Agua de la NASA recurre a un concepto similar, pero Inspiration tiene que lograr que funcione en la realidad”.
Bamford cree que los conceptos que explora la ciencia ficción son una representación útil para los científicos cuando tratan de explicar su labor.
El escudo deflector del RAL que ayudó a desarrollar se probó en un modelo a escala dentro de un reactor de fusión que produce un plasma parecido al que contienen los vientos solares. Bamford dijo que estaban encantados con los resultados.
Ahora, el equipo del RAL espera que el proyecto pueda crecer y que vuele en una nave real. “Primero, necesitamos una demostración de la tecnología en el espacio, digamos que en unos cinco años”, dijo Bamford.
“Es bastante realista para una nave especializada, pequeña y no tripulada. Estoy segura de que nuestra idea funcionará. Funciona. Hay que hacer varias mejoras para que funcione mejor, tal vez deberíamos consultar a Scotty”.