Por Bryony Jones
Londres (CNN) — Entre toda la emoción y cobertura mediática sobre la anticipada nueva adición a la familia real, puedes creer que sabes todo lo que podrías querer sobre los bebés reales. Pero sabías que…
Un ministro del gobierno solía estar presente en los nacimientos de la realeza, para asegurarse de que el bebé no fuera cambiado
Se cree que la práctica comenzó en 1688, cuando docenas de oficiales vieron a María de Módena, esposa de Jaime II, dar luz a un hijo, para acabar con los rumores de que María no estaba realmente embarazada y que el bebé iba a introducirse secretamente en la habitación en un orinal.
La tradición continuó hasta el siglo XX. El último nacimiento de la realeza en ser atestiguado por un ministro del gobierno fue el de la prima de la reina Isabel II, la princesa Alexandra en 1936, y la práctica solo fue detenida oficialmente poco antes del nacimiento del príncipe Carlos en 1948.
Los esposos de la realeza no siempre han asistido al nacimiento de sus hijos
La reina Isabel II puede que no haya tenido que enfrentarse con la interferencia ministerial en su plan de parto, pero tampoco tuvo a su esposo allí para apoyarla; mientras daba a luz al príncipe Carlos, el príncipe Felipe, duque de Edimburgo, estaba ocupado jugando squash.
El príncipe Carlos estaba presente cuando Diana dio a luz al príncipe Guillermo, pero Guillermo en sí puede que no esté presente en el nacimiento de su propio hijo (que se espera sea cualquier día a partir de ahora) si está en el trabajo como piloto de rescate y búsqueda cuando llegue el gran momento.
Si por alguna razón Guillermo no puede llegar al hospital a tiempo, se reporta que la duquesa de Cambridge le pidió a su madre, Carole Middleton, que esté allí para apoyarla.
La reina Victoria fue la primera miembro de la realeza en utilizar anestesia en el parto
A la monarca que reinó durante mucho tiempo y madre de nueve hijos se le dio cloroformo para aliviar el dolor en los partos de su octavo y noveno hijo, el príncipe Leopoldo (nacido en 1853) y la princesa Beatriz (nacida en 1857).
Se le acredita a su decisión de optar por un anestésico la popularización del uso de analgésicos en el parto entre las personas ricas de ese tiempo.
John Snow, el médico que administró el medicamento, es mejor conocido como uno de los padres fundadores de la epidemiología, después de que rastreó un brote mortal de cólera en una bomba de agua en Soho.
El príncipe Guillermo fue el primer heredero al trono en nacer en un hospital
Guillermo nació en la Sala Lindo privada del Hospital St. Mary en Paddington el 21 de junio de 1982. Su hermano nació en el mismo hospital dos años después, y se espera que el nuevo hijo o hija de Guillermo también llegue al mundo allí.
Aunque eso podría parecer lo normal, de hecho fue algo que rompió con la tradición; hasta ese entonces, todos los herederos al trono habían nacido en su hogar (o al menos en alguna de las casas de la familia real).
El príncipe Carlos nació en el Palacio de Buckingham; Isabel II nació en la casa Mayfair de su abuelo en 1926, aunque en ese momento no se esperaba que se convirtiera en reina ya que su tío, y no su padre, era el siguiente en línea al trono.
Los bebés reales con títulos no tienen apellidos
Los miembros de la familia real son famosos por tener muchos nombres; el príncipe Guillermo fue bautizado como William Arthur Philip Louis, y su padre es Charles Philip Arthur George, pero muchos (aquellos con el título de Su Alteza Real) no tienen apellido.
El príncipe Guillermo y el príncipe Enrique utilizaron “Gales” en la escuela y durante sus carreras militares, pero esto viene del título oficial de su padre como príncipe de Gales. Guillermo y Catalina pueden continuar con esto para su bebé.
Como descendientes de la reina Isabel II y el duque de Edimburgo, también podrían utilizar Windsor, o Mountbatten-Windsor; ambos son invenciones relativamente nuevas, adoptadas en la Primera Guerra Mundial para disfrazar los orígenes alemanes de la familia.
Alternativamente, los próximos padres reales podrían optar por fundar su propia dinastía, al utilizar “Cambridge” como apellido.