(CNN) — Ariel Castro, el hombre acusado de retener contra su voluntad por una década a tres mujeres en su casa de Cleveland, Ohio, aceptó este viernes un acuerdo con la fiscalía que evitará que sea condenado a la pena de muerte por los cargos de secuestro y asesinato agravado.
El acuerdo dará un respiro a las tres mujeres en el centro del caso, al no tener que testificar ante la corte y recordar los horrores que pasaron mientras estuvieron secuestradas dentro de la casa de Castro.
El juicio contra Castro estaba programado para comenzar el próximo 5 de agosto.
El exconductor de autobús aceptó ser condenado a cadena perpetua, más de 1.000 años de prisión, además de que no será elegible para solicitar libertad anticipada por 937 cargos que incluyen el de asesinato agravado, por causar que una de las jóvenes que mantuvo cautivas abortara.
Castro había sido acusado en total de 977 cargos, pero al aceptar el acuerdo, 40 de los cargos fueron retirados.
A principios de este mes, Castro ya se había declarado no culpable, y aunque estaba bajo custodia, se le había ofrecido la posibilidad de pagar una fianza de 8 millones de dólares que no pudo pagar.
Castro secuestró a Michelle Knight, Amanda Berry y Gina DeJesus entre 2002 y 2004, de acuerdo con las autoridades.
Las mujeres, y una hija de seis años de Amanda, fueron liberadas en mayo pasado luego de que ella gritó por ayuda mientras Castro estaba fuera de la casa. Pruebas de ADN confirmaron luego que Castro es el padre biológico de la niña.
Sus pedidos de ayuda fueron escuchados por Charles Ramsey, que se encontraba comiendo afuera de su casa.
Cuando Charles se acercó a la puerta delantera de la casa de Castro, Amanda le imploró que la liberara, ya que había estado ahí adentro “por largo tiempo”.
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La mujer entonces pidió que le dieran un teléfono para llamar a la policía. En la llamada se identificó como Amanda Berry y dijo que había estado secuestrada por 10 años.
La última vez que se vio a Amanda fue tras terminar su turno en un Burger King en Cleveland en 2003, un día antes de su cumpleaños 17.
En tanto, Gina desapareció casi un año después, en abril de 2004, cuando tenía 14 años, mientras que Michelle había desaparecido un par de años antes, en 2002, a la edad de 21 años.
A principios de este mes, las tres mujeres aparecieron en un video donde agradecieron a todos los que las han ayudado desde que recuperaron su libertad.