Por Jennifer Vineyard, especial para CNN
(CNN) — Cuando Hugh Jackman llamó por primera vez al director para Wolverine: Inmortal, James Mangold le dijo que había tenido una inspiración después de leer el guion. Mangold quería hacer que el set de filmación en Japón fuera similar a The Outlaw Josey Wales al hacer al mutante como un Josey Wales con poderes de curación. Jackman no había visto la película clásica de Clint Eastwood, así que Mangold le envió una copia.
“Siento que en tonalidad, le daría una pista de lo que hablo”, dijo el director.
El director comenzó a pensar en la profunda afinidad entre las películas western de pistoleros y las películas samurái con peleas de espadas. Mangold pensó que esa atracción entre ambas les ayudaría a que Wolverine: Inmortal se destacara del resto de las películas de X-Men.
La entrega ocurre después de X-Men 3: La Batalla Final, mientras Wolverine se retira tras matar al amor de su vida, Jean Grey/Fénix Oscura y se dirige a Japón.
La trama se basa en el cómic de Chris Claremont y Frank Miller y Mangold pensó en este filme como Hugh Jackman en un western en Japón, sin el caballo. Para que esta mezcla tuviera sentido, el director tuiteó imágenes de las 10 inspiraciones principales para Wolverine: Inmortal, desafiando a los fanáticos para que las identificaran.
Los fanáticos astutos de la obra de Mangold (que incluye Cop Land, Walk the Line y 3:10 TO Yuma) pudieron haber identificado el filme de 1959 de Yasujiro Ozu Floating Weeds, debido a que el director lo citó como una de las mejores películas de todos los tiempos así como una influencia grande para su primera película Heavy.
“Ozu es el director japonés más subestimado en mi mente”, dijo Mangold. “Para mí, todo el viaje que Logan toma al sur del área de Nagasaki, es casi como el viaje en tren en reversa que la pareja mayor toma en Tokyo Story”.
“Pero también se trata de esa sensación de belleza y simplicidad de la vida rural japonesa”, añadió.
“Cuando comencé a explorar Japón, el mundo de las películas de Ozu todavía existe. Vas al sur, te encuentras en una villa pesquera sencilla y parece que no cambió desde el periodo de la posguerra”.
Representar la bomba atómica que cayó en Nagasaki en Wolverine: Inmortal y la recuperación de la comunidad, fue una alegoría útil para el personaje de Jackman: “De todo el dolor, la catástrofe y pérdida que sufrió en su vida, está en un lugar que sigue adelante”, dijo Mangold. “Viven, aman, a pesar de las atrocidades que ocurrieron”.
También en la lista de los mejores filmes de todos los tiempos de Mangold está Black Narcissus de 1947, sobre un grupo de monjas que establecen un convento. Fue una influencia en una de sus películas más aclamadas Inocencia interrumpida.
“Con respecto a Inocencia interrumpida, es un universo limitado con todas estas mujeres atrapadas en un lugar”, dijo Mangold. “Pero en Wolverine: Inmortal es el tono, que es realista y soñador, la sensación de viajar a una tierra exótica y la sensualidad enterrada en este nuevo lugar”.
Mangold plantó una toma como un homenaje directo a Black Narcissus en Wolverine: Inmortal cuando una mujer escapa de un edificio y parece estar a punto de arrojarse de un precipicio al mar.
“Esa es de la secuencia final de Black Narcissus”, dijo Mangold, “de cuando la monja que se vuelve loca persigue a Deborah Kerr y las muestran hacia abajo con los acantilados”.
En el frente de los westerns, Mangold cita a dos clásicos: Shane de 1953 y la película de Eastwood de 1976 The Outlaw Josey Wales.
“Shane es por el forajido oscuro que es llevado de vuelta a la ciudad, viene a un pueblo nuevo y cambia las vidas de todos pero no se puede quedar”, dijo Mangold. “Es un soldado de la fortuna y un vagabundo. Logan es como ese héroe western, un hombre que nunca puede dejar de mudarse”.
En The Outlaw Josey Wales, el personaje de Eastwood pierde a su esposa e hijos al comienzo y eso lo embarca en un viaje construido en su rabia y pérdida; que hace eco no solo de la pérdida de Jean Grey que tuvo Logan sino en la pérdida percibida de su mentor, el Dr. Charles Xavier, que aparentemente fue destruido por Fénix Oscura.
“También es un viaje”, dijo Mangold “y cómo el enemigo no es claro. Es una especie de laberinto. También se trata de un soldado herido que intenta llegar a casa de nuevo. Al final de Josey Wales, no es como que salga victorioso contra cualquier enemigo. Solo que literalmente encuentra un nuevo lugar para vivir y amar de nuevo y tiene la valentía para hacerlo”.
Después, por supuesto, están las películas samurái como The Samurai Trilogy: Samurai I: Musashi Miyamoto de 1954, Samurai II: Duel at Ichijoji Temple de 1955 y Samurai III: Duel at Ganryu Island de 1956.
“La imagen es increíblemente fantástica”, dijo Mangold. “No es el tipo de desolación que encontrarías en las películas de Kurosawa. Son extremadamente líricas y coloridas, con sets hermosas, diseño hermoso y un uso de color hermoso”.
Dos filmes noir también están en la lista de Mangold: el thriller de 1971 de William Friedkin, The French Connection y el filme neo-noir de 1974 de Roman Polanski, Chinatown. Mangold dijo que valora todas las películas más allá de la inspiración que proporcionaron para su proyecto más reciente.
“Todas estas películas son enormes para mí de todas formas”, dijo. “Y me hablaban mientras trabajaba en el guión y me preparaba para esta filmación. Pero han sido un punto de referencia para mí en toda mi vida”.