Por David Kusnet, especial para CNN
Nota del editor: David Kusnet fue el principal escritor de discursos del presidente Bill Clinton de 1992 a 1994. También es el escritor principal y director de Podesta Group, una compañía de relaciones del gobierno y relaciones públicas.
(CNN) – Una encuesta de CNN muestra que 61% de los estadounidenses que vieron el discurso del presidente Obama —en el horario de mayor audiencia— apoyaron su política respecto a Siria.
Debido a que, días antes del discurso, algunas encuestas mostraban que había hasta dos tercios de oposición a las acciones militares en contra de Siria, este sondeo sugiere que Obama logró lo que los presidentes rara vez logran hacer: cambiar la opinión de la gente, aún si es sólo de forma temporal.
¿Cómo lo hizo? En sólo 15 minutos, el presidente Obama expuso sus puntos de vista de manera simple y directa. Quien tenga que debatir un asunto de controversia en el tribunal de la opinión pública, puede aprender de lo que el presidente dijo, y de la manera en que lo dijo:
Identificarse con la audiencia. Al dirigirse a un público cansado de la guerra, el presidente Obama empezó diciendo que él se había “resistido a la decisión de tomar acciones militares” en Siria antes de que “el gobierno de Assad gaseara a muerte a más de miles de personas”. El mensaje: El terrible evento que cambió mi opinión, también debería cambiar la de ustedes.
Contar una historia. Obama contó cómo la comunidad mundial declaró que las armas químicas estaban “fuera de límites, consideradas como un crimen en contra de la humanidad y una violación a las leyes de la guerra”. Su historia inició con el uso mortal de gas en las trincheras, durante la Primera Guerra Mundial, y continuó con el uso que los nazis hicieron de gas venenoso en el Holocausto.
Aclarar el panorama. Al haber dado ya los argumentos respecto a derechos humanos, el presidente Obama explicó por qué las armas químicas son una amenaza para los estadounidenses. Si Assad no es castigado, “nuestras tropas enfrentarían la posibilidad de que haya un armamento químico en el campo de batalla”. Los terroristas podrían obtener estas armas y usarlas en contra de civiles. Irán podría decidirse a fabricar armas nucleares.
Invocar el sistema estadounidense. Algunos oponentes advierten que él está iniciando una nueva guerra deliberadamente. Otros lo catalogan de indeciso, porque ha retrasado la acción militar. El presidente Obama dijo que estaba llevando el debate al Congreso, a pesar de que mantiene que no sería necesario, porque “nuestra democracia es más fuerte cuando el presidente actúa con el respaldo del Congreso”.
Responder preguntas. Al igual que las preguntas frecuentes que encuentras en un sitio web, gran parte del discurso respondió preguntas que el presidente Obama dijo habían sido formuladas por miembros del Congreso y ciudadanos, tales como “¿Esto no nos irá a poner en dirección a otra guerra?” El presidente Reagan también expuso sus puntos de vista al contestar preguntas que ciudadanos le habían formulado por medio de cartas. Cuando participó en una Sesión Conjunta del Congreso después de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, el presidente George W. Bush respondió preguntas, así como Winston Churchil lo hizo en su participación en programas de radio durante la Segunda Guerra Mundial.
Dar noticias estimulantes. Casi al final de un discurso que pudo haber sido completado varios días antes, el presidente Obama discutió los últimos eventos respecto a la propuesta rusa de que Siria entregara su armamento a las autoridades internacionales. Sí, la transición no sonó tan bien, pero quienes escuchaban el discurso estaban más interesados en escuchar noticias alentadoras que en una retórica elegante.
Apelar al patriotismo estadounidense. El presidente Obama dijo que Estados Unidos es “diferente” porque enderezamos los males cuando podemos. En respuesta a las críticas comunes de que él no cree en el “Excepcionalismo estadounidense”, concluyó con lo siguiente: “Eso es lo que hace que Estados Unidos sea excepcional… Nunca perdamos de vista esa verdad esencial”.
Con argumentos centrados y una noble conclusión, el discurso de anoche fue un modelo de cómo cambiar el parecer de una audiencia, punto por punto.
Las opiniones de esta columna son exclusivas de David Kusnet.