Las joyas podrían haber estado en un avión de Air India que chocó contra el Mont Blanc en 1950.

Por  Saskya Vandoorne

(CNN) – Parece la primera escena de una película de Indiana Jones.

Un joven que escalaba un glaciar francés encontró un alijo de joyas brillantes envuelto en bolsas con el sello “Made in India”; restos, quizás, de la carga de un avión accidentado llamado “Malabar Princess”.

¿Pero qué es lo mejor? La historia es verdadera.

Sucedió este mes en un glaciar junto al pueblo francés de Chamonix, dijo el jefe de la policía de Albertbille, Sylvain Merly.

El escalador —que según Merly pidió mantenerse anónimo— encontró las joyas dentro de una caja de metal sobre un glaciar. Las entregó a la policía en Bourg-Saint-Maurice el 9 de septiembre.

Merly se negó a describir las piedras preciosas, pero de acuerdo a medios franceses se trata de rubíes, zafiros y esmeraldas. Tienen un valor de entre 130.000 y 246.000 euros(entre 175.000 y 331.600 dólares), dijo Merly.

Las autoridades francesas intentan rastrear el dueño de las joyas. Si no puede ser comprobada la propiedad, el montañista de veintitantos años podría recibir una parte de su valor, dijo Merly.

Las gemas pueden provenir del choque en 1950 de vuelo 245 de Air India, llamado “Malabar Princess”. El avión chocó contra el Mont Blanc durante una tormenta, matando a 48 personas a bordo. Cuando se estrelló, la aeronave se preparaba para hacer una escala en Ginebra, Suiza, pues volaba de Bombay a Londres.

Las autoridades en Francia dicen que también es posible que las joyas hubieran podido estar a bordo del vuelo Boeing 707 de Air India, el “Kanchenjunga”, que chocó en casi el mismo lugar 16 años después. Una maleta diplomática del vuelo fue recuperada el año pasado.

Para agregarle un poco más de intriga a la historia, el accidente de 1966 es el centro de una teoría de conspiración que sugiere que el vuelo de Air India, que llevaba al padre de la industria nuclear india, Homi Bhabha, fue derribado por un jet de combate o por un misil.

Los escombros de los choques aparecen frecuentemente en la base del glaciar, incluyendo piezas de metal, cables o incluso partes del tren de aterrizaje que fueron descubiertas en 1986, según dice el sitio turístico Mont Blanc.