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Por Ashley Killough

(CNN) — La tasa de aprobación del Congreso casi alcanza su nivel histórico más bajo. Los republicanos y los demócratas se lanzaron insultos unos a otros y entre ellos mismos. El circo político en Washington llegó incluso hasta Saturday Night Live, en un sketchprotagonizado por Miley Cyrus.

Parecía que nada podría contra el bastión de los partidos que dejó al Capitolio paralizado en las semanas previas y durante el cierre parcial del gobierno. Pero al mismo tiempo que algunos legisladores prometían atrincherarse y mantenerse firmes en sus posturas, un grupo bipartidista de 14 senadores trabajaba tras bambalinas para generar un plan y poner al país de nuevo en camino y así evitar un posible incumplimiento de pagos.

Siete republicanos, seis demócratas y un independiente se juntaron después de que la senadora Susan Collins de Maine irrumpió en el Senado el 5 de octubre, un sábado, y exhortó a la Cámara a trabajar en conjunto, a “dejar de pelear y comenzar a legislar”.

La senadora que lleva tres periodos y que contenderá para la reelección el próximo año, recibió una llamada de otras dos republicanas ese mismo día, la senadora Kelly Ayotte de New Hampshire y Lisa Murkowski de Alaska. Desde ese momento se pusieron a trabajar.

El senador Joe Machin de West Virginia se convirtió en el primer demócrata en apuntarse. A él le siguieron los legisladores de todas partes de país: los senadores Mark Pryor, D-Arkansas, Amy Klobuchar, D-Minnesota; Joe Donelly, D-Indiana; Heidi Heitkamp, D-Dakota del Norte; Jeanne Shaheen, D-New Hampshire y Angus King, I-Maine.

Los senadores republicanos John McCain de Arizona, Mike Johanns de Nebraska, Mark Kirk de Illinois y Jeff Flake de Arizona también se sumaron al esfuerzo. Una semana después, con más miembros en sus filas, el grupo presentó su plan de reabrir el gobierno y elevar el techo de la deuda.

El líder de la mayoría en el Senado, Harry Reid, lo rechazó. Pero el Senado no tenía que empezar desde cero. Algunos de los elementos del plan fueron incorporados al acuerdo final al que llegaron Reid y el líder de la minoría en el Senado, Mitch McConnell, el miércoles, en la víspera de la fecha límite para evitar la suspensión de pagos.

Al igual que el nuevo acuerdo, el marco de trabajo de Collins reabrió el gobierno, pospuso la fecha límite, incluyó cláusulas de verificación de ingresos para prevenir fraudes en el programa Obamacare y exigió una conferencia presupuestaria entre las dos cámaras de comercio.

Lo más importante es que el plan pareció encender el fuego bajo los líderes del Senado y comenzaron a tomar forma las señales de avance y las pláticas algunos días después de que se dio a conocer el plan de Collins.

¿Pero quiénes son estos legisladores? ¿Y por qué son capaces de trabajar juntos? Cuatro de ellos se incorporaron al Senado este año. Seis de ellos son mujeres. Tres contenderán por la reelección el próximo año. Uno de ellos se retirará.

Todos ellos se consideran moderados en sus respectivos partidos y muchos vienen de estados con un clima político mixto. Para estos senadores, el riesgo político de alinearse con “el otro lado” no es tan alto. Pero con un país que se polariza cada vez más, los legisladores que se encuentran en esas situaciones se están convirtiendo en una raza poco común.

“Este grupo de 14 personas está comprometido con mantenerse junto para hacer frente a otros temas de importancia”, dijo el miércoles McCain. “Ésta no es la última crisis que tendremos que sortear. Pero creo que tenemos el marco de trabajo para el tipo de bipartidismo que el público estadounidense necesita y quiere”.

En un golpe sutil al senador republicano Ted Cruz, de Texas, Klobuchar dijo que la definición de “valentía” es trabajar al otro lado del pasillo. “No se trata de pararse aquí uno solo y pronunciar un discurso que nadie escuche”. Cruz fue famoso por hablar durante 21 horas en el Senado en los días anteriores al cierre.

Si bien reconoció que las analogías con el deporte son clichés, Murkowski argumentó que llevar el balón al otro lado del campo es trabajo de equipo.

“Si sólo es un persona, no se llega a ningún lugar”, dijo. “No podemos trabajar juntos como individuos y esperar que logremos realizar el trabajo necesario… debemos trabajar juntos”.

Tanto la Cámara de Representantes como el Senado tendrán la oportunidad de trabajar lado a lado mientras sus comités presupuestarios discuten un plan a largo plazo para los meses venideros. La pregunta es si pueden invocar el mismo espíritu que demostró tener el reciente grupo de 14 senadores, ya que si fracasan, el circo comenzará de nuevo.