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Por Cody Lyon

(upwave) — El rumor: Es posible intoxicarse con cafeína.

Mientras conducía por una carretera de Ohio, pocos minutos después de haber ingerido cinco comprimidos de cafeína Magnum 357, Christian Brenner comenzó a vibrar, así como los automóviles en el espejo retrovisor. Afortunadamente, Brenner consiguió hacerse a un lado y caminar un poco en un esfuerzo por tranquilizarse.

En la actualidad renuncia a la cafeína, incluso el café, la secuela de lo que él dice fue una clara intoxicación por cafeína.

El veredicto: Sí, se puede tener una sobredosis de cafeína. El truco está en conocer a su cuerpo, prestar atención a lo demás que ha ingerido y en hacer la tarea en cuanto a las bebidas energéticas. La cafeína actúa como un estimulante en los humanos. Se puede encontrar en las semillas, hojas y frutas de plantas como el café o nueces de cola.

“Las dosis seguras de la cafeína se encuentran generalmente entre los 200 y 300 miligramos, o entre dos a cuatro tazas de café al día”, dice el Dr. David Seres, profesor asociado de medicina clínica en la Universidad de Columbia.

Existen muchos informes que dicen que la cafeína es beneficiosa. Algunos estudios la denominan un protector potencial de enfermedades como el Parkinson e incluso de algunos tipos de cáncer.

Sin embargo, esos comprimidos de Magnum 357 que Brenner ingirió contienen 200 miligramos de cafeína cada uno, lo que significa que se tomó alrededor de 1.000 miligramos de cafeína en un sólo trago.

Tome nota: Las bebidas energéticas como Red Bull por lo general contienen 80 miligramos de cafeína en una lata de ocho onzas. Algunas de las latas más grandes (como la de Monster de 16 onzas) contienen hasta 240 miligramos. Mientras, una taza con 16 onzas de café (imagínese un venti en Starbucks) contiene más de 300 miligramos.

Barbara Crouch, directora ejecutiva del Centro de control de intoxicaciones de Utah, dice que, a diferencia de los bebedores de café, a los consumidores de bebidas energéticas (en especial los jóvenes) les gusta beberse no una, sino dos o tres de las bebidas energéticas para tener un buen subidón antes de un entrenamiento fuerte, una práctica de fútbol o tal vez para mejorar una noche de baile.

“Beber más de una bebida energética es diferente a tomar a sorbos una taza de café, el cuerpo las metaboliza de forma distinta”, dice y agrega que los factores como la estatura, la edad, el sexo, las interacciones de los medicamentos, los niveles de hidratación y la cantidad de alimentos en el estómago pueden tener efectos distintos en personas distintas cuando se tienen atracones de cafeína. “Sí, por supuesto que existe la intoxicación por cafeína, y la dosis es lo que básicamente hace al veneno”, dice.

Pero Crouch tiene un mayor pleito con los fabricantes de bebidas energéticas: Dice que muchos de ellos no son completamente explícitos en los ingredientes. Seres señala que muchos aditivos “naturales” -como el guaraná, la taurina y el así llamado “ginseng siberiano”- no han sido plenamente probados.

“Las bebidas energéticas contienen otros ingredientes ‘naturales’, que podrían contener cantidades adicionales de cafeína”, dice Seres. “También es probable que contengan hierbas con efectos estimulantes que no han sido probadas en cuanto a su seguridad o que interactúen con medicamentos recetados, y otras sustancias farmacológicamente activas”.

Pero James Coughlin, un experto en seguridad de alimentos, nutrición, químicos y toxicología, en Los Ángeles, consultor de la American Beverage Association (el grupo industrial que representa a las compañías de bebidas energéticas), se opone a esto.

“La cafeína contenida en el guaraná de una bebida energética es solamente alrededor de un miligramo, contra los 80 miligramos de la cafeína sintética agregada por la empresa de las bebidas como Red Bull”, dice. “La dosis letal de la cafeína es de 10 a 20 gramos de cafeína pura en polvo, de manera que si intentara suicidarse con cafeína, probablemente primero tendría que ahogarse en el líquido si lo hiciera con café -y más aún si fuera con una bebida energética”.

Coughlin dice que es un mito la idea de que las empresas de bebidas están agregando cafeína en las bebidas energéticas por medio de otros ingredientes.

Aún así, sería difícil negar los titulares que alegan que ha habido un incremento en las visitas a las salas de urgencias relacionadas con las bebidas energéticas. Un muy citado informe de 2011 de la Administración de abuso de sustancias y servicios de salud mental afirma que las visitas a las salas de urgencias relacionadas con las bebidas energéticas aumentaron de 10.068 visitas en 2007 a 20.783 en 2011.

Toda la prensa sobre bebidas energéticas llevó a la Federal Drug Administration a decir que examinará nuevamente a los alimentos con cafeína, y que planea concentrarse en cómo las bebidas energéticas afectan a los jóvenes.

“Contrataremos al Instituto de Medicina para llevar a cabo una reunión pública para obtener información científica adicional y la aportación de los expertos en la cafeína, además de acercarnos activamente a la industria alimenticia y a los profesionales sanitarios para discutir las preocupaciones sobre la cafeína en los alimentos convencionales y los suplementos dietéticos”, dijo la portavoz de la FDA, Teresa Eisenman.

Crouch, sin embargo, previene que las personas también deben de controlar el consumo de la cafeína de otras fuentes.

“De manera que se toma esa taza de café, pero he aquí que decide comerse una barra de chocolate extra negro”, dice. “O se bebe un refresco. O tal vez se toma un comprimido para la alergia o un suplemento dietético “. A decir verdad, las personas algunas veces no leen la letra pequeña en las etiquetas sobre las propiedades estimulantes de todos estos productos.