(CNN Español) – Este martes se prevé que el senado de Uruguay apruebe la ley que legaliza y regula el mercado de la marihuana y permite el autocultivo.

Luego de que el presidente José Mujica la promulgue, Uruguay será el primer país que no sólo legaliza la marihuana, sino el primero en el que su venta queda en manos del Estado.

El proyecto de ley fue aprobado por la Cámara Baja del Parlamento en julio, con 50 de los 96 votos. También cuenta con el apoyo del presidente José Mujica. Si es aprobado, el gobierno uruguayo tendría la autoridad para regular la producción, distribución y venta de marihuana. La legislación también cuenta con el apoyo del Frente Amplio, el partido de Mujica.

El proyecto de ley se basa en la premisa de que si “el Estado asume el control y regulación de las actividades de importación y exportación, siembra, cultivo, cosecha, almacenamiento, comercialización y distribución” de la marihuana, entonces los males del narcotráfico serían reducidos y la calidad de las plantas mejoraría, en beneficio de los pacientes y poniendo los narcotraficantes fuera del negocio.

El proyecto de ley permitiría a los individuos tener hasta seis plantas de marihuana y poseer hasta 480 gramos para uso personal. También podría haber clubes de marihuana de 15 a 45 miembros con el permiso para cultivar hasta 99 plantas a la vez.

Los usuarios tendrían que registrarse, y aquellos que afirman consumir cannabis por motivos médicos tendrían que mostrar una receta médica. La marihuana también se vendería en las farmacias con licencia.

Pero muchos en el país tradicionalmente católico de 3,3 millones de personas se sienten que los legisladores están adoptando una política errónea por las razones equivocadas. Alfredo Solari, un senador del opositor Partido Colorado, dice que hacer que la marihuana esté disponible puede crear mayores niveles de adicción.

Los defensores del proyecto de ley dicen que la legislación aborda algunas de las preocupaciones expresadas por la oposición. Por un lado, los infractores de la ley se enfrentarían a penas de 20 meses a 10 años de prisión. A los mejores de 18 años no se les permitiría consumir marihuana bajo ninguna circunstancia. La legislación también exige clases obligatorias en escuelas públicas orientadas a la prevención de drogas, y la publicidad de cannabis en cualquiera de sus formas será prohibida terminantemente.

Con información de Darío Klein y Rafael Romo.