Por Héctor Manuel Castro, CNN en Español

(CNN Español) – Su nombre es Alex Mesa, un atleta colombiano residente en el sur de la Florida, que descubrió hace dos décadas que es portador del VIH, y que desde ese momento decidió correr hacia atrás, como una forma de luchar contra su enfermedad.

Lo que comenzó como una diversión, se convirtió en un estilo de vida que lo ha llevado incluso a ganar competencias internacionales de hasta 8 kilómetros.

Con orgullo, este corredor de 45 años enseña las medallas y los trofeos ganados en carreras y su rostro irradia una felicidad que es difícil imaginarse teniendo en cuenta que lleva dentro un virus que lo debilita.

Las adicciones pasadas de Alex le han pasado factura, y padece de cirrosis y hepatitis C, dolencias que lo han llevado al borde de la muerte en varias ocasiones.

Pero sin más impulso que sus ganas de vivir, Alex ha logrado sobreponerse y hoy continúa corriendo hacia atrás por las calles de South Beach, en Miami.

“La manera en la que corro me motiva diariamente, y ahora salir a hacer mi deporte es mi única adicción”, manifiesta Mesa, quien es observado y fotografiado por muchos turistas mientras se desplaza a paso veloz en contravía.

Sin embargo, los medicamentos que toma a diario le provocan fuertes dolores y dificultan su atípica forma de correr, pero Alex no se rinde y afirma que seguirá corriendo mientras Dios se lo permita.

Por ahora, el atleta dice que busca patrocinios que le ayuden a entrenarse, y con una sonrisa constante saluda por doquier a cuantos le aplauden en su carrera.

“He aprendido que la vida es para vivirla al máximo en cada segundo, y eso es lo que haré hasta que tenga que marcharme definitivamente”, dice.

Y se pierde entre las calles, corriendo hacia atrás.