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Por Paula Hancocks, K.J. Kwon y Jethro Mullen

SEÚL, Corea del Sur (CNN) — Corea del Norte y Corea del Sur acordaron que algunas familias separadas por la guerra entre ambos países se reúnan a finales de febrero, informó el gobierno con sede en Seúl este miércoles.

De llevarse a cabo, sería la primera vez que hay reencuentros de familias desde 2010.

Se prevé que 100 personas de cada país participen en las reuniones, del 20 al 25 de febrero, según un comunicado del Ministerio de Unificación de Corea del Sur, tras una serie de conversaciones entre los países.

Sin embargo, Corea del Norte ha cancelado reencuentros en otras ocasiones.

Una decepción del pasado

En septiembre pasado, pocos días antes de que se llevaran a cabo reuniones de familias, el gobierno con sede en Pyongyang canceló, acusando al gobierno de Seúl de estropear las relaciones bilaterales.

Corea del Sur señaló que buscó garantías en las conversaciones de este miércoles, para que la esperanza de las familias no desvanezca en esta ocasión.

“Nuestro lado expresó la posición de que lo que pasó el año pasado no se puede repetir”, indicó el Ministerio de Unificación. “Corea del Norte comparte nuestra opinión”.

Las reuniones son un tema emotivo. Y el tiempo se acaba para muchos de los sobrevivientes de las familias que fueron divididas por la guerra de 1950 a 1953 entre las dos Coreas. Muchos de ellos tienen entre 80 y 90 años.

Decenas de miles de personas en Corea del Sur están en la lista de aquellos que quieren participar en las reuniones.

Los reencuentros se llevarán a cabo en el sitio donde se celebraron las anteriores: el Monte Kumgang, un centro turístico en el lado norcoreano de la frontera que solía ser operado de manera conjunta entre Corea del Norte y Corea del Sur.

Un llamado para mejores relaciones

El acuerdo sobre la fecha de las reuniones sigue a una serie de llamados del líder norcoreano, Kim Jong Un, para mejorar las relaciones con Corea del Sur.

Funcionarios surcoreanos habían dicho que querían ver acción más que palabras de Pyongyang, lo que incluía avanzar en las reuniones familiares.

El acuerdo de este miércoles es solo un pequeño paso.

Un tema polémico entre las dos partes se avecina a finales de este mes: los ejercicios militares anuales del ejército surcoreano y las fuerzas de Estados Unidos en la región.

Los simulacros generan tensión con Corea del Norte, que ha señalado que los ve como un preludio a una invasión. El año pasado, su retórica amenazante llegó a niveles alarmantes durante la celebración de los ejercicios.

En las conversaciones de este año para mejorar las relaciones, Corea del Norte ha pedido a Corea del Sur no participar en los ejercicios militares, una petición que los gobiernos surcoreano y estadounidense han rechazado.