CNNE aa74369e - t1larg-hacking-hands-cnn

(CNN Español) – Una investigación del Ejército de Colombia concluyó que en la fachada usada por sus servicios de inteligencia en Bogotá no se realizaron actividades ilícitas.

El informe fue presentado por el general Ernesto Maldonado, inspector del Ejército. El reporte reconoce errores en el manejo de la confidencialidad de la operación. El Ejército relevó a seis militares durante el avance de la investigación.

El caso generó un escándalo al revelarse que entre los puestos espiados estaba el equipo negociador de las FARC en Cuba.

El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, había ordenado una exhaustiva investigación por el hallazgo del local comercial Buggly Hacker donde funcionaba una oficina de espionaje, cuya actividad presuntamente era revisada por una unidad del Ejército que habría utilizado también a piratas cibernéticos civiles para espiar a los negociadores del gobierno en los diálogos de paz con las FARC.

El ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, relevó de sus cargos los generales Ricardo Zúñiga, jefe de inteligencia del Ejército, y Óscar Zuluaga, director de la Central de Inteligencia Técnica del Ejército (Citec).

Las revelaciones las hizo la revista Semana y desataron un escándalo en Colombia. Santos habló de “fuerzas oscuras” y pidió destaparlas.

“¿Quién filtró esta información?”, preguntó el mandatario.

Según la revista, el centro de monitoreo tenía como sede una especie de restaurante con cibercafé que funcionaba en Bogotá. Allí se habrían interceptado de forma ilegal las comunicaciones de los negociadores en La Habana.

Una situación similar de lo que en Colombia se conoce como “chuzadas” se realizaron durante el gobierno de Álvaro Uribe de parte del extinto órgano de inteligencia DAS. Algunos han señalado que Uribe, ahora candidato al Senado, podría estar detrás de este nuevo hecho, a lo que el expresidente dijo que se trata de “infamias”.