Por Sheena McKenzie
(CNN) — ¿Así que Nueva York cree que es la ciudad más elegante del planeta?
En efecto, la Gran Manzana se llevó el primer lugar en las más recientes clasificaciones de capitales de la moda alrededor del mundo, dejando a París en el segundo puesto, y a Londres, en el tercero.
Pero, ¿se puede estar de fiesta en una mansión abandonada de la familia Rothschild en Nueva York? ¿Puedes ver películas independientes en una antigua pagoda japonesa? ¿Puedes relajarte en la playa en el corazón de la ciudad? ¿No? Bueno, mes amis, pueden hacer todo esto en París.
Digan lo que digan los dignatarios de la moda del mundo, la Ciudad de la Luz es mucho más que camisetas ralladas y la torre Eiffel
De hecho, sería difícil encontrar un solo parisino dándose empujones con los turistas en lo alto de esta particular hazaña de la arquitectura, dice Vanessa Grall, bloguera sobre cultura.
“París no tiene que ser la ciudad turística abarrotada que todo mundo imagina”, dijo el editor de 29 años de messynessy.com, un sitio web que profundiza en las joyas artesanales ocultas de la ciudad.
“Lo mejor de todo de París es que puedes caminar alrededor de barrios tranquilos, muy tradicionales que son como platós de película, y encontrar estos pequeños lugares secretos, como un viñedo en la cima con vistas a la ciudad”.
Y cuando el sol se oculta, puedes continuar explorando los suntuosos clubes nocturnos de la ciudad, si sabes dónde buscar.
“La gente que se queja de la vida nocturna de París es gente que no sale mucho” lo dice Arthur Mestrot de 28 años quien, junto con Ruben Nataf de 26 años, crearon la guía en línea de la ciudad “Diez días en París”
“Siento que hay un vínculo real entre los clubes nocturnos y el arte, los edificios son algunos de los más hermosos del mundo. Tenemos una cultura de vida nocturna muy diferente de las de otras ciudades europeas como Londres y Berlín; es más pequeña, más íntima”.
¿El mejor consejo de Grall para descubrir algunos de estos tesoros libres de turistas? “Alquila un viejo scooter de los 60, no necesitas licencia, y es la mejor forma de ir por las calles laterales y perderse”.
Y cuando hayas encontrado tu camino de vuelta, estas son otras razones por las que París es más genial- si no es que más a la moda- de lo que crees:
Puedes estar de fiesta en una mansión abandonada de la familia Rothschild
O en un búnker de la Segunda Guerra Mundial. O en una vía férrea cerrada en una zona marginal. De hecho, si es espléndida, vieja, y en zona prohibida, entonces los organizadores del evento “We are Oracle” (WATO) probablemente estarán realizando una velada insólita en algún lugar de su interior.
Imagínate la discreción del estilo de “Eyes Wide Shut” (Cierra los ojos para ver) , comedor decadente y melodías aplastantes – todo dentro de los más magníficos edificios abandonados de la ciudad.
Miles de ciclistas llevando boina, se encarga de cargar con barras de pan
Como cualquier persona sofisticada te diría, lo retro es genial. Las bicicletas también son geniales. Definitivamente, ahí encontrarás delicias artesanales.
Entonces el programa “Boina y Baguette” que recorre la ciudad, con la participación de 10.000 personas vestidas de trajes de los años treinta, y finaliza con un picnic en el parque, cumple con todos los requisitos.
Puedes ver películas independientes en una antigua pagoda japonesa
La gente que no lo sabe, ve películas en salas de cine. Quienes sí lo saben, las ven en una magnífica pagoda japonesa de 118 años de antigüedad.
La extravagante La Pagode fue construida como un regalo del propietario de los almacenes Le Bon Marché, Monsieur Morin, para su esposa. Actualmente, los cinéfilos pueden tomar té en los jardines de bambú que la rodean después de maravillarse en el elegante teatro adornado con murales y lámparas doradas.
¿Rivera francesa? París lleva la playa hacia ti
Seamos realistas, no todos tienen el dinero suficiente como para pasar unas vacaciones en el sur de Francia. No temas, París lo tiene todo arreglado, ya que lleva 5.000 toneladas de arena y casi 100 palmeras hasta las orillas del Sena cada verano.
Está bien, no es el Mediterráneo. Pero aún así, puedes jugar vóleibol, hay aspersores gigantes, y jazz en vivo, y todo en el corazón de una de las ciudades más grandes de Europa.
Vete de cacería por un río secreto subterráneo
Pero el Sena no es el único río de París. Hay otra corriente secreta que fluye en lo profundo de las calles, si sabes dónde buscar.
Hace siglos, el río Bièvre fluía por la ciudad, lo que lo convirtió en un contaminado sitio de desechos para distintas empresas, y finalmente, fue cubierto en 1912. Hoy en día, es posible tomar caminatas para seguir las placas que marcan la ruta oculta del río.
No necesitas ir al Louvre para ver increíbles obras de arte
Podrías hacer cola durante tres horas para entrar al museo más visitado del mundo. O podrías tranquilamente vagar por la ciudad, y apreciar una de las expresiones de arte callejero más destacadas de Europa.
Si quieres ver algo más que las usuales obras de Banksy o “invasores del espacio” de mosaico pixelado, entonces hay muchos tours de caminata o ciclismo que te permiten hacer un recorrido más a profundidad para apreciar los murales menos conocidos de París.