Por Ben Wyatt, CNN
Sochi, Rusia (CNN) – ¿A quién le pides ayuda si necesitas convertir un agujero lodoso en la tierra en una pista futurista de gran premio?
“Es mi tipo de hombre”, dice el jefe de la Fórmula Uno, Bernie Ecclestone, sobre la influencia del presidente ruso Vladimir Putin en el proyecto para organizar el primer gran premio de la nación este octubre en Sochi.
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“Sabe lo que quiere hacer, lo pone en marcha y lo hace. Nunca tuve miedo de que no fuera a ocurrir lo que acordó. Creo que (Rusia) ha hecho un trabajo de primera clase para la F1 y un supertrabajo para los Olímpicos”, dijo Ecclestone a CNN.
Es el tipo de patrocinio que destaca como un oasis en un desierto para un político muy ridiculizado por muchas de sus políticas por parte de una gran parte de la comunidad internacional.
Pero, Ecclestone de 83 años tiene una reputación por favorecer a aquellos que cree pueden cumplir sus promesas y por lo tanto ayudar a la expansión de la F1.
El crecimiento de la división élite del automovilismo en una de las franquicias deportivas más valiosas del mundo se construyó en esas relaciones y la sagaz gestión de Ecclestone de estas.
El circuito de Sochi es la culminación de pláticas que comenzaron en la década de 1980, cuando un plan para tener una carrera en la Plaza Roja en Moscú fue abandonado; “no querían reemplazar los adoquines con pavimento”, dice Ecclestone, y es una fuerte declaración de intenciones del gobierno de Putin para asegurar el futuro de la ciudad después de los juegos”.
Las pláticas se volvieron serias hace seis años, cuando el proyecto olímpico ganó impulso.
“Siguió los planes en todo el proceso”, dice Ecclestone del involucramiento de Putin.
Las nuevas ubicaciones siempre son un riesgo para la administración de la F1. La promesa de contratos de organización lucrativos y ubicaciones icónicas a menudo se vuelven polvo antes de volverse una realidad, como los planes para una carrera en Nueva Jersey, Estados Unidos, recientemente lo demostraron.
Pero el terreno de Sochi llenó a Ecclestone de confianza, tanto que, según reportes, un contrato de seis años con valor de más de 250 millones de dólares; aunque Ecclestone no confirmaría esa cifra, se firmó para asegurar el evento hasta 2020.
“Creo que Rusia es una nación importante. La F1 es un campeonato mundial, así que es difícil dejar fuera a Rusia de un evento mundial como este”, dijo Ecclestone.
“Observamos lo que construyeron… y nos ajustamos a lo que ya habían construido para los eventos”.
Pero la tarea de ajustar un circuito de F1 dentro de los confines de un Parque Olímpico probó no ser una tarea fácil.
“Originalmente teníamos una idea de construir una pista a través del principal Estadio Fisht”, dijo a CNN el promotor del Gran Premio de Sochi, Oleg Zabara, desde su oficina en el área de paddock del recién construido compuesto de pits.
Así que los organizadores acudieron al diseñador de pistas Hermann Tilke; “nada es imposible para él”, dice Zabara, con el ingeniero alemán ofreciendo otro plan más ajustable para las instalaciones del Parque Olímpico.
“¡Era un gran agujero!”, dice Tilke, al recordar sus primeras impresiones de cuando visitó el sitio de Sochi en 2010.
“Se veía como un desierto de lodo… pero tenía una fantasía en mi mente de cómo se vería después así que no estaba demasiado preocupado”.
La complejidad del nuevo diseño de circuito necesitaba cortarse por la mitad del Parque Olímpico y pasar entre el estadio y arenas, por lo que ofreció a Tilke muchos retos.
“Tuve más reuniones sobre Sochi que con cualquier otra pista”, dice el arquitecto. “Éramos un sitio de construcción dentro de un sitio de construcción… (pero) en muchas formas es como una pista en la ciudad; no puedes mover una casa en una ciudad, tienes que trabajar con la situación.
“Los estadios, arenas, tuberías y cables debajo de la tierra tenían que tomarse en cuenta”.
La vuelta cuatro, una esquina larga y circular donde los automóviles entrarán a 128.7 kilómetros por hora y salen a 305.7 kilómetros por hora, llena a Tilke de orgullo, y cree que será “la más difícil en la F1”, especialmente cuando la superficie esté resbalosa o cuando se intente pasar con neumáticos degradados.
A pesar de su orgullo en un trabajo bien hecho, Tilke admite que se sentirá “muy nervioso” el día de la carrera porque la pista hasta ese entonces permanece como un prototipo.
Como con las construcciones olímpicas, parece que los costos no eran todo en las mentes de los organizadores en su ambición por construir una instalación de clase mundial.
“Hemos gastado aproximadamente 400 millones de dólares (hasta ahora). Pero no estoy preocupado por el costo; solo por la calidad”, dice Zabara.
“Puedo decir con certeza que el costo de la pista será entre tres y cuatro veces más barato que el del circuito en Abu-Dhabi”.
El promotor espera que una carrera en tierra rusa atraiga a muchos de los aficionados a la F1 del país quienes ya viajaron por el mundo para ver el campeonato, así como crear una nueva base de fanáticos locales dispuestos a pagar 200 dólares por un boleto para asistir.
“Se espera que aproximadamente 60,000 fanáticos vengan y eso también significará una extensión de la temporada turística (en la ciudad)”, dice Zabara.
“También es adecuado utilizar la pista en toda la temporada; firmamos contratos con GP2, GP3, la Copa Porsche y esperamos atraer al MotoGP”, añade Zabara, un fanático de la estrella del motociclismo Valentino Rossi.
A los planes para el GP de Sochi ciertamente no les falta ambición y repican bien con el plan más extenso impulsado por Putin para intentar renombrar a Rusia a través de la ciudad.
Esa es quizá la razón por la que Ecclestone espera que el presidente ruso asista a la carrera inaugural en octubre y por lo que permanece tan entusiasta sobre los juegos de invierno de este mes.