Por Eliott C. McLaughlin, CNN
(CNN) – Incluso en el Cinturón de la Biblia, los médicos forenses no usan la palabra “milagro” a la ligera.
Pero el médico forense, Dexter Howard del condado de Holmes en Mississippi, no tiene ningún reparo usando la palabra para la resurrección, por así decirlo, de Walter Williams, quien fue declarado muerto la noche del miércoles.
Howard recibió una llamada de la enfermera del hospicio de Williams, quien le informó a Howard que el hombre de 87 años había fallecido. Un miembro de la familia también llamó diciendo lo mismo, dijo Howard.
Howard y Byron Porter de la Funeraria Porter & Sons en Lexington, Mississippi, fueron a la casa de Williams a recoger el cuerpo para los preparativos funerarios. Howard tomó el pulso de Williams alrededor de las 9 de la noche y declaró que había fallecido.
“No había pulso. Estaba sin vida”, dijo Howard.
El médico forense completó la papeles, puso a Williams en una bolsa para cadáveres y lo transportó a la casa funeraria, agregó. Luego, algo extraño sucedió: La bolsa se movió.
“Lo pusimos en la sala de embalsamamiento y notamos que sus piernas comenzaron a moverse, como pateando”, añadió Howard. “También empezó a respirar un poco”.
Inmediatamente llamaron a la ambulancia. Los paramédicos llegaron y le colocaron monitores a Williams. Efectivamente, tenía pulso, así que lo transportaron al Hospital y Clínicas del Condado de Holmes.
“Ellos estaban conmocionados. Yo estaba conmocionado. Yo creo que todos los que estaban en el hospital estaban conmocionados”, contó Howard.
En ninguno de los 12 años que tenía como médico forense del condado había visto algo así. Howard estaba absolutamente seguro que Williams estaba muerto.
La única explicación razonable que se le ocurría, dijo Howard, es que el desfibrilador de Willams, implantado debajo de la piel en el pecho, reinició su corazón después de ser colocado en la bolsa.
“Pudo haberse puesto en funcionamiento, devolviéndole el pulso”, explicó Howard. “Lo principal es que es un milagro”.
Los miembros de la familia están rebosando de alegría y dándole gracias a Dios por salvar la vida de este agricultor, a quien apodan “Snowball”.
“No era la hora de mi padre”, le dijo la hija, Martha Lewis a WJTV, afiliada de CNN. “No sé cuanto más nos va congraciar y bendecir con su presencia, pero ¡aleluya, le agradecemos a Él ahora”!
Su sobrino, Eddie Hester, habló con la afiliada de CNN, WAPT y les contó que él había estado en la casa de Williams en Lexington cuando Howard y Porter cerraron la cremallera de la bolsa, así que estaba un poco más que asombrado cuando su primo lo llamó a las 2:30 de la mañana el día jueves y le dijo, “Aún no”.
“¿Qué quieres decir con: todavía no?” Hester recordó haberle preguntado a su primo. “Él dijo, ‘Papá sigue aquí.’”
“No sé cuánto tiempo más va estar acá, pero se que ahora está aquí. Eso es realmente lo que importa”, le dijo Hester a WAPT.
Howard visitó a Williams el jueves en el hospital y dijo que aún estaba “un poco débil” pero estaba rodeado de su familia y hablando.
Mike Murphy, médico forense para el condado de Clark en Nevada y expresidente de la Asociación Internacional de Médicos Forenses y Examinadores Médicos, dijo que él no podía comentar sobre este caso específico sin saber todos los detalles, pero que él había leído informes noticiosos de personas que habían vuelto a la vida en funerarias “de vez en cuando”.
Cuando le preguntaron si alguna vez había escuchado de algún caso en el cual un desfibrilador había traído a alguien de vuelta a la vida, Murphy dijo que no, “pero solo porque yo no lo he oído, no significa que no haya ocurrido”.