Por Wilfred Chan, CNN
(CNN) – Imagina un imperio colosal de pequeñas casas amontonadas una encima de la otra. Visualízalas conectadas por escaleras serpenteando debajo de cables colgantes, a través de pasillos tan oscuros que hasta la policía se rumorea les tenía miedo.
Ahora imagina 33.000 personas viviendo allí, dentro del espacio de una cuadra de una ciudad. Esa era la ciudad amurallada de Kowloon, una vez considerada el asentamiento más denso de la tierra.
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“Una enorme monstruosidad de edificios”
Antes que fuera demolida hace veinte años, el fotógrafo Greg Girard pasó años con su colaborador Ian Lambort documentando este fenómeno único en Hong Kong y recuerda quedarse maravillado cuando lo vio por primera vez.
“Era un edificio monstruoso”, recuerda Girard. “No se veía como ninguna otra cosa”.
Después de todo, la ciudad amurallada fue un tipo de accidente histórico. Un antiguo fuerte de la dinastía Qing, nunca estuvo completamente bajo el ordenamiento del gobierno colonial británico de Hong Kong. Como resultado de ello, sus residentes tuvieron la libertad de construir sus moradas como quisieran, ignorando códigos de seguridad.
“Muchas veces las casas fueron edificadas construyendo en el siguiente edificio, perforando las paredes para construir sus escaleras”, dice Girard. “Muchos de ellos no tenían acceso al aire o espacio abierto, porque estaban encerrados en el centro de la estructura”.
En lo profundo de la oscuridad del edificio, una variedad de pequeñas empresas floreció
“Los lugares que sobresalían eran las fábricas de carne”, dice Girard. “Había canales de cerdo extendidos en el suelo. Les quemaban el pelo con un soplete, todo fue bastante abierto y, por supuesto, no había leyes de salud que rigieran el lugar”.
Pero a pesar de la apariencia salvaje de la ciudad, el fotógrafo descubrió que la gente adentro vivía como cualquier otra gente en otras partes.
“La gente estaba haciendo cosas muy normales”, dice él. “Es solo que todas esas cosas normales estaban sucediendo en un lugar extraordinario”.
Una comunidad ingeniosa
La complejidad de la ciudad amurallada también fascinó al arquitecto local Aaron Tan, ahora director de la empresa Research Architecture Design en Hong Kong. En ese entonces un estudiante universitario, escribió su tesis sobre la ciudad amurallada mientras era derribada.
“Estaba fascinado, era como una pieza de maquinaria que trabajaba muy bien. La demolición fue como desarmar la máquina, la primera vez que podías ver lo que había dentro.
“Fue un proceso en el que me dieron una lección de humildad a mí como diseñador, cuando conocimos esta ciudad amurallada, empezamos a ver que la gente podría ser más inteligente que nosotros, los diseñadores, que podían pensar en maneras de resolver los problemas que están fuera del mundo académico tradicional”.
Tan estaba especialmente impresionado por el sistema de agua de la ciudad amurallada de Kowloon. Para apoyar su densa población, los residentes cavaron pozos adicionales y construyeron miles de tubos que serpenteaban por todo el edificio. Pero, debido a que el bombeo de agua a los tanques de techo de la ciudad requería de mucha energía, el pueblo se turnaba para ahorrar electricidad para que así el agua pudiera ser compartida con éxito.
“Reveló el interior de la comunidad, que sin importar los retos, ellos encontrarían alguna manera inteligente de resolverlo”, dice Tan.
A pesar del ingenio de la ciudad amurallada, en 1994 fue totalmente derribada por el gobierno de la ciudad, el cual estaba ansioso por reemplazar a la caótica y desordenada comunidad por un parque público.
“El ver la ciudad amurallada caer en desuso era una especie de melancolía”, dice Girard. “Todas las ciudades se dan cuenta demasiado tarde que deben empezar a cuidar su patrimonio arquitectónico, es un error que se repite en todas partes. Para cuando empiezas a preocuparte por el mismo, es demasiado tarde para salvarlo”.
Hoy en día, los visitantes del sitio de la antigua ciudad amurallada encontrarán un jardín apacible con árboles meciéndose y estanques nublados. En el parque hay un pequeño museo en honor a la ciudad amurallada de Kowloon. Pero cuando miras al cielo e imaginas la vida colosal de Hong Kong que una vez estuvo allí, es fácil ver que algo importante se ha perdido.
La ciudad no está muerta
Incluso hoy en día, el legado de la ciudad aún cobra vida. Un barrio amurallado llamado Narrows en la película “Batman inicia” del 2005 se basó en la ciudad amurallada de Kowloon. La ciudad incluso es un nivel en el videojuego “Call of Duty: Black Ops”.
Debido al continuo interés, Greg Girard está trabajando con su compañero Ian Lambot, fotógrafo de la ciudad amurallada de Kowloon, para terminar un nuevo libro de sus impresionantes fotografías, titulado “La ciudad de la oscuridad: revisitada”. (Haz clic aquí para visitar la campaña de financiación masiva del libro).
“No quieres idealizar un barrio pobre, ya sabes. Porque era eso. Pero fue mucho más que eso. La ciudad amurallada fue una especie de piedra de toque arquitectónico en relación a lo que puede ser una ciudad, no planificada, autogenerada, no regulada. Era vital y vibrante, y cada parte de ella estaba siendo utilizada”.
Tan cree que el espíritu de la ciudad amurallada sigue latiendo a través del corazón del propio Hong Kong.
“Ve a la Cumbre Victoria y mira hacia abajo esta impresionante colección de edificios que se unen, es casi como una versión ampliada de la ciudad amurallada, ¿correcto? Cada edificio está relacionado con el edificio de al lado. Se desarrollan nuevos programas a causa de las conexiones”.
Este caos orgánico, dice, ha sido una inspiración para su propio trabajo.
“A muchos arquitectos y urbanistas les gusta el control”, dice. “Pero a la gente le gusta perderse en la ciudad. En mi proceso de diseño, siempre trato conscientemente de permitir los accidentes, permitir que otros participen, me sorprenden”.