Por Kieron Monks
(CNN) — Los monstruos de las profundidades van a tener que competir con un horror de fabricación humana, cuando el Crabster CR200 sea sumergido en los océanos. Con un peso aproximado de media tonelada, el robot de seis patas inspirado en los crustáceos será utilizado en la exploración más peligrosa bajo el mar.
Desarrollado por el Instituto Coreano de Ciencia y Tecnología del Océano (KIOST), el Crabster ofrece una solución a un problema que viene desde hace mucho tiempo. Mientras las naves impulsadas por hélices no funcionan bien en las mareas agitadas, y los buzos quedan limitados a mares tranquilos y relativamente poco profundos, la nueva máquina imita el diseño de los cangrejos y las langostas que viven en aguas tormentosas, pero aun así son capaces de controlar sus movimientos.
Si estás desde un móvil mira las fotos aquí
El Crabster mide 2,4 m de largo, 2,4 m de ancho y 1,3 m de alto; aumenta hasta alcanzar 1,8 m cuando se pone de pie. Incluyendo la carga útil, pesa más o menos 650 kg, y sus seis patas contienen 30 motores, lo cual le da al piloto remoto un amplio control y destreza. Mientras el Crabster se arrastra por el fondo del mar, puede adaptar su postura a diferentes condiciones de corriente o presión, hasta una profundidad de más o menos 200 metros. Al utilizar un sónar, puede rastrear el entorno en busca de objetos de interés, y puede transmitir imágenes por medio de cámaras a bordo.
El Crabster se encuentra en la fase de pruebas finales en “aguas agresivas” antes de su primera misión. En mayo, iniciará la búsqueda de objetos antiguos en el mar Amarillo, donde el trabajo existente ha fracasado.
El investigador principal Bong Huan Jun dijo a CNN que la máquina se había desempeñado “muy bien” en las pruebas, pero que estaba en proceso de modificación constante.
“Realizamos pruebas casi todos los días”, dijo Huan Jun a CNN. “Actualizamos el software del Crabster para que su caminar y manipulación sea más estable y rápida”.
El investigador dice que la velocidad del robot de sólo 10 centímetros por segundo, es uno de los principales retos que enfrenta su equipo, junto con la mejora de la estabilidad del vehículo en corrientes fuertes y en terrenos difíciles. El sistema de visión subacuática es otra prioridad. Pero si el Crabster logra completar su viaje inaugural exitosamente, Huan Jun predice que habrá un impacto generalizado.
“Suponemos que el CR2000 puede trazar mapas del lecho marino, analizar e inspeccionar restos de accidentes, conductos, ecosistemas y contaminación hasta una profundidad de 200 metros. El CR200 ayudará a los buzos o trabajará en su lugar en ambientes difíciles. También podría ayudar en la localización de recursos submarinos, realizar extracciones submarinas y responder a incidentes de derrames de petróleo”.
Huan Jun espera que su creación se fabrique para su uso alrededor del mundo, y ya está buscando encarnaciones futuras inspiradas en la naturaleza. “Ahora estamos estudiando cómo lograr que el Crabster nade como las tortugas o los escarabajos buceadores. También estamos considerando el Crabster hidráulico para los trabajos pesados submarinos”.
¿Los investigadores esperan que su máquina tenga aceptación en el ambiente marino? “No sé si los animales van a tratar al Crabster como un cangrejo real o no”, dice Huan Jun. “Pensé que a los peces les gustaría más que otros vehículos submarinos con hélices que hacen ruido. Espero que los animales traten bien al Crabster”.
A partir de su presentación este año, cualquier nadador que se encuentre con el robot puede esperar el mismo trato.