Por Barry Neild
(CNN) — El viaje moderno es una experiencia intensamente visual.
Deleitamos nuestra vista con brillantes guías antes de bombardear Facebook e Instagram con nuestras tomas tan elegantes de huellas en playas vacías, asombrosas puestas de sol y esa cosa extraña que encontramos en la piscina.
Pero en nuestros esfuerzos por absorber las vistas y rellenar nuestros discos duros con autorretratos, podemos estar descuidando otro elemento vital de la experiencia del viaje: el sonido.
Esa es la preocupación de Trevor Cox, un ingeniero acústico británico quién, armado con un micrófono y una grabadora digital, ha pasado varios años escuchando subrepticiamente por todo el planeta en busca de lo que llama sus “maravillas sonoras”.
“Estamos acostumbrados a viajar y contemplar hermosas vistas y maravillosas obras arquitectónicas, pero tendemos a dejar de lado el sonido”, dice Cox, a quien se le ocurrió la idea de explorar un mundo lleno de sonidos mientras investigaba los ecos en, de todos los lugares posibles, una alcantarilla de Londres.
“Así que empecé a pensar en a dónde iría si quisiera escuchar los sonidos más extraordinarios del mundo y me sorprendió descubrir que había relativamente poca información”, le dice a CNN. “Fue entonces cuando pensé que yo mismo la debería reunir”.
Cox ha documentado sus aventuras en audio en el recién publicado “The Sound Book” (publicado como “Sonic Wonderland” en el Reino Unido), un fascinante viaje que, durante varios años, lo lleva desde las arenas del desierto abrasador hasta viscosas cámaras subterráneas.
También opera una página web que tiene como objetivo motivar a otros a explorar maravillas sónicas y a participar en el “turismo de sonido” y señala que dado que la mayoría de los viajeros llevan teléfonos celulares, ya están equipados con poderosos dispositivos de grabación.
“Lo importante es estar conscientes y pensar mientras que divagas sobre lo que capturarás, pero todo lo que en realidad necesitas hacer es escuchar”.
Llegó el momento de llevar la atención al turismo del sonido.
Con la ayuda de Cox, hemos compilado una lista de los mejores destinos sónicos del mundo.
Arenas que cantan (California)
Dónde: Dunas de Kelso del desierto de Mojave en California.
Qué: al estar en contacto con los humanos que se deslizan, las peculiaridades en la arena producen sonidos de estallido intensos parecidos a los de los aviones de hélice o accidentes de tubas.
Cox dice: “Este estuvo siempre en los primeros lugares de mi lista de cosas por hacer. Necesitas el tipo correcto de dunas con el tamaño correcto de granos de arena. Cuando te deslizas hacia abajo sobre tu trasero consigues ese extraño zumbido”.
Alójate en: Hotel Nipton. Un establecimiento rústico pero encantador que ofrece habitaciones con baños compartidos y albergues ecológicos. 107355 Nipton Road, Nipton; +1 760 856 2335
Focas barbudas que cantan (Noruega)
Dónde: Svalbard, un inhóspito archipiélago noruego de montañas cubiertas de hielo y fieros osos polares lejos en el Océano Ártico.
Qué: efectos de ciencia ficción alucinantes y subacuáticos producidos por mamíferos marinos con caras peludas para atraer a sus parejas, un paisaje sonoro preocupantemente similar al zumbido de oídos que queda después de un concierto de Motorhead.
Cox dice: “Realmente no suenan como animales, suenan como OVNIS que llegan a la tierra, hacen este sonido extraordinario que dura alrededor de un minuto”.
Alójate en: Hotel Polar. Una eficiente cadena hotelera con espectaculares vistas de fiordos y precios aún más espectaculares (esto es Noruega). Longyearbyen 9171, Spitsbergen; +47 79 02 34 50
Pirámide maya chirriante (México)
Dónde: Templo de Kukulcan, Chichén Itza, Yucatán, México.
Qué: aplaude enfrente de esta estructura de 1.100 años de antigüedad y escucharás un eco que no se diferencia al del pájaro sagrado “el quetzal”.
Solo es inquietante si has visto la película “Las ruinas” de 2008, en donde las vides que imitan el sonido devoran a los turistas irresponsables arriba de una pirámide maya.
Cox dice: En su libro, Cox se pregunta si el eco era un diseño maya que refleja los conocimientos acústicos sofisticados: “Imagina a un antiguo sacerdote maya presidir una ceremonia y, con gran teatralidad, convocar el sonido de ‘el quetzal’ al aplaudir”.
Alójate en: si quieres evitar quedarte con las multitudes en Chichén Itzá, Mérida, la capital culturalmente dinámica de Yucatán está calle abajo. La Villa Mérida es una tranquila mansión colonial remodelada establecida alrededor de un patio espacioso. Mérida-Umán, Mérida; +52 999 928-8466
Las rocas Gong (Tanzania)
Dónde: Moru Kopjes, Parque Nacional Serengeti, Tanzania, y otros sitios a través de África.
Qué: no es un grupo de rock progresivo, sino una de las rocas con varios siglos de antigüedad que producen notas suaves cuando son golpeadas con piedras más pequeñas.
En cuanto a tonos, su rango podría estar un poco en el lado monótono, pero el hecho que probablemente resuena hasta los albores de la civilización hace que te den escalofríos.
Cox dice: “Entre la evidencia más antigua que tenemos de lo que nuestros antepasados podrían haber escuchado son sobras de piezas de instrumentos musicales como estos gongs de piedra”.
Alójate en: necesitarás bolsillos lo suficientemente grandes como para contener una roca gong que te permita el lujo de quedarte en los campamentos de safari pomposos del Serengeti del sur. Asanja África (+255 78 822 1440) por lo general es lujoso.
Galería de los susurros (India)
Dónde: mausoleo Gol Gumbaz, en Bijapur, un pueblo al suroeste del estado Karnatake en la India.
Qué: esta majestuosa estructura con cúpula elevada, construida en 1600, muestra uno de los mejores ejemplos de una galería de los susurros, una cámara de eco arquitectónica elevada que parece probar las voces humanas y repetirlas una y otra vez al estilo de una película de terror de 1960.
Enormemente entretenido.
Cox dice: En “The Sound Book”, Cox escribe: “Los niños disfrutan de gritar y escuchar cómo se repiten sus voces una y otra vez, la atmósfera es como en un día abarrotado en la piscina”.
Alójate en: los hoteles monótonos abundan en Bijapur, pero dirígete hacia el sur y encontrarás Badami. The Heritage Krishna parece un pueblo de retiro, pero gana buenas críticas. Ramdurg Road, Badami, +91 99 01 91 21 27
Cenagales burbujeantes (Islandia)
Dónde: Hverir, Namafjall, Islandia del Norte
Qué: un paisaje volcánico sulfuroso donde el gas nocivo es arrojado hacia adelante del caldero agitado de suciedad primordial con la furia de una cascada.
Cox dice: “Piscinas tumultuosas de lodo gris acorazado burbujea a fuego lento”, escribe Cox en su libro. “Parecen casi vivos; algunos escupen como una sopa espesa de lentejas viscosa, mientras que otros rugen y salpican como una papilla poco apetecible en un hervor rápido”.
Quédate en: Cape Hotel (Laugarbrekka 16, 640 Husavík; 354 463 3399) se encuentra en el pequeño pueblo pesquero de Husavik. Aquí también puedes hacer una visita a los museos locales dedicados a la historia de Islandia, las ballenas y, por supuesto, penes.
Las más largas resonancias del mundo (Escocia)
Dónde: complejo de almacenamiento de petróleo Inchindown/mausoleo de Hamilton en Glasgow
Qué: Cox se arrastró por debajo de tuberías resbalosas para ingresar a un amplio tanque de petróleo de la Segunda Guerra Mundial que se encuentra vacío y fue construido en una colina escocesa cerca del pueblo de Invergordon, para medir las resonancias en el interior.
Utilizando un pistoletazo de salida (y un saxofón), las registró a una increíble cifra que batió el récord: 75 segundos.
Tristemente, debido a que Inchidown casi nunca está abierto al público, los turistas sónicos tendrán que ingeniárselas con un viaje al lugar que anteriormente tenía el récord Guiness, también en Escocia. El magnífico Mausoleo Hamilton, justo afuera de Glasgow, se registra en 15 segundos.
Alójate en: un hostal de alojamiento y desayuno con estilo en 15 Glasgow, en el centro de la segunda ciudad vibrante de Escocia. 15 Woodside Place, Glasgow; +44 141 332 12 63
Carretera musical (California)
Dónde: Avenida G, Lancaster, California
Qué: Una serie de hendiduras abiertas en el pavimento convierten un tramo de la carretera hacia el oeste en un instrumento que toca la “Obertura de Guillermo Tell” (también conocida como el tema del “Llanero Solitario”) cuando los vehículos pasan sobre ella.
El ritmo es reconocible, pero la melodía suena como si alguien estuviera haciendo gárgaras en una habitación contigua.
Cox dice: “Es una pésima interpretación de la ‘Obertura de Guillermo Tell’, pero te hace reír”.
Alójate en: las estadías para pasar la noche son solo para fanáticos de decepcionantes cadenas hoteleras o desgastados moteles.
Sigue conduciendo y llegarás a la autopista I-5 de California hacia el norte para ver un paisaje estelar, y nunca se sabe, quizá escuches algunos sonidos asombrosos.