Por Elizabeth Landers, CNN
(CNN) – Este lunes pasado fue un día inolvidable para James Valentine: el día de su milagro. El joven de 21 años sobrevivió a un accidente de trabajo en el que los afilados dientes de una sierra eléctrica se clavaron en su cuello y hombro, y por un escaso centímetro no le cortaron una arteria vital.
Gracias a la rápida pero cuidadosa acción de sus colegas y de los paramédicos —y a la cirugía de una hora— un día después del accidente Valentine se recupera en condición estable en un hospital de Pensilvania, EE.UU.
“No podemos creerlo”, dijo Becca, su hermana, a CNN.
Valentine estaba trabajando con el Servicio de Árboles Adler en Gibsonia, al norte de Pittsburgh, y realizaba mantenimiento a un pino, cuando la motosierra “pateó”, dijo Becca Valentine.
La cuchilla cortó carne humana en vez de madera. Los colegas de Valentine pudieron separar la sierra del motor, pero dejaron la cuchilla y la cadena ahí —en el cuerpo de Valentine, a un centímetro de la arteria carótida que suministra sangre al corazón— hasta que llegó el personal médico de emergencia.
En la ambulancia camino al Hospital General Allegheny en Pittsburgh, Valentine estuvo consciente y alerta, según dijo la portavoz del hospital, Jennifer Davis.
La doctora Christine Toevs, directora de trauma del centro médico, dijo que el equipo tuvo 10 minutos para prepararse para la llegada de un hombre con una sierra en su cuello.
“Nos preparamos para lo peor. La unidad de trauma espera trabaja con heridas catastróficas”, dijo.
Toevs señaló que este tipo de heridas puede causar un grave daño o incluso cortar la médula espinal, el esófago o las vías respiratorias. En vez, Valentine sufrió la mayor parte de las heridas en sus músculos y tejidos alrededor del hombro.
Después de que Valentine fue estabilizado y anestesiado, los doctores retiraron la sierra. No hubo mayor pérdida de sangre; la cuchilla quedó a un centímetro de la carótida, dijo Toevs.