Por Daphne Sashin, CNN
(CNN) – La inspiración puede venir de los lugares más insólitos. Brian Flemming encontró la voluntad para cambiar su vida en un juego de dibujo
Flemming era adicto al alcohol, era un obeso mórbido y estaba lleno de autocompasión cuando conoció a Jackie Eastham a través de un juego aleatorio de adivinanzas en Draw Something, el juego para celulares parecido a Pictionary. Era la primavera de 2012. La mayoría de noches, Flemming bebía alrededor de un quinto de vodka mezclado con un litro de soda mientras se distraía frente a la televisión.
Si estás viendo esta nota en tu móvil, mira aquí la galería.
La última vez que lo pesaron, en una pesa especial en el hospital, pesaba 284 kilos.
Eastham vivía en Inglaterra y era 20 años mayor que Flemming. Al principio, los jugadores compartieron bromas casuales entre una ronda y otra. Su amistad eventualmente pasó a Facebook, donde empezaron a confiar el uno en el otro.
Flemming estaba en un punto bajo. Además de ser un alcohólico y obeso mórbido, era pre diabético y tenía una periódica infección de celulitis.
Eastham era la primera persona con la que él era completamente honesto; nadie en su vida sabía sobre su problema con el alcohol. Él esperaba compasión.
Pero ella no la tuvo.
“Ella dijo que había personas luchando por sus vidas y aparte estás tú. Tienes todas estas oportunidades y lo estás tirando todo por la borda”, dijo Flemming, de 32 años, quien actualmente es un representante de relaciones comerciales y profesor de música de medio tiempo en Canton, Michigan.
Era personal para Eastham, quien vive con distrofia miotónica, un tipo de distrofia muscular hereditaria que causa debilidad muscular progresiva y puede afectar varios sistemas y órganos. Sus síntomas han sido relativamente leves hasta ahora, pero ella nunca da su salud por sentado.
“Yo solo pensé ‘vaya, tienes 30 años… y estás desperdiciando tu vida’”, dijo, recordando cómo se sentía al ser la destinataria de los mensajes deprimentes que Flemming le enviaba cuando había bebido. “Mi futuro es mucho más sombrío. Yo estoy tratando de ver el lado positivo de mi futuro y… tú te estás hundiendo”.
Fue la llamada de atención que Flemming necesitaba. Él le demostraría que podía cambiar. Ese día —13 de octubre de 2012— prometió dejar de beber de un momento a otro.
Ese fue el primer paso hacia lo que se convertiría en una notable transformación. Menos de dos años después, Flemming, quien mide 1,87 metros, ha bajado más de 172 kilos. Pasó de ser talla 60 de cintura a talla 38.
Los días después de haber dejado el hábito de beber fueron extenuantes, dijo. Sudaba frío, sus manos le temblaban y no podía dormir. Se mantenía ocupado para distraerse y encontraba consuelo en sus charlas diarias con Eastham.
Pasaron de Facebook a video llamadas en Skype, donde Eastham dijo que al inicio se impresionó por su tamaño.
Pronto empezó a bajar de peso. Sin las calorías extra del alcohol, Flemming perdió 45 kilos en un par de meses. Eso fue motivación suficiente para hacer otros cambios. Había estado consumiendo más de 7.000 calorías al día, según una aplicación que utilizaba para registrar sus comidas. Dejó de comer comidas rápidas y eliminó el azúcar y las carnes rojas.
Ahora, un día normal para Flemming comienza con unas pocas onzas de pechuga de pavo con poco o nada de sodio, una porción de cereal seco, un tazón de yogur griego sin grasa con endulzante artificial y un vaso de jugo de vegetales bajo en sodio.
Para el almuerzo y la cena, a menudo come pollo y vegetales con arroz. Y todos los viernes en la noche, se da un gusto al comerse una bola de helado. Ahora que está haciendo más ejercicio, no es tan estricto en cuanto a su dieta.
Incorporar la actividad física fue un proceso gradual. Flemming dijo que empezó caminando en el sótano de sus padres por cinco minutos al día cada mañana, y sumaba minutos a medida que se sentía listo. Cuando finalmente se sintió cómodo para ejercitarse afuera, solo lo hacía cuando estaba oscuro y los vecinos no podían verlo. Eastham lo acompañaba algunas veces por Skype mientras él caminaba.
“Ella fue una increíble fuente de motivación. Ella trataba de impulsarme a caminar un poco mas cada vez”, dijo.
En julio de 2013, caminó su primera media maratón. Poco después empezó a practicar ciclismo y luego a correr; hace algunas semanas, completó su tercera carrera de cinco kilómetros. Usaba aplicaciones para correr y monitorear su ingesta de calorías, a modo de mantener la rendición de cuentas. También empezó a ver a un psicoterapeuta para manejar su depresión y asegurarse de que estaba abordando su pérdida de peso de una manera saludable.
Eastham dijo que ella lo animaba a bajar de peso, y no quería que se volviera dependiente de su amistad para mantenerse sobrio y motivado.
Flemming ahora pesa 106 kilos, y tiene casi 13 kilos de exceso de piel alrededor de su cintura. Está tratando de ahorrar dinero para someterse a una cirugía para eliminarlo.
En diciembre del año pasado, viajó a Europa y finalmente conoció a Eastham en persona, donde pudo subir la torre Eiffel después de que apenas era capaz de subir un tramo de escaleras dos años atrás. Ellos siguen hablando todos los días, y aún juegan Draw Something.
Flemming ahora espera regresar a estudiar para convertirse en un terapeuta especializado en pérdida de peso, depresión y ansiedad.
“Jackie es lo mejor que me ha pasado. Siento que salvó mi vida, aunque ella nunca se atribuiría el mérito”, escribió Flemming en una publicación de blog.
“Brian es tan inspirador”, dijo Eastham. “Espero que consiga lo que quiere en la vida”.
Visita el grupo de Facebook de Brian Flemming para seguir su recorrido. Él invita a los lectores a que compartan ahí sus propias historias sobre pérdida de peso, adicción y trastornos alimenticios.