Por Tamara Hinson
(CNN) — La comida exótica es parte de la experiencia global de viajar.
Sin embargo, los recientes esfuerzos por parte de grupos de conservación para prohibir el emparedado de tiburón frito que a tanta gente le gusta en Trinidad y Tobago, han demostrado que estas experiencias a menudo se ven envueltas en dificultades culturales, especialmente para los viajeros a quienes les gusta probar nuevas experiencias.
A continuación encontrarás algunos de los alimentos más exóticos que los viajeros podrían encontrar, así como las razones por las que algunas personas dicen, deberías evitarlos:
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Hortelano (Francia)
El hortolano es un pájaro cantor que se encuentra en toda Europa.
En Francia, hogar de una de las poblaciones más grandes, es un manjar que tradicionalmente se consume bajo una servilleta, porque se come entero; la criatura entera se devora de un sólo bocado. El plato apareció en la más reciente serie de televisión “Hannibal”.
Los cazadores furtivos matan a miles cada año y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) calcula que la especie ha disminuido en un 30% durante la última década.
“La población ha disminuido a un ritmo constante debido a la caza ilegal simplemente para satisfacer apetitos epicúreos”, dice el profesor Stanley Temple, un experto conservacionista de la Universidad de Wisconsin.
“Tenemos una terrible historia de diezmar aves como el hortelano; las personas las cazan únicamente para obtener ganancias ilícitas”.
Aleta de tiburón (China)
“Una cuarta parte de las especies de tiburón están en riesgo de extinción y la demanda de aletas es un componente importante de esta amenaza”, dice el profesor Michel McCarthy, un conservacionista en la Universidad de Melbourne.
Es muy probable encontrarse con una sopa de aleta de tiburón en China, donde el costoso plato se sirve tradicionalmente en bodas, o para recibir a los invitados y mostrar respeto en otras ocasiones formales.
En Asia, el consumo de aleta y carne de tiburón es legal, y Taiwán es el único país asiático que prohíbe la controvertida práctica de cercenar las aletas, lo que implica extraer la aleta del tiburón y desechar el resto del cuerpo en el mar.
Recientemente, algunas aerolíneas y hoteles en Hong Kong eliminaron la aleta de tiburón de sus menús en respuesta a la controversia, y China prohibió servir aleta de tiburón en los banquetes oficiales del gobierno.
Tortuga marina verde (Islas Caimán)
Es muy probable que los viajeros encuentren carne de tortuga marina verde en las Islas Caimán (donde es un platillo nacional y es legal el consumo y la crianza de la especie), a lo largo del Caribe, Asia y en algunos estados del sur de EE.UU., aunque es ilegal importar, vender o transportar la especie en este país.
Las cifras que van en disminución y las condiciones de crianza declaradas no aptas para el consumo, que se presentan en el único complejo legal de crianza en las Islas Caimán implican que los viajeros deberían evitar este platillo, según algunas personas.
“Si bien algunas comunidades locales podrían depender de la carne de tortuga para la subsistencia y por razones culturales, no hay necesidad de que los viajeros o turistas consuman este animal que se encuentra en peligro”, señala Elise Neve de la Sociedad Mundial para la Protección Animal.
Pangolín (China)
Si te interesa impresionar a tus amigos con relatos de comidas exóticas, con el pangolín podrías lograr tu objetivo; sin embargo, el aumento de la demanda ha hecho estragos para la criatura, a pesar de su aspecto poco apetitoso.
Es muy probable que encuentres un platillo de pangolín en China, donde ahora es ilegal cazar al animal.
Los hábitos sigilosos, solitarios y nocturnos del pangolín han hecho que sea difícil establecer cifras, aunque los registros señalan que ha habido una fuerte disminución.
“Los pangolines parecen lagartijas cubiertas de armadura, pero son mamíferos tímidos y nocturnos”, explica Simon Pope, director de campañas y comunicaciones en la Sociedad Mundial para la Protección Animal.
“La red de monitoreo del comercio de vida salvaje TRAFFIC ha informado que la insaciable demanda de carne de pangolines ha diezmado las poblaciones, y que debido a la demande de China, ahora cazan pangolines en África para el mercado asiático de restaurantes”.
Equidna de hocico largo (Papúa Nueva Guinea)
El lugar natal del equidna de hocico largo es Nueva Guinea, pero la amenaza de extinción se cierne en gran parte debido a la caza para el consumo humano.
Es solo una de las dos especies de mamíferos que ponen huevos (la otra es el ornitorrinco), y es clave para entender la evolución de los mamíferos.
El gobierno de Papúa Nueva Guinea ha prohibido la caza comercial, pero aún se permite la caza tradicional con perros.
Estos animales son increíblemente poco comunes en Nueva Guinea, pero los programas de crianza llevados a cabo por zoológicos en otros países de alguna forma van a salvaguardar el futuro de la especie.
Pollo de la montaña/rana gigante de zanja (Dominica, Montserrat)
Este anfibio de gran tamaño podría no verse tan apetitoso como delicadeza, pero debido a su popularidad en el Caribe ha habido una disminución de la población en más del 80% durante los últimos diez años.
La carne a menudo aparece en los menús de restaurantes, aunque ahora solo se encuentra en Dominica y Montserrat.
La UICN, que incluye a la especie en una lista de las que se encuentran en grave peligro, dice que hasta 36.000 de estos anfibios eran cazados al año desde 2002, y calcula que ahora solo quedan 8.000.
Gorila (República del Congo)
Los gorilas han sido llevados al borde de la extinción debido a su popularidad como carne de animal salvaje.
En ciudades como Pointe Noire en la República del Congo, la carne ahumada de gorila se vende abiertamente (pero de forma ilegal) en los mercados.
Se cree que más de 400 gorilas son asesinados para comercializar su carne cada año, a pesar de que la especie está incluida en la lista de la UICN de las especies que se encuentran en grave peligro.
Debido a las bajas tasas productivas de la especie, incluso los bajos niveles de caza tienen un efecto devastador en las poblaciones.
Salamandra gigante china (China)
Las salamandras gigantes chinas son grandes especies de anfibios y viven en lagos y ríos en el sur de China.
Durante los últimos 30 años, la recolección excesiva para el comercio de alimentos (se venden a 1.000 dólares cada una) ha causado una disminución en las cifras del 80%, y ahora ha sido clasificada como una especie en grave peligro por la UICN.
La recolección excesiva no solo ha amenazado su sobrevivencia, sino también ha detenido su crecimiento. Los científicos creen que la preferencia que los cazadores tienen por las salamandras más grandes es la razón por la cual ya no crecen más de 6 pies (1,83 metros) de largo.
“La salamandra china gigante siempre debería evitarse”, dice Claire Christian de la Coalición del Océano Antártico y Austral. “La especie se ha reducido hasta alcanzar niveles extremadamente bajos”.
Delfín (Japón, Taiwán)
La venta de carne de delfín para el consumo es común y legal en Japón, aunque a menudo se etiqueta mal y se vende como carne de ballena, cuyo precio es más alto.
Aunque la forma en la que matan a los delfines es controvertida, particularmente como se destaca en la película “The Cove”, ninguna de las especies que se cazan en Japón están clasificadas como en peligro.
En Taiwán, la pesca, venta y consumo de la carne de delfín fue prohibida en 1989.
A pesar de esto, 1.000 delfines son capturados ilegalmente allí cada año y las croquetas de delfín a menudo se venden abiertamente en los puestos de comida en la calle, especialmente en Taiwán occidental.