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Ferguson, Missouri (CNN) – Los vehículos blindados y agentes de policía antidisturbios con rifles de asalto militares volvieron a las calles de Ferguson la madrugada del sábado, mientras se producían saqueos en varias tiendas. Es un nuevo episodio de los disturbios raciales ocasionados tras la muerte de un adolescente negro desarmado a causa de los disparos de la policía en un supermercado.

El sábado a mediodía, cuando se cumplía una semana de la muerte de Brown, varias protestas estaban previstas.

Los nuevos enfrentamientos comenzaron después de que más de dos docenas de manifestantes bloquearan un tramo de la calle cerca de una tienda de conveniencia, la tienda Ferguson Mercado y licores, donde fue abatido a tiros y muerto Michael Brown, un adolescente negro hace una semana. Este local fue una de las tiendas que fueron saqueadas.

Un equipo SWAT fuertemente armado se alineó frente a los manifestantes dirigiéndose a ellos a través de megáfono para pedirles que desbloquearan la calle y volvieran a las aceras, o regresaran a sus casas. Los agentes de seguridad advirtieron que quien desobedeciera sería arrestado.

Los manifestantes respondieron lanzándoles botellas y el caos estalló. Tres cócteles molotov destrozaron al tejado de un restaurante de Dominos Pizza y minutos más tarde, las calles se calmaron de nuevo. Una docena de personas bloquearon la entrada de la tienda de conveniencia, con las manos en alto. Dijeron que habían venido a defenderla de los saqueadores.

La inmensa mayoría de los manifestantes eran pacíficos, pero su número se redujo después del caos, y los que quedaron se negaron a subir a las aceras.

La noche anterior, la tranquilidad había regresado a la ciudad de Missouri después de varias noches seguidas de disturbios, y gases lacrimógenos usados por los oficiales.

El sábado, los manifestantes planean conmemorar el momento en el que Brown murió con una vigilia frente a la estación de policía de Ferguson.

Al mediodía, cerca de la hora en que el oficial Darren Wilson disparó a Brown, de 18 años, en la ciudad de Missouri, los manifestantes levantarán sus manos en el aire. Es lo que Brown hizo antes de morir, dicen los testigos, mientras que Wilson siguió disparando sobre él.

Dos testigos dicen que Wilson, de 28 años, disparó sobre Brown varias veces. La policía dijo que Brown había abordado a Wilson en su patrullera y buscó a tientas su arma. Los mismos dos testigos han contradicho esta afirmación.

Un lado de la cara de Wilson quedó hinchado después del enfrentamiento con el adolescente desarmado, dijo la policía.

Después de una semana de disturbios, el jueves, las nuevas medidas de seguridad dirigidas por el capitán Ron Johnson del Missouri State Highway Patrol calmaron las tensiones. La tranquilidad continuó durante la jornada del viernes, cuando los manifestantes acompañados Jesse Jackson se manifestaron por las calles.

En el otro lado del país, en Oakland, California, ante las protestas en favor de Brown la noche del viernes la policía antidisturbios decidió utilizar gas pimienta contra los manifestantes que obstaculizaron el tráfico, y al menos un manifestante pintó grafitis.

Los manifestantes pacíficos marcharon con pancartas y alzaron sus manos gritando lo que se ha convertido en el emblemático canto de las protestas por todo el país: “¡Manos arriba ¡No disparen!”.

Otra manifestación está prevista a las tres de la tarde cerca de símbolo distintivo de San Luis, el arco de la entrada, a la que se espera que asistan miembros de la familia de Brown.

El incidente ha suscitado un intenso debate, a nivel nacional sobre la raza en los Estados Unidos,así como la respuesta a los manifestantes después.