Por Rafael Romo Felipe Guler

Santiago, Chile (CNN Español) – Andrés Ignacio Rivera Duarte dice que él es un hombre que nació en cuerpo de mujer. Al nacer, sus padres le dieron por nombre María Georgina de los Ángeles Rivera Duarte.  Pero a partir del 4 de mayo de 2007, se convirtió en Andrés Ignacio Rivera Duarte, sexo masculino.

El activista de derechos humanos, quien ahora tiene 50 años de edad, fue una de las primeras personas en Chile en cambiar legalmente su identidad de género, haciendo la transición de mujer a hombre tras una larga batalla legal y una dolorosa operación.

“Yo tuve que operarme y tuve que hacerme una histerectomía total para ser una persona estéril. Eso lo pide el tribunal y eso violenta mi derecho para la reproducción,” dijo Rivera, quien tenía 43 años al momento de cambio de identidad.

Ahora Duarte quiere facilitar el proceso a otras personas transgénero.  Junto con otros activistas de derechos humanos, ha presentado una propuesta en el parlamento chileno que permitiría el cambio de género sin recurrir a la alteración del cuerpo a través del uso de hormonas o cirugía, tal como las cortes han interpretado la ley actual.

Alan Spencer, abogado del El Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) con base en Santiago dice que, normalmente, los tribunales han determinado que el cambio de identidad sexual sólo puede darse cuando hay intervenciones quirúrgicas para modificar alguna parte o la totalidad de los órganos reproductivos.

“Sin embargo, no toda la gente se somete a estas intervenciones y no es el tema de fondo. Es un procedimiento caro y riesgoso que no toda la población está dispuesta a hacérselo,” dice Spencer a CNN Chile.

Pero algunos legisladores conservadores, como la senadora Jacqueline van Rysselberghe de la Unión Demócrata Independiente, dicen que el proyecto de ley generaría varias preguntas y preocupaciones.  Para empezar, dicen, crearía un limbo legal para los transgénero que quieran casarse.

“Creemos, que además es una cosa muy importante, que mientras no se legisle en relación al matrimonio homosexual, tampoco podrían casarse.  Una persona transgénero que cambia su sexo seguiría siendo un hombre que se cambió de sexo que se casó con otro hombre,” le dijo Van Rysselberghe a CNN Chile.

La propuesta también genera polémica porque le daría a los menores de edad, incluso a los niños, la opción de escoger el género de su preferencia con el consentimiento de sus padres o del estado.

Pero para Rivera Duarte, quien dice que sufrió todo tipo de discriminación y burlas en su infancia y juventud por su identidad de género, considera que es precisamente en los primeros años de vida donde debe empezar la defensa de derechos.

 “Es un tema de derechos humanos y que yo tengo la elección de poder decidir qué hago con mi nombre, que hago con mi cuerpo y que hago con mi vida,” dijo Rivera Duarte.

La comunidad transgénero ha reactivado recientemente la lucha por sus derechos Hace unos meses, siete personas se presentaron ante la corte de apelaciones más alta de Chile para solicitar el cambio de identidad de género, sin recurrir a cirugía u hormonas, sólo con base en su palabra.

 Entre las siete personas se encontraba Marcos Cáceres, registrado como persona del sexo femenino al nacer, pero quien ahora se identifica como hombre.

 “Yo nací mujer. Nunca me he sentido mujer, entonces tengo que tapar el sol con un dedo y vestirme de hombre para poder sentirme más cómodo. Quiero lograr cambiar mi nombre, cambiar mi letra en el carnet que en vez de que salga femenino, salga masculino,” dice Cáceres.

 El año pasado, Valentina Verbal, la primera candidata transgénero en Chile, se lanzó a un puesto de elección popular. Pero Verbal retiró su candidatura cuando las autoridades electorales se negaron a reconocer legalmente su nueva identidad, algo que la propuesta presentada ante el parlamento cambiaría, de ser aprobada.

El proyecto de ley transgénero está en la comisión de derechos humanos del senado chileno. Tanto los que se oponen a la propuesta como los que lo apoyan dicen que podría someterse a votación en las próximas semanas.