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Por Andrés López, CNN Español

(CNN Español) – Este martes se cumple un nuevo aniversario de la revuelta policial en la que, según la versión oficial, se intentó asesinar al presidente Rafael Correa.

Cuatro años después y con varios condenados por los hechos, los informes oficiales siguen centrando la atención.

El 30 de septiembre de 2010 un grupo de policías se tomó las instalaciones de su propia institución y demandó al Gobierno recular sobre la supuesta eliminación de bonos y condecoraciones que tramitaba la Asamblea Nacional.

El presidente Rafael Correa acudió al regimiento policial, según dijo, para calmar los ánimos y explicar el alcance del proyecto. Pero la situación salió fuera de control y el episodio dejó 5 muertos y una denuncia de intento de magnicidio, por la que, tras investigar a más de 300 uniformados, se han condenado a 40 personas por vínculos con el suceso.

Cuatro años después, la Fiscalía recibió el informe de la Comisión que Correa creó en 2013 para averiguar lo ocurrido y que dictaminó que hubo un intento de golpe de Estado blando.

El mayor en servicio pasivo Fidel Araujo fue condenado, en segunda instancia, a tres años de prisión por supuestamente incitar a la rebelión el día de la revuelta.

Sin embargo, Araujo dijo que durante el proceso se ha desvirtuado cada una de las acusaciones.

Además Araujo señaló que la figura de incitar a la rebelión desapareció del nuevo Código Integral Penal, en vigencia desde el pasado agosto, de manera que los jueces —dijo— debería archivar la causa e investigar más a fondo.

El fiscal general de la nación, Galo Chiriboga, manifestó que el informe de la Comisión es un insumo para la Fiscalía y que los responsables de la revuelta  “apuntaron a un solo macroobjetivo: desestabilizar el régimen democrático en el país”.