Por Claudia Rebaza
Montevideo, Uruguay (CNN Español) – Luego de casi 23 horas de viaje, dos escalas y más de 12 mil kilómetros recorridos, las familias sirias descendieron finalmente del vuelo final que los llevo a Montevideo.
Cansados pero con sonrisas en sus rostros saludan a nuestra cámara. Uno de los niños muestra la camiseta celeste uruguaya con el número 9 de Suárez. Ha sido una larga travesía con sentimientos encontrados: mucha emoción pero también nerviosismo y ansiedad.
Nuestro camarógrafo, Alex Platt, y yo hemos tenido el privilegio de acompañarlos desde Beirut junto con la delegación de Uruguay. El Secretario de Derechos Humanos, Javier Miranda, y su equipo supervisaron todos los detalles durante el viaje de este primer grupo de 42 refugiados que recibe Uruguay. La delegación incluyo a 3 intérpretes y a la Dra Márlene Sica, Directora General de la Salud del Ministerio de Salud, entre otros miembros.
La jornada para ellos y para las otras cuatro familias empezó más de 24 horas antes en la oficina de la Organización Internacional de las Migraciones (OIM) en Beirut. Allí el Gerente de Operaciones, Pierre King, y su equipo coordinaron el transporte al aeropuerto y todos los detalles de su partida explicándoles también la ruta aérea y los procedimientos de seguridad en cada aeropuerto pues para la mayoría de nuestros viajeros, esta es la primera vez que abordarían un avión.
El personal de la OIM les proporciono un desayuno rápido mientras que pasan por un último chequeo médico. Los niños corren en los pasillos mientras esperan su turno.
Luego del transporte en bus, llegaron al aeropuerto internacional de Beirut. En medio del tráfico de pasajeros, el alboroto del equipaje y la seguridad, el grupo recibió más instrucciones y documentos por parte del personal de la OIM.
Nassar nos muestra orgulloso su nuevo documento de viaje emitido por el gobierno de Uruguay en coordinación con el gobierno sirio.
Nassar nos contó, cuando lo entrevistamos un día antes de partir, que al principio tenía dudas de viajar a Uruguay pero luego se convenció que esto era lo mejor para su familia y la educación de sus hijos. Regresar a Siria no es una opción nos aseguró, aunque el largo trayecto hacia Sudamérica los asustaba.
Dos de sus hijos se animaron, durante esa entrevista, a preguntarnos sobre nuestra región y pedirnos consejos: ¿Como es la vida allí? ¿cómo es la naturaleza ? ¿qué hay pata conocer? ¿cómo alguien puede vivir y adaptarse? ¿cómo puedo establecer vínculos con amigos? ¿cómo es el clima y las estaciones ? fueron algunas de sus preguntas. También se mostraron entusiasmados por jugar y mirar fútbol en Uruguay, mencionando a sus jugadores favoritos en la región.
Ya en la sala de embarque del aeropuerto el entusiasmo y la curiosidad crecieron, sobre todo en los niños mientras que observaban por el vidrio el avión que abordarían. El viaje era una realidad.
La primera escala fue Frankfurt, donde tuvimos un par de horas para pasar por inmigraciones y seguridad.
La siguiente parada fue Buenos Aires luego de más de 19 horas de viaje. Nassar y sus hijos me dicen que lograron dormir en el vuelo desde Frankfurt, aunque estuvieron nerviosos.”Sentiremos miedo, sera la primera vez que estaremos en un avion, nos sentimos ansiosos” nos había dicho uno de ellos un día antes de partir.
Durante ese mismo vuelo, encontré a Nassar observando muy atento el mapa interactivo con la ruta del avión: “han pasado unas horas y aún seguimos volando sobre Brasil” dice mostrándome el mapa, el tamaño de Argentina también le llama la atención. Es una sorpresa para el lo grande que es la región.
El último vuelo desde Buenos Aires hacia Montevideo se sintió como un alivio para muchos, ya estábamos cerca. Muchos ya se familiarizaron con el sistema de entretenimiento del avión, sobretodo los niños.
Dos pasajeras uruguayas , al confirmar que se trataba de ellos, se acercaron y les dieron la bienvenida en nombre de su país, los abrazaron y les dieron un beso a los niños: “estamos muy contentas de recibirlos en nuestro país” nos dijeron.
Una larga travesía con muchos nerviosos y también muchas sonrisas. Una nueva etapa de vida empieza para estas familias en un país que apuesta por ellos y que tienen muchas ganas de descubrir.