Por Holly Yan

(CNN) — Para ser una enfermedad que mata a más de la mitad de sus víctimas en el extranjero, el ébola en Estados Unidos está siendo conteniendo a un ritmo excepcional.

Cuando el Dr. Kent Brantly se convirtió en el primer paciente estadounidense con ébola en agosto, estuvo hospitalizado durante 19 días.

El martes, cuando la enfermera Amber Vinson se convirtió en la última paciente estadounidense en ser dada de alta, estuvo hospitalizada durante solo 14 días.

Su colega, Nina Pham, también se fue a casa después de solo 14 días.

“Así que la pregunta es, ¿por qué nuestros pacientes se recuperan tan rápidamente?”, dijo el doctor Bruce Ribner del Hospital de la Universidad de Emory en Atlanta, donde Vinson fue tratada.

“La respuesta sincera es que no lo sabemos con certeza”.

Pero él y otros expertos en la salud tienen varias hipótesis:

Los pacientes más jóvenes se recuperan más rápido

Vinson, de 29 años, y Pham, de 26, estaban entre los pacientes más jóvenes que fueron tratados en el mundo desarrollado.

“Sabemos por una gran cantidad de datos que provienen de África que a los pacientes más jóvenes les va mucho mejor que a los pacientes que son mayores”, dijo Ribner.

Pero a diferencia de África Occidental, donde el ébola ha cobrado la vida de casi 5.000 personas, los estadounidenses tienen la ventaja de una mejor nutrición. Si un paciente infectado que está recibiendo el cuidado apropiado tiene un sistema inmunológico fuerte (y por lo general éste es el caso en los pacientes jóvenes) la probabilidad de sobrevivir es mayor.

El virus fue atacado de forma agresiva

“En julio, el dogma general en nuestra industria era que si los pacientes se ponían tan mal que requerían diálisis o ventilación asistida, no tenía sentido hacer esas intervenciones porque invariablemente morirían”, dijo Ribner.

“Creo que hemos cambiado el algoritmo de cuán agresivos podemos ser en el cuidado de los pacientes con el virus del ébola”.

De los nueve pacientes que han sido tratados en hospitales de Estados Unidos, ocho han sobrevivido. Y todos los pacientes que han sido dados de alta tienen algo en común: fueron tratados en uno de los cuatro hospitales del país que se han estado preparando durante años para tratar una enfermedad altamente infecciosa como el ébola.

El único paciente que ha muerto en Estados Unidos (Thomas Eric Duncan) no fue tratado en una de esas instalaciones.

La rapidez es importante

Esto podría parecer obvio. Pero a veces es lo básico, en concreto, la capacidad de bombear gran cantidad de fluidos a los pacientes que tengan diarrea severa y vómitos, lo que puede hacer la diferencia entre la vida y la muerte.

“El cuidado más importante para los pacientes con ébola es controlar sus fluidos y electrolitos, para asegurarse de que no se deshidraten”, dijo el Dr. Tom Frieden, director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. “Y eso requiere de una minuciosa atención a los detalles y una rehidratación agresiva en muchos casos”.

Cuando llegó por primera vez al Texas Health Presbyterian Dallas Hospital, a Duncan lo enviaron a casa con antibióticos. No fue ingresado sino hasta tres días después.

Brantly, Witebol y el doctor Rick Sacra tuvieron síntomas cuando todavía estaban en Liberia, y tuvieron que ser trasladados aquí, por lo que hubo un ligero retraso en el tratamiento.

A la mayoría de los otros pacientes se les realizó una prueba rápidamente y fueron puestos en cuarentena tan pronto como se detectó una fiebre baja.

Las transfusiones pueden haber ayudado

La mayoría de los pacientes estadounidenses recibieron transfusiones de sangre o plasma de otros sobrevivientes. El plasma contiene anticuerpos que pudieron combatir el virus en otros pacientes.

Brantly donó plasma al menos a tres pacientes: Pham, Sacra y el camarógrafo independiente de NBC, Ashoka Mukpo. Los tres sobrevivieron.

“Es muy afortunado saber que pude donarles plasma, ya que compartimos el mismo tipo de sangre”, dijo Brantly a Anderson Cooper de CNN.

Hubo cierta controversia sobre por qué Brantly no le donó plasma a Duncan, quien a la larga murió. Pero los funcionarios de salud indicaron que ellos no compartían el mismo tipo de sangre.

El Dr. Craig Spencer, el único paciente con ébola que todavía está siendo tratado en un hospital estadounidense, recibió recientemente una transfusión de Nancy Writebol, una de las primeras sobrevivientes estadounidenses.

Los medicamentos experimentales también pueden haber ayudado

Duncan recibió un medicamento experimental seis días después de su ingreso al hospital. Esto ocurrió mucho tiempo después, en comparación con los otros cuatro pacientes que fueron tratados en Estados Unidos. Estos pacientes recibieron el medicamento experimental inmediatamente.

Los expertos, sin embargo, dicen que aún no se ha llegado a una conclusión respecto a la efectividad de esos medicamentos.

El traje protector disminuye la exposición

La relativa rapidez en la recuperación de Vinson y Pham puede atribuirse también al equipo de protección personal (PPE) que llevaban puesto mientras trataban a Duncan.

Mientras algunos enfermeros del hospital de Texas supuestamente se quejaron respecto al PPE que dejaba sus cuellos expuestos, al menos Vinson se había colocado el traje protector.

“Ella llevaba puesto equipo de protección personal mientras atendía a su paciente de Dallas; por lo tanto, es muy probable que la cantidad de virus a la que estuvo expuesta fuera sustancialmente menor que la que vemos en pacientes que se infectan en países menos desarrollados”, dijo Ribner.

“Y también sabemos que cuanto mayor sea la carga viral con la que resultes infectado, tu enfermedad probablemente será más severa”.

Catherine E. Shoichet de CNN contribuyó con este reportaje.