Por Greg Botelho y Jason Hanna
(CNN) — Hace no mucho tiempo, Kaci Hickox estaba luchando contra el ébola en África Occidental, haciendo lo que podía para tratar a las personas infectadas con la mortal enfermedad. Ahora, se encuentra en medio de una lucha distinta… esta vez, en Maine.
La comisionada de salud de Maine, Mary Mayhew, dijo el miércoles al final de la tarde que, aun cuando continúa en conversaciones con los abogados de Hickox, el estado está en el proceso de presentar una orden judicial para exigir que la enfermera permanezca en cuarentena por 21 días. Mayhew expresó sus preocupaciones respecto a la participación activa de Hickox al estar en contacto directo con pacientes con ébola, al igual que “preocupaciones por la ausencia de formalidades y la falta de veracidad en cuanto a la información recibida”.
“Necesitas tener confianza y credibilidad en esa informacion”, dijo la comisionada de salud del estado. “Eso la convierte en un mayor riesgo”.
Mayhew también se expresó en contra de lo que ella llamó “la falta de liderazgo a nivel federal” que ha generado “un conjunto fragmentado de decisiones insuficientes en cada estado”, asegurando que “no nos mantendremos al margen y no contribuiremos a que se agrave la situación en Maine”.
Ante la pregunta de qué le diría a Hickox, Mayhew dijo: “Hemos estado pidiendo que tengan en cuenta el sentido común y una apreciación de los riesgos que existen”. Ella se refirió a otros estados como Nueva Jersey, Nueva York e Illinois que han implementado cuarentenas de 21 días para los trabajadores de la salud que regresan de África Occidental, a pesar de las objeciones de algunos profesionales de la medicina y de funcionarios federales.
La comisionada de salud dijo que “no entendía” por qué Hickox se opone a lo que ella llama un “enfoque de sentido común”, en referencia al hecho de permanecer en casa durante tres semanas. (Ese lapso de tiempo es importante debido a que puede ser ese el tiempo que transcurra entre el momento en el que una persona contrae ébola y el momento en que presente síntomas; además, el ébola se propaga solo a través de fluidos corporales, no a través del aire).
“Ésta es una solicitud razonable cuyo propósito es asegurar (por exceso de precaución) que estamos protegiendo a las personas de este estado”, dijo Mayhew.
Sin embargo, Hickox piensa que la Constitución de Estados Unidos y la ciencia están de su lado.
Y por eso, no tiene intención de permanecer en cuarentena.
“Estoy completamente saludable y libre de síntomas”, dijo Hickox el miércoles en la noche, desde su jardín junto a su novio. “Me siento frustrada por la intención… de tomar acciones legales en mi contra”.
“Y si esto llega a ocurrir, entonces rechazaré esas acciones legales”.
Enfermera: No permitiré que los ‘derechos civiles sean violados cuando no existe base científica’
Anteriormente este mes, Hickox prestó sus servicios con Médicos Sin Fronteras en Sierra Leona, uno de los tres países más afectados por la continua epidemia de ébola. Regresó a Estados Unidos pasando por el Aeropuerto Internacional Liberty de Newark, Nueva Jersey el 24 de octubre. Luego fue enviada al University Hospital en la misma ciudad al norte de Nueva Jersey y fue puesta en cuarentena.
El lunes, ella volvió a su casa en Fort Kent, una ciudad de 4.000 habitantes en la frontera al norte de Maine
Hickox insiste en que, desde su llegada y hasta ahora, se ha sentido bien y dio negativo para el ébola en las dos pruebas que le realizaron. Y debido a que las personas no pueden propagar el virus a no ser que muestren síntomas, la enfermera cree que no representa un riesgo para nadie.
Uno de sus abogados, Norm Siegel, dijo a CNN que cualquier medida que restrinja los movimientos de su cliente está “basada… en temor y en mitos, no en datos médicos”.
“El gobierno no te puede privar de tu libertad a menos que haya un fundamento convincente para hacerlo”, dijo Siegel. “Eso no existe aquí”.
Mientras policías permanecían afuera para “monitorearla” en caso salga de casa, según Mayhew, los funcionarios locales de salud han estado pendientes de Hickox regularmente. También ha habido pláticas continuas, en las que Hickox ha dicho que está abierta a restricciones de viaje, como prohibirle que utilice el transporte público o que la limiten al área de Fort Kent.
“Creo que hay cosas que, sé que funcionan. Y sé que los trabajadores de asistencia están dispuestos a hacer esas cosas”, dijo Hickox. “Pero no estoy dispuesta a quedarme aquí y permitir que mis derechos civiles sean violados cuando no hay una base científica”.
Tener que defenderse y no poder abrazar a sus amigos, especialmente luego de pasar cuatro semanas difíciles en África Occidental es “doloroso y agotador desde el punto de vista emocional”, dijo la enfermera. Hickox también dijo que es “frustrante oír cosas desagradables”; además, expresó que su intención de ir a Sierra Leona era hacer “una diferencia en las vidas de las personas”, y que ahora que está de vuelta, su objetivo no es “poner en riesgo a las personas de esta comunidad”.
Aunque no mencionó el caso de Hickox específicamente, el miércoles, el presidente Barack Obama sí les habló (y expresó su apoyo) a los trabajadores de la salud como ella, quienes han arriesgado su vidas y bienestar al ir a África Occidental con el propósito de ayudar a quienes están en necesidad. Él los calificó de “héroes” que “merecen ser tratados con respeto y dignidad”.
También criticó a quienes defienden las políticas como cuarentenas y prohibiciones de viajes. Afirmó que Estados Unidos primeramente debería elogiar, animar y apoyar a los trabajadores de la salud que son parte fundamental en contener la epidemia de ébola, en lugar de atormentarlos.
“Cuando escucho a personas que hablan sobre el liderazgo estadounidense y luego promueven políticas que evitarían el liderazgo y nos hacen correr en dirección contraria a escondernos, eso me frustra un poco”, dijo Obama.
Ashley Fantz, Ashley Killough y Ray Sanchez de CNN contribuyeron con este reportaje.