CNNE 157279 - la enfermera kaci hickox se rebelo ante las autoridades sanitarias diciendo que estar en cuarentena era como estar en prision-

Por Michael Martinez

(CNN) — La enfermera Kaci Hickox dice que es su derecho vagar fuera de su casa, pero los líderes en Maine, Estados Unidos, advierten que podría ser una amenaza para el bienestar público.

Sí, Hickox recientemente trató a personas con ébola en África occidental, pero no tiene síntomas de la enfermedad y ha dado negativo en dos ocasiones.

“Que me pongan en prisión es inhumano”, dijo Hickox sobre ser colocada en una cuarentena involuntaria después de que aterrizara la semana pasada en el aeropuerto de Newark, Nueva Jersey, después de trabajar en Sierra Leona. “Simplemente siento que el miedo gana ahora, y cuando el miedo gana, todos pierden”.

El gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, no está de acuerdo. Al citar la seguridad pública, los oficiales hicieron que Hickox pasara más de 65 horas en cuarentena obligatoria fuera de un hospital antes de que fuera dada de alta y transportada a su casa en Maine.

Los funcionarios en Maine tampoco están de acuerdo con la enfermera. El gobernador Paul LePage dice que “ejercitará todo el grado de su autoridad permitida por ley” para alejarla de lugares públicos.

Las tensiones aumentan. Una patrulla de policía siguió a Hickox y a su novio mientras tomaban un paseo en bicicleta de una hora por Maine este jueves; un movimiento que, según el gobernador, tenía el objetivo de proteger a la enfermera.

El enfrentamiento entre Hickox y los funcionarios de Maine ataca un mayor dilema sobre qué deben hacer los trabajadores de salud cuando regresan a casa de combatir el brote sin precedentes de ébola en África, especialmente cuando los médicos y enfermeros no muestran síntomas del virus mortal.

Es un debate emocional que pone a la libertad individual contra la seguridad pública, ahora elevado a un drama público porque Hickox ha hablado en contra de la cuarentena.

“Lucho por algo que es mucho más que yo”, dijo este miércoles después de salir de la casa en la que estaba. “Hay tantos trabajadores que regresan. Me aterra pensar cómo van a ser tratados y cómo van a sentirse”.

Emociones puras

La llegada del ébola a tierra estadounidense este año causó una reacción visceral entre algunos estadounidenses que defienden las cuarentenas como una vigilancia prudente contra una enfermedad que no tiene cura establecida.

Pero los expertos médicos dicen que esa reacción es solo miedo, y explican que un individuo sin los síntomas del virus no es una amenaza pública en lo absoluto.

Eso no satisface a algunos estadounidenses que piden una mayor precaución: quieren que los trabajadores de salud estén en cuarentena durante 21 días, el periodo de incubación para el virus del ébola. Citan cómo el médico Craig Spencer, de 33 años, un médico de Médicos Sin Fronteras, se movió libremente por toda Nueva York cuatro días hasta que desarrolló ébola. Spencer acababa de regresar de tratar pacientes con ébola en Guinea.

La política de cuarentena de 21 días de Nueva Jersey recibió críticas de Hickox, quien la describió como una “reacción instintiva de los políticos al ébola”.

Illinois y California anunciaron ordenes similares de cuarentena de 21 días esta semana para cualquiera que haya tenido contacto con un paciente con ébola en áreas afectadas de África occidental.

Es un enfoque que la principal funcionaria de salud de Maine quiere que el estado tome; y una idea que uno de los vecinos de Hickox apoya.

“No estoy seguro por qué es tan desafiante”, dijo su vecino Jim Majka, “pero causa consternación aquí y las personas intentan preguntar por qué no lo honra, es algo sencillo: quédate en cuarentena hasta que se acabe y estamos bien”.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, intentó sofocar el sentimiento público esta semana al invitar a la Casa Blanca a un grupo de trabajadores de salud de Estados Unidos que trabajaron en zonas africanas con ébola.

Después de estar en contacto directo con estos trabajadores que no tienen síntomas, Obama reiteró cómo no existe un peligro público cuando un trabajador de salud no tiene síntomas del virus.

“No reaccionamos a nuestros miedos, sino en su lugar, respondemos con sentido común, habilidad y valentía. Eso es lo mejor de nuestra historia; no el miedo, la histeria y la desinformación”, dijo Obama.

Pero en un movimiento que parecía contradecir a la Casa Blanca, el Pentágono puso a 30 soldados estadounidenses en cuarentena; o “monitoreo controlado”, esta semana en Italia después de que estuvieron estacionados en África occidental.

Altos intereses

Un interés en el debate de la cuarentena es la lucha contra el ébola en sí, dicen los defensores. Específicamente, es la capacidad de los trabajadores de salud que combaten el ébola en su fuente para regresar inmediatamente a sus vidas privadas y profesionales.

Una cuarentena de 21 días desalentaría que este grupo poco frecuente realice esos deberes tan peligrosos en África, dicen los defensores. Si hay menos médicos y enfermeros en el frente contra el ébola, hay una probabilidad de que la epidemia en África occidental pueda expandirse, según los expertos.

Los derechos de estos trabajadores de salud una vez que regresan a casa están gobernados por pautas estadounidenses y leyes de salud que a final de cuentas favorecen a los estados sobre el gobierno federal.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) ahora requieren mayor monitoreo de síntomas de médicos y enfermeros que regresan de África occidental, pero no llega a requerir ningún tipo de cuarentena, según las nuevas reglas implementadas esta semana.

Los estados tienen el poder de exceder esas pautas de los CDC, y algunos lo hacen.

“Tenemos un sistema federal en este país en el que a los estados se les da una autoridad significativa para gobernar a sus electores. Eso es ciertamente verdadero en lo que se refiere a seguridad y salud públicas”, dijo el vocero de la Casa Blanca, Josh Earnest, esta semana. “Lo que creemos que es importante; y creo que este es un punto de vista compartido por gobernadores y funcionarios locales en todo el país, es que este tipo de políticas deberían ser impulsadas por la ciencia y el mejor consejo científico que esté disponible”.

El grupo humanitario Médicos Sin Fronteras, para el que Hickox trabajó mientras estuvo en África occidental, condenó la “cuarentena forzada para los trabajadores de salud que regresan de países afectados por el ébola”, dijo la organización esta semana.

“Una medida así no esta basada en ciencia médica establecida”, dijo el grupo.

El grupo apoya el “monitoreo científicamente en tierra” para los trabajadores que regresan a casa, que “está en conformidad con las recomendaciones de los expertos en salud pública”.

El virus se propaga a través del contacto directo con los fluidos corporales de una persona con la infección; eso es, alguien que muestra síntomas del virus, y con superficies y materiales contaminados con esos fluidos. Las personas siguen con la infección siempre y cuando su sangre y fluidos corporales contengan el virus, y las personas todavía pueden transmitir el virus a través de la leche materna y el semen hasta durante siete semanas después de que se recuperan de la enfermedad, según la Organización Mundial de la Salud.

División entre los partidarios

Para demostrar cómo el caso de Hickox puede dividir a los partidarios más comprensivos, el camarógrafo freelance de NBC, quien fue un expaciente con ébola aprobó las declaraciones de Hickox de que era su derecho humano y constitucional salir de su casa y vagar por el exterior.

¿Pero Ashoka Mukpo haría esa elección después de su recuperación del ébola?

No completamente, dijo.

Aunque el camarógrafo ya no tiene el virus, recientemente eligió no ir a una reunión de Halloween porque no quería provocar la ansiedad pública en una exhibición de calabazas a la que asistieron más de 8,000 personas.

“Ya sabes, me preocupo por incomodar a las personas. Creo que necesito un par de semanas fuera del hospital donde realmente pueda decir, mira, he estado bien durante tres semanas”, dijo Mukpo a CNN.

La preocupación de Mukpo tiene un precedente: cuando la editora médica de CNN, la médico Nancy Snyderman, violó una cuarentena precautoria de 21 días para, según reportes, obtener comida, provocó la indignación pública.

Ese enojo fue expresado en la página de Facebook de Snyderman.

“Es bastante obvio que Snyderman es una mujer arrogante y egoísta que no se preocupa o no tiene consideración por alguien más que ella”, escribió un hombre.

“Espero que esto no ‘explote’ en un mes y NBC no te permita regresar a tu posición como corresponsal médica”, escribió una mujer.

Snyderman se disculpó después por cómo los miembros de su equipo, que habían visitado Liberia, “violaron” las pautas de cuarentena.

Desafío en la corte

Mary Mayhew, la comisionada de salud de Maine, dijo que ya comenzó el proceso de buscar una orden judicial para imponerle a Hickox una cuarentena.

No está completamente claro qué lado ganara en la corte, en parte porque el ébola es considerado una amenaza sin cura establecida y en parte porque no hay evidencia de que Hickox tenga la enfermedad, ni siquiera un síntoma que la sugiera, dicen los expertos.

Bajo la Constitución de Estados Unidos, los estados tienen la autoridad en cuestiones de salud pública, excepto en aeropuertos y puertos internacionales, donde el gobierno federal tiene jurisdicción, dijo el abogado Steven Gravely, quien escribió las leyes de cuarentena de Virginia.

“Ponemos en cuarentena a personas que estuvieron expuestas a enfermedades comunicables, pero que todavía no tienen la infección”, dijo Gravely. “El objetivo es intentar impedir que aquellos que estuvieron expuesto, quienes podrían estar enfermos o no, infecten a otras personas. Por lo tanto, hay una base sólida para la cuarentena médicamente, pero hay mucho debate sobre si; lo que Nueva York y Nueva Jersey hicieron, fue realmente apropiado”.

Ciencia vs. política

Los abogados de Hickox sostienen que no hay evidencia médica de que Hickox tenga algún signo de ébola. Por lo tanto, no hay amenaza a la sociedad, dijeron sus abogados.

En su lugar, el esfuerzo de Maine de buscar una cuarentena obligatoria se basa en política, no en ciencia, dijo uno de los abogados de Hickox, Normal Siegel.

“Esto no debe ser dirigido y liderado por políticos, debe ser liderado por la comunidad médica”, dijo Siegel. “El gobierno no puede quitarte tu libertad a menos que haya una base convincente para ello”.

La ausencia de cualquier enfermedad en Hickox está entre las facetas más destacadas del caso esperado en la corte, dijo el analista legal de CNN, Jeffrey Toobin.

“Maine tiene una ley, como todos los estados tienen leyes, que dicen que las personas con enfermedades contagiosas pueden ser forzadas a estar en cuarentena”, dijo Toobin. “La pregunta legal… es si su condición, en perfecto estado de salud sin síntomas, cuenta como algo que es cubierto por la ley. Esa es una pregunta legal difícil porque los jueces normalmente difieren a las autoridades de salud pública sobre su sentido de riesgo.

“Pero aquí todo experto científico dice que las personas sin síntomas no son contagiosas”, añadió Toobin. “Creo que va a ser un problema legal muy difícil a menos que sus abogados y el estado de Maine puedan llegar a algún tipo de compromiso”.

Catherine E. Shoichet de CNN contribuyó con este reporte.