Arielle Densen dice que su madre murió de cáncer de pulmón en julio de 2013, luego de una "lucha valiente e inspiradora".

Por Arielle Densen

Nota del editor: Arielle Densen es cofundadora de Leaders of the Lung Cancer Free World, una organización dedicada a aumentar la conciencia y comprensión pública sobre el cáncer de pulmón.

(CNN) — Para las 108.000 mujeres que son diagnosticadas con cáncer de pulmón cada año, el mes de concientización sobre el cáncer de pulmón podría ser un momento de soledad en el año. El cáncer de pulmón es responsable de la muerte de casi el doble de mujeres, en comparación con el cáncer de mama. Pero noviembre, a diferencia de octubre y el mes de concientización sobre el cáncer de mama, pasa prácticamente desapercibido: no se ven grandes cantidades de listones, ni tacos de colores de la NFL, ni radiantes monumentos nacionales color rosa.

El cáncer de mama es una enfermedad terrible. Mi abuela luchó y lo venció dos veces, beneficiándose de tratamientos innovadores que han impulsado las tasas de supervivencia a cinco años para el 90% de las personas. Pero la tasa de supervivencia de cinco años para el cáncer de pulmón se ha mantenido alrededor del 16% durante décadas. Y para alguien como mi mamá, quien fue diagnosticada con cáncer de pulmón en etapa 4, la tasa de supervivencia es terriblemente baja, de tan solo el 4%.

El cáncer de pulmón es un asesino indiscriminado que cada año cobra la vida de más personas que el cáncer de mama, próstata, colon y páncreas combinados. Por lo general, la enfermedad no ha recibido atención pública o fondos para la investigación en proporción a su devastadora letalidad. Según un estudio de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH, por sus siglas en inglés), el cáncer de pulmón solo recibe 1.442 dólares en fondos federales para la investigación por cada una de las muertes, en comparación con 26.398 dólares para el cáncer de mama y 13.419 dólares para el cáncer de próstata. Si tomamos en cuenta las donaciones privadas, la brecha de la financiación se vuelve aún más sorprendente.

A menudo es descrita como una “enfermedad del fumador”, la mayoría de las personas diagnosticadas con cáncer de pulmón son ex fumadores o nunca han fumado. Y aunque el historial de tabaquismo no debería ser relevante puesto que la nicotina es altamente adictiva, todos los pacientes con cáncer de pulmón se enfrentan al mismo estigma implacable.

Mi mamá nunca fumó (de hecho, estudios demuestran que una de cada cinco mujeres diagnosticadas con cáncer de pulmón nunca fumó) y por ello su persistente tos durante meses no causó ninguna señal de alarma. De hecho, sus médicos estaban seguros de que tenía neumonía. Esto fue así hasta que los resultados de la tomografía computarizada (TC) mostraron la masa en el pulmón. A mi mamá, quien por lo demás era una mujer vibrante y hermosa, le dieron menos de un año de vida.

Gracias a los avances en las terapias dirigidas, mi madre sobrevivió (mejoró en muchos aspectos) por más de 40 meses. Vivió lo suficiente para acompañarme hasta el altar, asistir a la graduación de la escuela secundaria de mi hermano más pequeño, ver a mi papá a hacer una lasaña casera y cumplir su deseo de toda la vida de caminar por los cerros de Sedona y visitar el Gran Cañón.

Pero en julio de 2013, después de una lucha increíblemente valiente e inspiradora, mi mamá falleció. Tenía 59 años.

Es imposible describir adecuadamente lo especial que era mi mamá. Ella era increíblemente cariñosa, ecuánime, valiente y nunca la oías criticar. Ella tenía paciencia y era tranquila, así que rara vez tenía enfrentamientos; en pocas palabras, era quien aportaba esas cualidades en una familia llena de personalidades fuertes. Ella era el contrapeso que hizo que nuestra familia se mantuviera firme y siguiera adelante.

Aunque el cáncer de pulmón le robó a mi familia a una madre y cónyuge increíblemente especial, hay mucho que podemos hacer para asegurar un final feliz para otros pacientes de cáncer de pulmón y sus familias.

Ya sea que seas un sobreviviente de cáncer de pulmón, un cuidador, un defensor o simplemente alguien que quiere unirse a la lucha, hay mucho que podemos hacer para hacer que el principal cáncer mortal del país salga de las sombras.

• Visita: Uniting Against Lung Cancer, Free to Breathe, Bonnie J. Addario Lung Cancer Foundation o LUNGevity Foundation para obtener buenos recursos, enterarte sobre eventos locales y grupos de apoyo a pacientes.

• Escríbele una carta a tu periódico local, para instarlos a que creen una mayor conciencia pública o para motivar a los patrocinadores corporativos a intensificar su apoyo contra la lucha del cáncer de pulmón.

• Únete a la creciente comunidad #lcsm (siglas en inglés para lung cancer social media) en Twitter.

• Si te encuentras en un grupo de alto riesgo (un fumador empedernido durante largo tiempo), consulta a tu médico sobre las TC.

Lamentablemente, en los próximos cinco años, más de 1 millón de estadounidenses serán diagnosticados con cáncer de pulmón. Serán nuestras madres, padres, hermanos, abuelos, compañeros de trabajo y amigos más cercanos. Juntos, podemos ayudarlos.