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Por Katie Hunt e Ivan Watson

HONG KONG (CNN) — Un hombre chino se reunió con su padre 24 años después de que lo secuestraran en un mercado cuando era pequeño.

En 1991, los traficantes de niños se llevaron a Sun Bin, de cuatro años, de su pueblo en la provincia de Sichuan, y lo vendieron a una familia que vivía a miles de kilómetros, en la provincia de Jiangsu, en la costa este del país, según reportes de los medios de comunicación chinos.

El martes 13 de enero, Sun se reunió finalmente con su padre, Su Youhong (quien tiene 60 años) y con su hermana menor, a la que no conocía. El momento se capturó en una serie de fotografías conmovedoras.

“Estaba contento. Estaba agradecido”, dijo el padre. “Pero también sentía amargura”.

El tráfico de niños sigue siendo un negocio importante en China ya que los traficantes buscan sacar provecho de la demanda de bebés sanos por parte de padres adoptivos en China y otros lugares.

Hay gran demanda de niños y su precio es más alto porque pueden prolongar el linaje familiar.

A principios de la semana, la policía china señaló que habían rescatado a 37 recién nacidos tras desmantelar una red de tráfico que vendía a los bebés hasta por 13.000 dólares (unos 188,000 pesos) cada uno.

La reunión del martes tuvo lugar en una estación de policía en Chengdu. Cuando un agente presentó a Sun Bin con su padre, el hombre de 28 años se arrodilló y lloró mientras su padre lo abrazaba.

“Eres un hombre. No llores”, dijo el padre, según un reporte que dio a conocer la agencia noticiosa estatal, Xinhua.

La búsqueda

Sun Bin era un niñito cuando desapareció en un mercado en 1991. Sun Youhong dijo que él y su esposa habían dejado todo para buscarlo.

Dijo que publicó avisos en la zona y que la madre de Sun Bin había viajado a otras ciudades de Sichuan y las provincias vecinas.

Los médicos diagnosticaron cáncer a la madre de Sun Bin en 1996, y murió en 2011.

“Encontrar a mi hijo fue el mayor deseo en la vida de mi esposa”, dijo Sun Youhong a Xinhua. “En los días previos a su muerte murmuraba constantemente el nombre de nuestro hijo”.

Sun Bin contó a los periodistas chinos que siempre había creído que era adoptado, pero no sabía de dónde provenía.

Dijo que nunca les preguntó a sus padres adoptivos cómo terminó con ellos.

Contó que conforme crecía, su deseo por encontrar a su propia familia se hacía más fuerte. Dejó una muestra de ADN en una estación de policía local en Jiansu en octubre de 2014 y hace poco recibió una llamada telefónica, le dijeron que habían encontrado una concordancia.

La familia también recibió ayuda de un sitio web chino llamado Bebé Regresa a Casa que ayuda a reunir a familiares distanciados.

Sun padre dijo que estaba decepcionado de enterarse de que habían puesto a trabajar a su hijo como electricista cuando aún era adolescente.

“Yo hubiera mantenido a mi hijo en la escuela hasta los 15 años”, dijo.

En entrevista telefónica con CNN, el padre acusó a los padres adoptivos de su hijo de violar la ley por aceptar a un niño secuestrado.

“Pero siempre y cuando mi hijo regrese a vivir conmigo, no levantaré cargos en contra de ellos”, agregó.

Sun Bin aún no decide si dejará la ciudad costera en la que creció. Por ahora, está durmiendo por primera vez en 24 años en la casa de su padre biológico.

Con información de Fei Ju, practicante de CNN en Beijing.