Por Paul R. La Monica, CNNMoney
(CNNMoney) – Stratasys, la compañía dueña de MakerBot, la impresora 3-D de consumo, registró una caída de más del 30% en sus acciones después de que el lunes por la noche, la compañía advirtiera que los resultados del cuarto trimestre serían peores de lo esperado. También dio a conocer un pronóstico negativo para el resto de 2015.
Ni siquiera el intento por sacarle provecho al alboroto por el espectáculo de medio tiempo del Super Bowl fue suficiente.
El martes por la mañana, Stratasys emitió un comunicado de prensa para anunciar que imprimiría en 3-D las prendas de cabeza estilo mohawk que utilizarían los bailarines de Katy Perry en su próxima gira mundial.
Los alarmantes resultados de Stratasys también ocasionaron una gran liquidación en la industria. Las acciones de su principal rival 3D Systems cayeron casi un 10%. Las acciones de dos compañías de impresión en 3-D más pequeñas —ExOne y voxeljet— también bajaron considerablemente.
La revolución de las impresoras 3-D: las impresoras 3-D han sido tendencia en los últimos años. Amazon tiene una tienda de impresoras 3-D en su sitio. Staples (SPLS) vende productos MakerBot, al igual que el Cube, de 3D Systems. Vaya, incluso RadioShack, una empresa en aprietos, tiene impresoras 3-D en muchas de sus tiendas.
Obtener imágenes en 3-D e imprimirlas es algo innegablemente genial. Es algo que muchos negocios en diversas industrias están utilizando. Ropa, piezas de motor, alimentos y aparatos auditivos son solo algunos ejemplos de artículos que pueden ser producidos con impresoras 3-D.
Sin embargo, para los consumidores, la impresión en 3-D simplemente podría ser una moda pasajera que está en proceso de alcanzar su nivel más alto. La razón principal para las ventas que Stratasys registró en el cuarto trimestre, las cuales fueron peores de lo esperado, fue un crecimiento lento en MakerBot.
No es un artículo cotidiano: las impresoras 3-D siguen siendo bastante costosas. El MakerBot Replicator Mini se vende por 1.375 dólares.
“El mercado de consumo para la impresión en 3-D está en una tendencia a la baja”, dijo Cathie Wood, directora de inversiones en Ark Investment Management. Sin embargo, Wood todavía se inclina por las acciones de Stratasys. De hecho, indicó que el martes, su firma compró más acciones a medida que bajaban. Ella dice que se trata de un tipo de acción que “cae a través de las grietas”.
Wood reconoce que los ingresos aproximados para Stratasys se reducirán bruscamente como resultado de su advertencia. Y varios analistas de Wall Street redujeron rápidamente sus objetivos de precios y calificaciones de las acciones el lunes por la noche y el martes por la mañana.
Aun así, ella cree que los inversores están reaccionando de forma exagerada al mal desempeño en MakerBot y dijo que el ámbito de la fabricación de las impresoras 3-D aún es una “oportunidad extensa”.
Su compañía también posee acciones de ExOne, al igual que de Materialise, otra empresa de impresiones en 3-D.
Wood probablemente tenga razón en relación a que las impresoras 3-D serán un gran negocio en el ámbito industrial.
Pero otras compañías ya lo reconocen. Las compañías especializadas en impresiones en 3-D inevitablemente enfrentarán más competencia. Hewlett-Packard tiene planificado entrar al negocio el próximo año, por ejemplo.
Y puede ser que la compañía que termine dominando la industria en el futuro ni siquiera exista aún.
Pero la gran caída en las acciones demuestra qué tan arriesgado es invertir en cualquier industria que todavía se encuentra en sus primeras fases. Solo unas cuantas compañías podrían lograr sobrevivir.
¿Recuerdas a Think Global, Aptera, Coda Automotive y Fisker? Son compañías de autos eléctricos que no terminaron convirtiéndose en Tesla. Todas quedaron en bancarrota.