Por Zoe Li, para CNN

(CNN) – Una multitud de personas se empuja para ver más de cerca a una mujer desnuda que se encuentra agachada sobre sus rodillas. Con sus teléfonos en alto, el grupo descaradamente toma fotografías de su espalda desnuda y su trasero, con la certeza de que ella no se despertará en un futuro cercano.

La escultura desnuda sorprendentemente real, creada por el artista australiano Sam Jinks, fue la obra más fotografiada en el Art Basel de este año en Hong Kong. Se trata de una feria de arte de tres días que ha atraído a decenas de miles de visitantes desde que se inició hace casi tres años.

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Es una marca poderosa en la industria de las ferias de arte; Art Basel compró la Feria Internacional de Arte de Hong Kong en 2011, y rápidamente consolidó la posición de la ciudad en el multimillonario mercado mundial del arte.

La feria de este año reunió a 233 galerías de 37 países y territorios. La mitad de las galerías son de la región asiática, incluyendo a Hong Kong, China continental, Taiwán, Japón, Corea y el Sudeste Asiático.

“Verás todo bajo el mismo techo”; así describe la directora de Art Basel en Hong Kong, Adeline Ooi, al exitoso espectáculo.

“Tenemos lo mejor de Asia y lo mejor del resto del mundo en el salón”.

Justo al otro lado de la modelo desnuda sumamente real de Jink se encuentra el stand Kaikai Kiki de la súper estrella del arte japonés Takashi Murakami, el cual está lleno de obras características del movimiento Superflat inspirado en dibujos animados japoneses.

Junto a la modelo desnuda altamente popular, Jinks también creó esta escultura hecha con silicona, resina y cabello humano.

Cerca de ahí se encuentra el stand del distribuidor francés que reside en Hong Kong, Edouard Malingue, quien expone a conocidos nombres europeos como Laurent Grasso junto a artistas locales emergentes. Entre los más destacados está João Vasco Paiva, quien exhibió una escultura de casi seis metros de alto parecida a las cajas de espuma de poliestireno que normalmente se encuentran en las calles de Hong Kong.

El énfasis en la representación regional es lo que hace que la feria se distinga de sus dos equivalentes, Art Basel en Basilea y Art Basel en Miami, y de otras 180 ferias de arte importantes que se llevan a cabo en el transcurso del año.

Mientras personas de todos los ámbitos de la vida vienen a apreciar el arte, y mientras grupos de emocionados niños en edad escolar avanzan lentamente, los dueños de las galerías elegantemente vestidos cierran negocios de millones de dólares. Un cuadro de Chris Ofili titulado “Dead Monkey - Sex, Money and Drugs”, fue vendido por 2 millones de dólares en el stand de David Zwirner en el transcurso de la primera hora del preestreno VIP de la feria el 13 de marzo.

Art Basel en Hong Kong hizo un cambio en sus fechas originales de mayo al 15-17 de marzo de este año, y coincidió así con el Festival de Arte de Hong Kong y el Festival Internacional de Cine. La Junta de Turismo de Hong Kong le dio al mes de marzo el apodo del “Mes del arte en Hong Kong”.

El fervor por el arte se ha extendido más allá del sector artístico, e incluso los centros comerciales de la ciudad están llenos de grandiosas instalaciones para coincidir con la feria. Éste también es el primer año de la feria de arte satélite, Art Central, creada por los mismos fundadores de la Feria Internacional de Arte de Hong Kong y diseñada para complementar a la feria Art Basel en Hong Kong.

El cuadro “Beholding the Mountain with Awe No.1” del artista chino Xu Longshen fue presentado por la Galería Hanart TZ.

Varios coleccionistas han estado inundando la ciudad desde la semana pasada, entre ellos la actriz estadounidense Susan Sarandon, el empresario suizo Ulli Sigg, el director de las galerías Tate de Gran Bretaña, Nicholas Serota, y el fundador de Alibaba, Jack Ma.

“Las personas están tomando a Hong Kong muy en serio ahora. Algunas personas dicen que finalmente hemos llegado”, dice Ooi.

A medida que Hong Kong madura como un centro del mercado del arte y el despliegue publicitario sobre las ferias de arte aumenta, surgirán más preguntas en cuando al futuro de los artistas locales y al crecimiento saludable de los productores de arte regionales.

Las ventas que se hacen en ferias mundiales de arte representaron el 40% de las ventas totales en 2014, o un aproximado de 10.000 millones de dólares, el segundo canal de ventas más grande después de las transacciones realizadas en las galerías, según la Fundación Europea de Bellas Artes.

La obra de arte “Always”, del británico Peter Liversidge, contaba con 447 bombillas.

“En una semana como la semana pasada, el mundo del arte tiene la mirada puesta en Hong Kong y eso es genial, pero el verdadero punto de inflexión será M+”, dice el consultor de arte que reside en Hong Kong, Alex Errera, en referencia al museo de arte moderno y contemporáneo y cultura visual que se encuentra actualmente en construcción en el distrito cultural de Kowloon Occidental.

“Es fácil caer en la trampa de que tantas cosas ocurran en una semana… todos saben que Hong Kong es un buen lugar para los negocios; lo más importante es que la atracción a la región pueda ser preservada”.