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Por Jose Pagliery

NUEVA YORK (CNNMoney) — El Buró Federal de Investigación de Estados Unidos (FBI) tiene un dispositivo secreto para localizar a presuntos delincuentes, pero al parecer prefiere dejar a los sospechosos en libertad que revelar en los tribunales cualquier detalle acerca del rastreador de alta tecnología.

El dispositivo, llamado Stingray, engaña a los teléfonos celulares para que revelen sus ubicaciones. La orden de un juez la semana pasada amenaza con revelar detalles muy bien guardados sobre cómo la policía utiliza los Stingrays.

El juez Patrick H. NeMoyer de Buffalo, Nueva York, describió un acuerdo de 2012 entre el FBI y la oficina del alguacil del condado de Erie en su orden judicial del martes: El FBI dio instrucciones a la policía para retirar los cargos criminales en vez de revelar “cualquier información relativa al simulador de ubicación celular o su uso”.

La Policía de Erie (Buffalo es la cabecera del condado) había intentado durante mucho tiempo mantener secreto ese contrato, pero el juez rechazó esa idea y ordenó que los detalles de los Stingrays se hagan públicos.

“Si esa no es una instrucción que afecte a la población, nada lo es”, escribió NeMoyer.

La Policía de Erie habían utilizado los Stingrays para localizar a varios presuntos delincuentes, una persona suicida y cuatro personas desaparecidas, incluyendo una de 87 años de edad con demencia, de acuerdo con la orden del juez.

La oficina del alguacil del Condado de Erie declinó hablar con CNNMoney el miércoles. El portavoz policial Scott Zylka dijo que ahora están trabajando con el FBI para apelar la decisión del juez y mantener secreto el acuerdo.

El FBI no proporcionó comentarios inmediatos.

La American Civil Liberties Union (ACLU), ONG dedicada a la protección de derechos ciudadanos en EU, exige detalles sobre el uso de los Stingrays en virtud de las leyes de registros públicos.

¿Qué son los Stingrays?

Pocas personas saben siquiera que los Stingrays existen, o que los agentes federales y la policía de todo el país están utilizándolos de manera creciente para detener personas. Es un pequeño dispositivo que imita una torre de telefonía celular, y engaña a los teléfonos celulares cercanos para conectarse a ella en lugar de a una verdadera torre de la compañía telefónica.

Hay una preocupación cada vez mayor por la privacidad porque, aunque la policía usa los Stingrays para localizar a un individuo, potencialmente puede tomar mensajes de texto y datos de las llamadas telefónicas de miles de personas inocentes.

En noviembre, nos enteramos de que agentes federales vuelan regularmente aviones sobre Estados Unidos para espiar las llamadas telefónicas de los estadounidenses. También sabemos que la Policía en al menos 20 estados utiliza Stingrays, de acuerdo con los registros públicos obtenidos por la ACLU.

Pero todo lo demás es un misterio porque las agencias policiales tienen acuerdos de confidencialidad con el fabricante de los Stingrays: Harris Corporation, con sede en Melbourne, Florida. También tienen contratos secretos similares con el FBI.

Algunos fiscales en EU retiran los cargos de sospechosos para poder guardar silencio sobre los Stingrays. A finales del año pasado, la policía de Tallahassee llegó a un amable acuerdo con la fiscalía por un vendedor de mariguana que robó a alguien con una pistola de aire comprimido. Un cargo de delito grave con una pena de prisión de cuatro años se convirtió en un delito menor con seis meses de libertad condicional debido a que su abogado defensor descubrió que la policía utilizó un Stingray localizarlo.

Hanni Fakhoury, abogado en defensa de la privacidad de Electronic Frontier Foundation, dijo que la orden judicial del martes fue la primera vez que se ha revelado una táctica policial a nivel nacional para mantener el secreto a toda costa.

“Durante mucho tiempo hemos sospechado que esa es la política, pero ahora lo sabemos”, dijo. “Es una locura en un millón de niveles legales”.

La principal abogada de la ACLU en este caso, Mariko Hirose, describió los Stingrays como equipo de grado militar que no tiene cabida para ser utilizado en ciudadanos estadounidenses inocentes. También dijo que la táctica del FBI para guardar silencio acerca de los Stingrays tiene poco sentido. El condado de Erie gastó más de 350,000 dólares en la compra de dos dispositivos Stingray y en capacitación y equipo relacionado.

“¿Por qué están gastando tanto dinero los municipios cuando podrían tener que retirar los cargos en nombre del secreto?”, preguntó.