(CNN) - Es el hogar de Ramzi Yousef, quien planeó el atentado de 1993 en el World Trade Center; del conspirador del 11 de septiembre de 2001, Zacarias Moussaoui; del “Unabomber”, Ted Kaczynski; y de Richard Reid, el “terrorista del zapato”. Así se vive en ADX.
Cuando los reclusos llegan al Centro Penitenciario y Administrativo de Máxima Seguridad en Florence, Colorado, Estados Unidos, de inmediato es evidente: ADX, la prisión de supermáxima seguridad de la nación fue construida para desconectarlos del mundo.
Ahora que el terrorista de la Maratón de Boston, Dzhokhar Tsarnaev, de 21 años de edad, ha sido formalmente sentenciado a muerte, su destino final estará en las manos de la Agencia Federal de Prisiones.
El jueves, fue trasladado al Centro Penitenciario de Florencia de Estados Unidos, uno de los muchos centros correccionales de la ciudad, incluyendo la prisión de supermáxima seguridad.
Lo peor de lo peor de la inmensa red de prisiones de Estados Unidos es enviado a ADX, el “Alcatraz de las Rocosas”, en autobuses, vehículos especiales e incluso en helicópteros Black Hawk.
Patrullas fuertemente armadas rondan el extenso complejo. Una docena de imponentes torres armadas se elevan por encima de los edificios de ladrillo desproporcionadamente bajos. Las paredes están cubiertas con alambre de púas y bloquean parcialmente las montañas cubiertas de nieve.
“Tan pronto como llegan a la puerta, lo ves en sus caras”, dijo el exalcaide ADX, Robert Hood. “Es allí cuando realmente te afecta. Ves la belleza de las Montañas Rocosas en el fondo. Cuando estás dentro, esa es la última vez que podrás verlas”.
“La prisión de supermáxima seguridad es la vida después de la muerte”, dijo Hood, quien se desempeñó como alcaide de ADX del 2002 al 2005. “Es a largo plazo, en mi opinión, mucho peor que la muerte”.
‘La arquitectura es el control’
Muchos de los más de 400 reclusos pasan hasta 23 horas al día solos en celdas de concreto de 2,1 por 3,6 metros. Las comidas las deslizan a través de pequeños agujeros en las puertas. La cama es una losa de concreto cubierta con un delgado colchón y mantas.
Cuentan con una sola ventana de aproximadamente 107 centímetros de alto y 10 centímetros de ancho que permite que entre un poco de luz natural, pero fueron hechas de tal manera que los prisioneros no puedan ver más allá del edificio.
Las celdas tienen bancos inamovibles y escritorios de concreto. Las paredes sólidas evitan que los prisioneros puedan ver otras celdas o tener contacto directo con otros reclusos.
“La arquitectura del edificio es el control”, dijo Hood.
“Está diseñando de manera que los reclusos no puedan ver el cielo. Es algo intencional. Les colocas alambre para que los helicópteros no pueden aterrizar”.
Los reclusos tienen poco contacto con el exterior a no ser por los guardias y personal penitenciario. Ellos deben usar grilletes, esposas y cadenas en el estómago cuando los llevan fuera de sus celdas y son escoltados por guardias.
Se les permite una hora de receso en una jaula al aire libre, un poco más grande que las celdas de la prisión. Dentro de la jaula, solo se puede ver el cielo.
“Pasas por cientos de cientos de cámaras cuando las puertas metálicas se deslizan para abrirse y cerrarse”, dijo Hood.
La vida en el Módulo H
Algunas celdas tienen radios y televisiones en blanco y negro que ofrecen programas religiosos, educativos y de interés general.
El correo y las conversaciones son monitoreados todo el tiempo, testificó el actual alcaide de ADX, John Oliver, en la audiencia de sentencia de Tsarnaev. En algún momento, los internos podrán obtener un empleo en la prisión, como limpiar las duchas, o ser trasladados a la población general, dijo Oliver.
Pero el nivel de libertad que un preso como Tsarnaev disfrutaría a la larga es determinado solamente por el Departamento de Justicia y los organismos que lo investigaron y enjuiciaron, no por el personal de la prisión.
Tsarnaev se uniría a otros terroristas en la Unidad Especial de Seguridad, también llamada el Módulo H.
Estas celdas están reservadas para los reclusos a los que el Departamento de Justicia ha impuesto Medidas Administrativas Especiales destinadas a limitar estrictamente todo tipo de comunicación con el mundo exterior.
Solamente los miembros del equipo legal de un preso y su familia inmediata los pueden visitar. Los presos se sientan al otro lado de una ventana de cristal. Hablan por medio de teléfonos. Todas las conversaciones personales son monitoreadas, pero tanto las conversaciones legales como la correspondencia con los abogados se consideran privilegiadas y privadas.
Ganar ‘el derecho para ir a la prisión de supermáxima seguridad’
“ADX en sí se ha convertido casi en su totalidad en una instalación de ‘confinamiento’ en la que los presos están encerrados en celdas de aislamiento todo el tiempo, a excepción de un par de horas a la semana”, ha manifestado Amnistía Internacional en un informe del 2014 titulado: “Sepultados: Aislamiento en el Sistema Penitenciario Federal de Estados Unidos”.
La prisión de supermáxima seguridad es el hogar de los presos más violentos del sistema penitenciario, así como de los terroristas condenados.
“Ellos han estado en la cárcel. Han estado en prisión. Han matado a personal. Han matado a algún un visitante”, dijo Hood. “Se han ganado, si quieren decirlo así, el derecho de ir a la prisión de supermáxima seguridad. Estos son terroristas. Estos son pandilleros perturbadores. Son espías”.
En un juicio de acción popular del 2012 contra la Agencia Federal de Prisiones se dijo que “años de aislamiento, sin contacto directo y sin restricciones con otros seres humanos” hacen que algunos internos de ADX —particularmente aquellos con enfermedades mentales graves— sufran “una pérdida fundamental incluso de las habilidades básicas sociales y comportamientos de adaptación”. “Como es de esperar, ellos se vuelven paranoicos en cuanto a los motivos e intenciones de los demás”.
“Una vez son puestos en contacto sin restricciones con otros hombres paranoicos y con la misma discapacidad, la presión sobre los presos —incluso aquellos que no tienen ninguna enfermedad mental— puede ser extrema. Las agresiones y apuñalamientos son comunes”.
Muchos presos de ADX “gimen, gritan y golpean las paredes de sus celdas interminablemente”, dice la demanda. “Algunos mutilan sus cuerpos con navajas, fragmentos de vidrio, huesos de pollo afilados, utensilios para escribir y con cualquier otro objeto que puedan obtener. Algunos se tragan hojas de afeitar, cortaúñas, partes de radios y televisores, vidrios rotos y otros objetos peligrosos”.
¿Lo afrontan o se autodestruyen?
Algunos presos tienen “conversaciones delirantes con voces que escuchan en sus cabezas”, decían los documentos de la corte. Otros esparcen las heces, otros desechos humanos y fluidos corporales por toda la celda o se los lanzan a los funcionarios de la prisión.
Sé que cuando pones a una persona en una caja durante 23 horas al día y le dices que ese será el resto de su vida, cada persona tiene sus propias habilidades para afrontarlo”, dijo Hood.
“Cuando ves a una persona que se quita la ropa, que le lanza heces a un miembro del personal que está pasando ¿acaso es porque sufre una enfermedad mental? ¿Se trata de un problema en el que se autodestruye?”
Desde que ADX abrió en 1994, al menos seis presos se han suicidado, dice la demanda. En la mayoría de casos de suicidio, los prisioneros se han colgado a sí mismos con sábanas.
“Aunque sé que quiero vivir y siempre he sido un sobreviviente, a menudo he deseado la muerte”, dijo Thomas Silverstein, confinado a más de 30 años en aislamiento, incluyendo nueve en ADX, según se le citó en el informe de Amnistía Internacional.
“Sin embargo, sé que no quiero morir. Lo que quiero es una vida en prisión a la que pueda darle algún significado”, comentó Silverstein.
Laura Rovner, profesora de la Facultad de Derecho de la Universidad de Denver y quien ha representado a los presos de ADX, dijo que los reportes de las condiciones en la famosa prisión de la Bahía de Guantánamo en Cuba son más favorables en comparación con algunas condiciones en ADX.
“Para muchas personas que están confinadas en ADX, lo que equivaldría a cadena perpetua, es una especie de muerte en vida”, dijo. “Simplemente te despoja de todo. Tu existencia se limita a las cuatro paredes de esta pequeña celda y, francamente, no mucho más”.
Los reclusos con enfermedades mentales y los más jóvenes son particularmente vulnerables, dijo Rovner.
“Esta es una persona que será vulnerable, que sentirá el aislamiento de una manera mucho más aguda”, dijo al hablar de Tsarnaev. “Al parecer, él vivirá durante mucho tiempo. Él se está enfrentando a pasar posiblemente al menos los próximos 50 años en aislamiento. Es casi incomprensible”.
Los prisioneros del Módulo H rara vez tienen acceso a las unidades de población general menos restringidas, según dijo Amnistía Internacional. En 2008, la prisión instituyó un programa de baja para el Módulo H, el cual consta de tres fases y tiene una duración mínima de un año, cada paso proporciona privilegios limitados.
“Si eres el ‘Unabomber’ y tienes un nivel educativo avanzado y sabes varios idiomas, te sentarás allí y leerás la mayor parte del día”, dijo Hood al referirse a Kaczynski, a quien sus conocidos lo califican como brillante.
“Pero muchos de los internos no tienen las habilidades para afrontar la situación. No tienen la capacidad para leer. No tienen la capacidad para ser contenciosos. Así que no hay salida, es muy probable que ese sea el tipo de preso que te lanzará heces”.
Los defensores de los prisioneros han determinado que algunos reclusos, a pesar de su buena conducta, pasan años en el Módulo H sin pasar a la siguiente fase, ya que las Medidas Administrativas Especiales no se modificaron.
El terrorista del World Trade Center
Ramzi Yousef está cumpliendo dos cadenas perpetuas, más 240 años, por su participación en dos ataques terroristas, entre ellos el atentado del World Trade Center de 1993 en el que murieron seis personas.
Ha pasado más de 15 años en régimen de aislamiento. Está retenido en el Módulo H bajo Medidas Administrativas Especiales y ha pasado más de dos años en el paso 2 del programa de baja, según informó Amnistía Internacional.
Yousef, quien ha tenido un historial de buena conducta durante al menos cinco años, ha trabajado como celador, lo que le permite salir de su celda unas pocas horas a la semana para limpiar otras celdas. Sin embargo, se le ha negado el acceso al paso 3 y sus Medidas Administrativas Especiales son renovadas cada año, dijo el grupo de derechos.
Hood describió a Yousef como alguien cortés, pero dijo que no es tan agradable como el chaquetero de la mafia, Gravano “Sammy el toro”.
“Este es un tipo que cuando lo conoces por primera vez, en realidad te agrada”, dijo Hood al referirse al exsicario de la familia criminal Gambino. “No te gusta lo que hizo. Sin embargo, te das cuenta que es una persona agradable, una persona que te gustaría tener como tu vecino de al lado. Él es divertido. Es apto para las relaciones dentro del entorno penitenciario. De hecho, te sientes bien al verlo todos los días”.
Al referirse a Yousef, el exalcaide dijo: “Independientemente del crimen… sin tomar en cuenta en qué estuvo involucrado, él está bien entrenado. Él es muy disciplinado. Yo sería el enemigo a pesar de que soy el alcaide. Sin embargo, existía esa cortesía. Solía decirle: buenos días, ¿cómo te está tratando el personal?”
Durante la fase de sentencia del juicio de Tsarnaev esta semana, Oliver, el actual alcaide de ADX, describió la prisión de supermáxima seguridad de la mejor manera posible y relató cómo los internos de las unidades especiales de seguridad pueden enviar cartas, hacer ejercicio en sus celdas, hablar por teléfono durante al menos 30 minutos al mes y hasta escribir libros.
Aaron Cooper, Ann O’Neill y Brian Vitagliano de CNN contribuyeron con este reportaje.